A partir de mayo, bajará de 5,8 a 2 millones la clientela residencial incluida en el sistema. Los cambios en las reglas y quiénes seguirán recibiéndolos.
Por Antonio Rossi
El nuevo esquema nacional de subsidios para el gas residencial que comenzó a delinear la administración de Javier Milei, bajo el nombre de Canasta Energética Básica (CEB), alcanzaría sólo al 20% de los hogares luego de introducir dos modificaciones sustanciales en el sistema de Segmentación Tarifaria implementado por el ex ministro de Economía Sergio Massa.
Actualmente hay casi 9,4 millones de la clientela residencial de gas natural por redes. De manera directa e indirecta, 5,8 millones de hogares -el 62% del total- cuentan con subsidios y pagan menos del 20% del costo de abastecimiento. Fuentes de la Secretaría de Energía, a cargo de Eduardo Rodríguez Chirillo y especialistas del sector consultados por Letra P, estimaron que con el nuevo mecanismo libertario de la CEB, los subsidios quedarían limitados al 20% de las familias y llegarían sólo a 2 millones de hogares que se encuentren en “condiciones de vulnerabilidad”.
El otro cambio relevante en el esquema de los subsidios estará en los parámetros y datos socioeconómicos que se usarán para identificar a quienes seguirán recibiendo contando con la ayuda estatal en los servicios públicos.
Una formula nueva
La segmentación de tres niveles residenciales -N1 altos ingresos, N2 bajos ingresos y N3 sectores medios- está basada en subsidios que se modifican mensualmente según las subzonas tarifarias, los niveles de consumos y las distintas categorías de usuarios. La administración libertaria buscará reemplazarla por una fórmula nueva, que tomará en cuenta los ingresos totales de cada hogar y el consumo mínimo de gas que necesitan mantener bonificado. Quienes superen ese tope subsidiado, pagarán por el excedente la tarifa plena; que, a partir de febrero, vendrá con el precio del gas “dolarizado” y con ajustes mensuales por la inflación mayorista.
Las primeras señales sobre el alcance de la nueva política de subsidios para el servicio de gas quedaron expuestas en la presentación que hizo Rodríguez Chirillo en la audiencia pública del Ente Nacional de Regulación del Gas (Enargas) y ante el Congreso por el debate de la ley ómnibus.
Falencias del esquema anterior
En sus exposiciones públicas, el secretario de Energía marcó tres falencias al esquema de subsidios heredado: quienes están en los niveles residenciales N1, N2 y N3 siguieron recibiendo subsidios generalizados, porque los precios fijados en los mercados mayoristas no cubrían el total de costos; superposición de personas beneficiarias de planes sociales; y falta de control de los padrones con discrepancias con el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) y la base de datos del Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social (Sintys).
Afirmó, además, que “la tarifa debe reflejar el costo real y cubrir las necesidades de inversión para garantizar y ampliar la prestación del servicio, limitando los subsidios solamente a los sectores más vulnerables y que tengan dificultades para pagar”.
Rodríguez Chirillo también adelantó, sin dar muchas precisiones, que la CEB “va a conectar los ingresos totales del grupo conviviente con el mínimo de consumo que requieren y cuando la factura supere determinado porcentaje, el Estado saldrá a subsidiar a esos usuarios”.
Esquema similar y dudas
La intención del Gobierno es que el nuevo esquema de subsidios para el gas, o uno similar, también se instrumente para el servicio eléctrico de Edenor y Edesur. Será a partir de mayo y previo tratamiento en una audiencia pública prevista para marzo o abril.
Más allá de los adelantos que hicieron quienes tienen a cargo el área de Energía, especialistas del sector señalan dos cuestiones significativas que faltan aclarar y que no están exentas de contratiempos y polémicas.
Facturas de luz y gas
La primera duda es que, para poder aplicar el nuevo esquema de subsidios, Milei debería derogar la ley 27.637 de 2021 impulsada por Máximo Kirchner. Esa norma extendió los beneficios tarifarios del Régimen de Zonas Frías y Patagónicas a más de 11 provincias y ampliando de 900.000 a más de 4 millones el número de hogares beneficiados.
La otra inquietud de quienes conocen el sector energético es saber qué organismos intervendrán en el registro y control del nuevo sistema, de dónde se tomarán los datos de los ingresos totales de cada hogar y con qué criterios se definirán los consumos topes de una familia tipo o una pareja de jubilados.
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