Si avanza la limitación a los DNU y no le permiten canjear deuda, archivará el Presupuesto y cerrará los recintos. El juego de Macri. Minucias estadounidenses.
Por Mauricio Cantando
Javier Milei pateó el tablero: con encuestas que lo muestran con un pico de imagen positiva en octubre, ordenó a su tropa romper relación con el Congreso si la oposición no acepta mantener el equilibrio fiscal en el Presupuesto 2025 y avanza con la restricción del uso de DNU y la derogación del decreto que flexibiliza las condiciones para canjear deuda.
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La fractura, predicen los libertarios, será a lo Milei: con insultos en medios de comunicación y en las redes sociales. Esta vez no habrá urgencias, porque si el Presupuesto está caído no harán falta más leyes y, desde diciembre, los recintos sólo pueden abrirse si lo dispone el Presidente.
Recién en marzo la oposición podría hacer valer la mayoría que sacudió a la Casa Rosada en el segundo semestre. Demasiado tiempo. La alianza anti-Milei une a dos bandos que en los primeros meses del año jugaron en veredas separadas y, unidos, conforman una mayoría en el recinto de la cámara baja.
Un sector es el de los intransigentes, que son Unión por la Patria y el Frente de Izquierda, quienes no están dispuestos a votar nada con el Gobierno, con excepciones como el cuarteto de Catamarca.
Sin levantar el perfil, para no herir susceptibilidades, UP y el FIT coordinaron una agenda con un sector del dialogismo que Milei tuvo a su merced en su luna de miel y ahora se le presenta institucionalmente como oposición. Ese lote lo integran Encuentro Federal, el variopinto bloque conducido por Miguel Pichetto; la Coalición Cívica y los radicales rebeldes, que ahora tienen bancada propia: Democracia por Siempre.
La defensa de Javier Milei
La sesión del martes expondrá el nuevo escenario parlamentario que alteró los planes de Milei y tiene como figuras claves al jefe de UP, Germán Martínez; y al diputado Nicolás Massot (EF), con capacidad para negociar en paralelo con el santafesino y el resto de las bancadas, sin documentos escritos ni fotos.
El temario incluye los dictámenes para restringir el uso de los decretos de necesidad y urgencia, con una reforma a la ley vigente, la 26.122, de autoría de la entonces senadora Cristina Fernández de Kirchner.
UP aceptó a regañadientes modificar la norma -exigió acotar los cambios-, pero cuando hubo que llamar a sesión puso condiciones: en su despacho del Instituto Patria, CFK pidió a los jefes de bloque de ambas cámaras (Martínez y el senador José Mayans) que en la misma sesión se tratara el DNU 846, que flexibiliza las condiciones para canjear deuda y usar el Fondo de Garantías de Sustentabilidad de ANSES.
Miguel Ángel Pichetto, diputado de Encuentro Federal, durante el debate de las universidades.
Los exdialoguistas aceptaron la oferta porque de lo contrario no había cuórum posible. También se definió que la sesión sea el martes, porque el miércoles el kirchnerismo hará guardia en Comodoro Py a la espera del fallo del Tribunal de Casación en la causa Vialidad. La decisión trajo un problema logístico: como el lunes es el día del empleado legislativo no puede prepararse la sesión del día siguiente. Es por eso que empezará a las 15 horas.
El decreto 846 fue cuestionado por referentes de Encuentro Federal y la UCR blue, que, además, armaron una contraoferta al Gobierno: tratar su contenido en el proyecto de Presupuesto, donde, en definitiva, figura la autorización a endeudarse.
La convocatoria complicó un cronograma de canjes de deuda previsto por el ministro Toto Caputo, suficiente para que Milei salte del sillón de Rivadavia a pedir explicaciones. “Es muy grave lo que pasó”, fue el mensaje del Presidente, decidido a patear el tablero.
Ocurre que el DNU 846, si se rechaza en las dos cámaras, queda derogado. A diferencia de una ley, no existe la opción del veto. Tanta es la decisión de UP de anularlo que, si el martes es rechazado en Diputados, Mayans podría pedir una sesión para el jueves en el Senado. Victoria Villarruel no tendrá otra opción que cerrar el recinto hasta marzo.
