Por Ariel Boffelli

Jorge Sapag, jefe del mayoritario sector Azul del Movimiento Popular Neuquino (MPN), anticipa “un triunfo contundente” de Marcos Koopmann en las elecciones de este domingo en Neuquén y cree que el vicegobernador romperá la barrera histórica de 60 años en el poder a la que se aferra el sello patagónico. En medio de la gira provincial que realizan quienes integran la lista, que comenzó en Añelo y al cierre de esta nota se desarrollaba en la capital provincial, el heredero de una familia poderosa en la vida neuquina analiza el escenario electoral. La principal amenaza a la estructura que conduce es el hijo rebelde de su espacio, Rolando Figueroa, que llega con un frente multicolor a una nueva elección en el sur del país.

“Hay un gran ánimo, buen espíritu. Estamos muy bien, las encuestas nuestras y de nuestros adversarios nos ubican al frente. Estamos en gran nivel en la Capital, a pesar de que era un reducto gobernado por la oposición hasta hace poco tiempo”, razona Sapag ante la consulta de Letra P y hace hincapié en la ciudad que gobierna desde 2019 Mariano Gaido, uno de los puntales de la campaña.

Para el jefe político del sector mayoritario del MPN es tiempo de la organización, disciplina y “mucha mística” para el domingo. En total, el partido que fundó su familia desplegará 4700 fiscales a lo largo y ancho de Neuquén, en sus diversas regiones. “Estamos entusiasmados. Hicimos una buena plataforma para la ciudadanía”, advierte el mentor de Koopmann como candidato a la gobernación y padrino político del jefe provincial Omar Gutiérrez, quien está finalizando su segundo mandato.

“Estamos muy entusiasmados porque tenemos una buena realidad en el marco de las dificultades nacionales. Nosotros estamos identificados con Neuquén. Los demás partidos están identificados con sus referentes nacionales. (Mauricio) Macri y (Horacio Rodríguez) Larreta, juegan para un partido. Cristina Fernández de Kirchner, para otro. Martín Lousteau, para otro espacio”, se jacta, en alusión a las candidaturas de Figueroa, Ramón Rioseco y Pablo Cervi, respectivamente.

Como “factor de cambio para la provincia”, advierte, “nos da un punto de partida el testimonio de realizaciones y hechos que la ciudadanía puede ver”. El caudillo neuquino fue el padre del acuerdo con el otro sector emepenista, la lista Azul y Blanca del poderoso Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, que a diferencia de otras instancias electivas logró espacios de importancia en la lista partidaria. “Será un triunfo contundente”, vaticina.

Segundo puesto

Sapag entiende que hay una competencia entre Figueroa, Rioseco, Cervi y Carlos Eguía por el segundo puesto. Cree que el hijo descarriado del MPN debe batirse con el resto de las propuestas electorales, pero por la segunda plaza.

Figueroa, exvicegobernador del primer periodo de Gutiérrez, se apega a su slogan Neuquinizate para desmarcarse de las críticas emepenistas, que lo acusan de ser un delegado de los partidos nacionales con sede en la Capital Federal. Tras un intenso raid mediático en los medios porteños que despertó comentarios en tierra neuquina, ya de regreso a la Patagonia se refirió a las posibilidades de dar un batacazo que modifique el sistema político en una región acaparada por los partidos locales.

"En la maquinita va a votar libremente", dijo el candidato de Comunidad, el partido que conformó para esta instancia, en alusión a los dispositivos que se emplearán para que la ciudadanía vote de manera electrónica en todo el distrito. En declaraciones al programa Enfocados, que se emite por la señal Somos El Valle, Figueroa habló de un importante número de votos cautivos que, a su entender, dejan abierto el resultado final.

A horas del inicio de la veda electoral, la pelea en su instancia final. La palabra definitiva se dará en la pantalla, cuando la ciudadanía defina con el voto quién será el nuevo gobernador. Sapag, viejo zorro patagónico, espera confiado la noche del domingo.