El ex intendente de San Miguel y ex Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires comenzó a moverse políticamente en el armado del denominado ‘Peronismo Republicano’. Sin embargo, mantiene el vínculo y teje encuentros con los máximos representantes de Juntos por el Cambio. Toma fuerza la opción de ir como candidato a diputado nacional.
«No me despido ni de San Miguel ni de la política». Esa fue una de las frases que pronunció el ex intendente y ex ministro de Gobierno, Joaquín De la Torre, el 12 de diciembre de 2019 en el contexto durante la asunción del primer mandato formal de su ‘delfín’ en el distrito, Jaime Méndez.
Realmente así parece ser. El «ex barón» sanmiguelino volvió al ruedo. «Nunca se fue», repiten desde su entorno más íntimo. Tras tomarse vacaciones desde finales de diciembre al momento del inicio de la pandemia, De la Torre retomó el contacto con dirigentes con el objetivo de armar y ser una opción electoral atractiva tanto en 2021 como en 2023.
Con algunas selectas entrevistas mediáticas y publicaciones en sus redes sociales a mediados de año, el ex jefe comunal comenzó a levantar el perfil. El gesto más contundente hasta el momento lo dio el 21 de septiembre, al juntarse con los intendentes del PRO que decidieron conformar el Grupo Dorrego. Pareció ser una muestra de apoyo político al esquema en el que un sector de Juntos por el Cambio propone que un intendente llegue a la gobernación bonaerense.
Días después, De la Torre se mostró con la diputada nacional, Graciela Camaño y el concejal de Tres de Febrero, Martín Jofré. Junto a ellos y otro importante grupo de peronistas no alineados al Frente de Todos, como el caso del ex senador y candidato a vicepresidente, Miguel Ángel Pichetto, están armado un espacio denominado «Peronismo Republicano».
Por otra parte, su postura militante en favor de las dos vidas continuó en plena pandemia. Es un tópico que lo ha tenido -y seguramente lo volverá a tener- en el tintero mediático varias veces lo cuál ha colaborado en reforzar su nivel de conocimiento público además de generarle adeptos.
Con todo este contexto y la trayectoria que acarrea De la Torre, según dirigentes y personas allegadas a él, la postulación para un cargo legislativo el año que viene sería prácticamente un hecho. Una diputación nacional es lo que algunos consideran y creen más lógico. Tampoco se descarta una senaduría por la provincia, pero serán varios los nombres en danza para un puesto al que podrán acceder muy pocos.
«No queremos a los nenes del PRO queriéndote digitar qué tener que hacer y qué no; fue una mala experiencia lo de la ultima elección», señala un dirigente muy cercano a De la Torre desde hace muchísimos años.
«No querían que la gente se acerque en los actos…hay que hacer una armado con la gente cerca, nada de esos experimentos de Durán Barba. Sabemos hacer campaña al estilo peronista, nos sentíamos muy incómodos de la otra manera. Creían que manejaban todo y fueron los mariscales de la derrota. Estamos armando una pata peronista con compañeros desencantados con el kirchnerismo para armar algo nuevo y consistente, el resto vendrá», agregó la misma fuente.
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