El Presupuesto, congelado
Antes de la citación de la sesión, Milei tenía una hoja de ruta definida: negociar el proyecto de Presupuesto en su despacho con gobernadores y ceder en algunos reclamos sin alterar el equilibrio fiscal. El acuerdo más avanzado era incluir obras públicas convenidas con anteriores gobiernos, que reactiven la actividad en las provincias y mejoren su infraestructura.
Es una idea del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para pasar del prometido al demorado comienzo de las iniciativas privadas a lo largo del país. Milei aceptó y le puso la cara ante los gobernadores. Esta semana fue el turno de los mandatarios radicales, que hablaron más de sus recursos que de las universidades y las jubilaciones, las dos principales demandas que se escuchan en el Congreso.
Ya habían pasado por la Casa Rosada los gobernadores del PRO y de fuerzas provinciales afines. En el ex-Ministerio del Interior hay un semáforo que ubica a muy pocos jefes territoriales hostiles. Sólo están en rojo Axel Kicillof (Buenos Aires), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego). Hay muchos amarillos, como Gerardo Zamora (Santiago del Estero); o -más verdosos- el neuquino Rolando Figueroa y el santacruceño Claudio Vidal.
“Nuestro plan es hacer un Presupuesto con equilibrio, que se apruebe en las dos cámaras rápido. No vamos a dejar que llegue al Senado para que (Martín) Lousteau pida cambios. Si vemos ese escenario, no se trata, se prorroga el de 2023 y los gobernadores van a hacer campaña en sus provincias sin un peso”, amenazan en el Gobierno.
La alianza anti-Milei de Diputados ya preparó sus cartas. El martes, en caso de alcanzar cuórum, al inicio de la sesión emplazarán a la comisión de Presupuesto para poner día de dictamen y fecha en el recinto. De todos modos, en el Senado no alcanzan los tiempos para la sanción y el proyecto recién podría tratarse en marzo. La oposición díscola no lo descarta. Sería un golpe de efecto preelectoral. Hasta este fin de semana, los operadores de la alianza anti-Milei, Oscar Carreño (EF) y Pablo Juliano (DPS) creían tener garantizados los 129 votos para abrir la sesión.
Los diputados Facundo Manes y Pablo Juliano, del nuevo bloque radical, claves para la reforma de DNU.
El último conteo tuvo un piso de 132 y dejaba fuera a referentes con jefes de gobernadores, por si acaso. Incluía a miembros de la UCR (Julio Cobos anunció este sábado que votará a favor) y los larretistas del PRO que querían distanciarse del Gobierno: Álvaro González y Héctor Baldassi.
Milei no disimuló su tensión: Martín Menem llamó a los jefes de bloque el jueves para pedirles, sin vueltas, que bajaran la sesión si querían el Presupuesto. No lo logró: los intentos siguen este fin de semana, pero no parece fácil para el riojano torcer el destino.
Un obstáculo es Córdoba, que tiene tres votos coordinados por el gobierno local, que no está conforme con los montos dispuestos para las 13 cajas previsionales locales. Calculan que el presupuesto total asignado es similar a lo que sólo debería recibir su distrito. Sin ese problema no es resuelto, quedarán fijos en la alianza opositora.
Macri, expectante
Más atento al cierre de listas está el PRO, con Mauricio Macri decidido a volver a marcarle la cancha a Milei. Le pidió a su bloque no pronunciarse sobre la reforma de los DNU: ni siquiera firmaron el dictamen de rechazo de LLA y esta semana que pasó, no hubo reuniones ni llamados.
Este lunes, Cristian Ritondo reuniría a su bloque para tomar una definición, pero quienes pudieron hablar con Macri especulan con una abstención. Sería la forma de no quedar pegados al kirchnerismo, pero tampoco darle garantías a Milei de que tendrá los votos ante un eventual veto, que no llegaría antes de marzo.
Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, claves en el Senado para la ley ómnibus de Javier Milei.
La fecha no es menor: como las PASO se realizan una semana antes, debido a la implementación de la boleta única, las listas cerrarán a fines de mayo. O sea, la reforma de los DNU también se convirtió en un instrumento de extorsión de Macri a Milei.
