La hermana del presidente y el asesor estrella lanzaron cada uno sus agrupaciones. Muestran modos de construcción contrapuestos con un mismo objetivo: las listas del 2025.
Por: Tatiana Scorciapino.
Con el 2025 a la vuelta de la esquina, La Libertad Avanza pone toda su líbido en la consolidación de su construcción nacional en medio de una latente tensión entre las dos grandes facciones que componen el partido. Casi como un homenaje a la guerra aviar entre halcones y palomas que protagonizaron los ex integrantes de Juntos por el Cambio, el ala política del espacio, comandada por Karina Milei, choca con el sector que tiene en su cúpula al asesor todo terreno Santiago Caputo.
A fines de octubre, el Hotel Presidente -usina del jet set de los ’90- se convirtió en el escenario del lanzamiento de La Carlos Menem, una agrupación juvenil decidida a disputar espacios en las listas del próximo año. Además de la presencia de la siempre emocionada Zulemita, aquel lanzamiento contó con la congratulación del secretario de Integración Socio Urbana, Sebastián Pareja, y la legisladora porteña Pilar Ramírez, principales alfiles de «El Jefe» en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. A pesar de que la lista de nombres era abultada, ninguna terminal de caputismo asistió al evento.
Tres semanas después, San Miguel fue bendecido por Las Fuerzas del Cielo. El escenario concedido por Joaquín de la Torre y José Esper -aliados de Caputo en la disputa que también mantiene con la ministra Sandra Pettovello- aglomeró a gran parte del brazo digitalmente armado de La Libertad Avanza. Daniel Parisini, alias el Gordo Dan; el jefe de la bancada bonaerense, Agustín Romo; el secretario de Culto, Nahuel Sotelo; y el tuitero Lucas “Sagaz” Luna, fueron los encargados de evangelizar a las 300 personas que reunieron en la Sociedad Italiana de la localidad conurbano. Todos hablaron de defensa, verticalidad y lealtad, máximas indispensables para el ex estudiante de ingeniería.
El lanzamiento de la autodefinida guardia pretoriana de Javier Milei, que se organizó en absoluto hermetismo, prendió todas las alertas del otro lado del mostrador. A la misma hora que las redes se inundaban de imágenes de la nueva orga libertaria, el coordinador de la juventud LLA en la Primera Sección electoral posteaba una foto de Sebastián Pareja en uno de los balcones de la Legislatura provincial. “Las fuerzas de la gestión”, rezaba el texto que acompañaba la imagen.
Invitados a subir al ring, los miembros de la mesa chica de Las Fuerzas del Cielo resplandecieron durante toda la semana en Casa Rosada. “Javier retuiteó todo sobre el lanzamiento”, dijeron contentos en más de una ocasión. Los dichos no son inocentes. Los «pibes» quieren demostrar que cuentan con el apoyo del presidente en su carrera por la construcción de la pureza libertaria.
Esta no es la primera vez que los dos miembros honorarios del Triángulo de Hierro confrontan en la superficie. Las diferencias entre la hermana presidencial y el asesor político quedaron expuestas semanas atrás, cuando Caputo decidió fotografiarse en la Casa Rosada con los referentes de Universitarios de La Libertad Avanza (ULLA). La organización buscó poner en jaque la hegemonía libertaria que aspira construir Crear + Libertad, espacio auspiciado por Pareja y la propia Karina en las universidades.
Aquella foto despertó el enojo de Pareja, quien ordenó al apoderado provincial de LLA, Juan Osaba, enviar una carta al rector de la Universidad de La Plata para que prohíba a ULLA usar el nombre y los sellos del partido oficialista. El golpe fue certero y calculado. No son pocos los que afirman que este movimiento de Pareja fue una respuesta a la desatención que significó no haberlo invitado a romper las fajas de seguridad que inhabilitaban una obra de Mercado Libre en La Matanza a finales de octubre.
Este viernes Karina también mostró sus cartas. En el lanzamiento de La Libertad Avanza en Córdoba sentó a su lado a Sharif Menem, director general de la Secretaría Privada de la Presidencia de la Cámara Baja y sobrino segundo de Martín Menem. Mientras los militantes presentes agitaban, la hermana presidencial afirmó que “todos los jóvenes son el motor de este espacio”. Fuerte y al medio.
Si bien en ambas terminales evitan hablar abiertamente del tema, las diferencias entre moderados y fundamentalistas están sobre la mesa y ninguno abandonará su camino para comandar el armado de listas del 2025. Mientras el ala política del espacio, integrada por Karina, Pareja y el armador nacional, Lule Menem, construye mostrándose como dialoguista, los jóvenes de Caputo salen a comerse la calle digital y se encierran en su propia máxima: Milei o muerte.
Aunque quienes lo conocen dicen que su pedantería puede ser su peor enemiga, el asesor es astuto. Dicen en La Rosada que conoce el pensamiento del presidente y que sabe que el amor incondicional que une a los hermanos Milei es más fuerte que cualquier otra persona en el esquema libertario, aunque haya sido un factor fundamental para llegar al poder. “Karina es la que decide”, se lo escucha decir cada vez que se le consulta por la configuración del esquema político que el oficialismo llevará a competir en los 24 distritos, ocultando deliberadamente la injerencia que él mismo sabe que también tendrá en la elección de nombres.
Decidido a no confrontar con la dueña de la lapicera, Santi -como gustan llamarlo los veteranos del oficialismo- se recluye por horas en su despacho desde donde audita la gestión y cierra acuerdos con todo el arco político. Rodeado de cadáveres de cajas de Marlboro box, libros de consultoría política y un majestuoso cuadro del presidente pintado a mano, el asesor planifica el próximo paso. La consolidación del traspaso de electores del PRO a LLA, que se avizora en cada una de las encuestas que reciben en el primer piso de la Casa Rosada, abrió un nuevo capítulo en el sueño libertario: ser la única fuerza que rivalice con el peronismo.
Caputo trabaja para replicar el bipartidismo que protagonizaron el justicialismo y el radicalismo durante décadas. Para ello, mientras espera que el peronismo reconozca a LLA como su contrapeso, dedica gran parte de su día a sumar aliados a este nuevo espacio de derecha que cobije a quienes estén alineados a las ideas del presidente. Lejos de embanderarse en el antiperonismo que supieron ejercer otros espacios, el «Mago del Kremlin» sabe que la existencia de uno es condición para la supervivencia del otro. Por eso, en sus libros, confrontar no es sinónimo de proscribir y no se subirá a la ola persecutoria contra Cristina Fernández.
Aunque el odio sea grande, el espanto los une. En paralelo al acting de enemigos íntimos, ambos partidos trabajan en acuerdos subterráneos para dar la estocada final contra el espacio de Mauricio Macri. El visto bueno para aprobar la eliminación de las PASO, las instancias de negociación con Juan Manuel Olmos en el espectro judicial y la firma de Lucía Corpacci en el dictamen del pliego de Ariel Lijo para la Corte, resistido por el macrismo, son una muestra de los puentes que existen en ambos lados del río. «
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