Javier Milei, Toto Caputo y el club de las persianas bajas

Javier Milei, Toto Caputo y el club de las persianas bajas

Hasta septiembre, cerraron 832 empresas de la industria manufacturera. Casi 30.000 personas despedidas. El derrumbe del primer año, ¿la punta del iceberg?

 

El modelo económico que aplicaron Javier Milei y Toto Caputo ya tiene su correlato tangible en la vida real, la industria manufacturera, los sectores industriales como calzado, textil, confección, línea blanca, metalúrgico, fabrica de computadoras y motos atraviesan la disyuntiva que le impuso el gobierno libertario: reconvertirse o desparecer. El club de las persianas bajas sigue sumando socios.

Entre noviembre de 2023 hasta septiembre pasado, último dato oficial, cerraron 872 empresas en la industria manufacturera.

El sector genera el 19% de los puestos de trabajo registrados privados y aporta el 20% del valor agregado del país.

“La industria cayó 10,7% en los primeros 11 meses de 2024. Es el sector más afectado detrás de la construcción. Se perdieron 27.733 puestos de trabajo registrados privados en diez meses”, dijo a Letra P la economista Carolina Berardi, del Centro de Economía Política (CEPA).

“Es preocupante porque es el segundo sector más relevante en materia de empleo registrado privado”, advirtió.

La debacle metalúrgica de Javier Milei

Los nombres de los caídos dimensiona el proceso en ciernes: la metalúrgica, que es transversal a todos los sectores porque construye los bienes de capital -máquinas-, es un termómetro de actividad: cerraron Talleres Belgrano S.A. de Chivilcoy y Fabio Hnos. en Florencio Varela, ambos bonaerenses con más de 73 años en el rubro.

En San Luis cerró la metalúrgica Santa Rosa S.A. con 37 años y en Santa Fe, Sinagro de la ciudad de Rufino.

Metalúrgica Gonella bajó la persiana de su sede entrerriana y se quedó en Santa Fe, donde está hace 70 años. También en Entre Ríos, Futura redujo personal. Acerbrag, el gigante acerero de la ruta nacional 5, en Bragado, despidió más de 50 trabajadores y también cortó contratos.

El caso lapidario es Acindar, la siderúrgica subsidiaria de ArcelorMittal que suspendió a 700 trabajadores en la planta de Villa Constitución, Santa Fe. Todavía no llegó el acero chino o turco.

Suspensiones laborales en el primer año de Javier Milei

Tenaris, del grupo Techint de Paolo Rocca, despidió 160 personas en la localidad bonaerense de Valentín Alsina.

Las zapatillas vietnamitas ganan la guerra

El sector calzado está grogui. En 2024 la producción cayó un 15%, las ventas un 20% y las importaciones de calzado terminado crecieron un 50%.

Los productos de Vietnam, China y México no perdonan. Las importaciones crecen con los controles inexistentes que dispuso el secretario de Industria y Comercio, Pablo Lavigne.

Así cerró definitivamente la planta de la empresa brasilera Dass en Coronel Suárez que fabricaba zapatillas y botines para Adidas, Nike y Fila. La empleadora privada más grande de esta ciudad bonaerense con 43.000 habitantes, despidió a 360 personas. La historia calzadista del distrito a la basura.

Bicontinentar, otra fabricante de zapatillas bonaerense, en Chivilcoy, se le rompió el modelo de negocios a principio de 2024 y ahora pena por mantener el trabajo a 174 personas, que no pudieron cobrar su salario de diciembre.

La góndola del mundo ahora se achica

El sector alimentos del país reservado para ser la góndola del mundo también se achica: Dánica, del grupo Beltrán cerró su planta histórica de Llavallol, en Lomas de Zamora. Son 150 personas empleadas menos y quienes trabajaban allí están peleando para que les paguen media indemnización, porque el despido es “con causa”: “No hay ventas”, argumentaron los dueños de la firma.

El frigorífico Euro de Santa Fe también despidió a 70 trabajadores, más de la mitad de su plantilla.

La alimenticia de conservas de frutas y tomates Canale cerró su planta de San Rafael, Mendoza, y echó a 40 trabajadores. En Mendoza también quebró la fábrica de snacks Gonzalo y dejó 30 trabajadores sin empleo.

La mexicana dueña de los panificados BIMBO y Fargo despidió trabajadores en Córdoba.

Granja Tres Arroyos, la mayor productora de pollos del país, se declaró en crisis y quiere bajarle el sueldo a 700 personas empleadas. Su dueño, Joaquín de Grazia, eliminó de la plantilla a 100 trabajadores y ofrece retiros voluntarios para un centenar más.

La multinacional Pepsico despidió a 36 trabajadores en el Parque Industrial de Mar del Plata.

Asamblea de trabajadores en el primer año de Javier Milei

La multinacional química Dow anunció el cierre de su fábrica de poliuretano en Puerto General San Martín, en Santa Fe, con 120 trabajadores en la calle, porque van a mudar la producción a otros países.

El sector textil también está en la lona. Algodonera Avellaneda viene golpeada por el concurso de acreedores del grupo Vicentin, su casa matriz. La caída del consumo y la apertura importadora terminaron asfixiándola y en diciembre presentó su concurso preventivo. Son tres plantas y 500 puestos de trabajo en riesgo.

Textilcom cerró sus fábricas de La Rioja y en Catamarca, donde producía para Grisino, Cristóbal Colón y Cheeky. Dejó 267 trabajadores en la calle. En La Rioja también cerraron AlpaCladd y Guipure.

Imperial Cord, de neumáticos para motos y bicicletas cerró y despidió a 50 trabajadores. Los gigantes Firestone (Bridgestone Argentina) y FATE despidieron trabajadores. El sector perdió el 30% de empleo, 1.200 puestos de trabajo menos.

Línea blanca y electrodoméstico quedaron golpeados: Whirlpool y Briket sumaron 360 personas despidas. La industria de Tierra del Fuego echó a más de 3 mil trabajadores.

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