El expresidente exige que se anuncie un acuerdo electoral entre el PRO y LLA, en el que nadie sea rehén. Karina Milei empezó a evaluarlo, pero quiere sostener la lapicera. Menem, en diálogo con Ritondo, se convenció de que la alianza tiene que ser anunciada para que la provincia de Buenos Aires no sea peronista. Una vez más, el obstáculo es el asesor Santiago Caputo, reacio a los acuerdos de cúpulas.
La era Trump
El Congreso estuvo esta semana casi sin actividad porque una veintena de legisladores de todas las fuerzas políticas fueron a Estados Unidos a presenciar la elección presidencial, como parte de las siete delegaciones que llevaron invitados de Argentina, algunas locales y otras con sedes en países de la región.
Fueron atendidas en la embajada argentina en Washington por el encargado de negocios Juan Cartoletti, quien se quedó a cargo de la oficina por el nombramiento como canciller del exembajador Gerardo Werthein. Quien era su segundo, Francisco Tropepi, había renunciado para representar al país en la ONU.
La comitiva de legisladores tuvo jefes de bloque -como los diputados Ritondo y Rodrigo De Loredo (UCR)- y a la catamarqueña de UP María Fernanda Ávila, que ayudó al Gobierno con su ausencia a sostener el veto a la ley de presupuesto universitario. Los libertarios prefirieron no exhibirse, aunque habrían viajado no menos de dos de sus miembros.
Los más activos fueron los representantes de Misiones: el diputado Daniel Vancsik y el senador Carlos Arce. Acompañaron una comitiva de funcionarios e intendentes de su provincia interesados en buscar inversiones. No es un caso atípico: hace un mes estuvo en Washington el santiagueño Zamora. La cancillería no es celosa de esos temas. Sólo pide -explican los funcionarios libertarios- que el personal diplomático respete las posiciones del Presidente en foros y organismos. Podrán advertir cualquier conflicto con el derecho internacional. Pero nunca mandarse solos.
Javier Milei y Victoria Villarruel.
Los legisladores trajeron varias impresiones de Estados Unidos de su diálogo con diplomáticos y colegas de otras naciones. La principal es que la afinidad, poca o mucha, que tenga Milei con Donald Trump servirá, porque el común denominador de los gobiernos estadounidenses es ignorar a Argentina.
“La diplomacia presidencial existe y Trump tendrá herramientas para subir y bajar aranceles a gusto”, remarcaron algunos de ellos, y exponen una nota elogiosa a Milei del Financial Times. La otra noticia positiva es que hay varias empresas estadounidenses interesadas en invertir en el país a partir de las condiciones que ofrece el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI).
El temor, claro está, es que Trump obligue a la región a una ruptura explícita con China o suba las tasas de interés y complique los planes financieros del país. Tal vez por eso Toto Caputo está tan apurado en canjear bonos. Cualquier similitud al gobierno de Macri, no es coincidencia.
Senado congelado
La vicepresidenta sigue viendo los acontecimientos del Gobierno al costado del camino, con mayor incomodidad: sus enemigos internos, como la diputada Lilia Lemoine, le pegan con encuestas que reflejan que, a diferencia de hace un mes, ya no mide más que Milei.
En la trinchera digital, los villarruelines aseguran que son números falsos, pero no pueden negar que el Presidente mejoró su llegada en los últimos días, aún enfrentado a su vice, que tiene agenda propia y personal.
El Senado es tierra de indios sin caciques: no hay jefes de bloque ni referentes capaces de mover a sus tropas. Por caso, este miércoles la radical Carolina Losada no pudo dictaminar la ley antimafia que pide Patricia Bullrich, por ausencias de varios bloques sin explicaciones. La periodista volverá a intentar el miércoles.
Villarruel planea sesionar la otra semana, tal vez con la visita de Francos a dar su informe de gestión. ¿Abrirán el recinto si eso implica que se emplace a votar el DNU que restringe el canje de deuda? Alguien del Gobierno deberá hablar con la vicepresidenta y ponerse de acuerdo. Hace mucho que eso no ocurre.
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