La Ley Guzmán obliga a un proceso legislativo. Para el Presidente, un nuevo acuerdo no se suma a la cuenta. Caputo estima que la norma igual hay que cumplirla.
Por Eugenia Muzio
Los dólares frescos del Fondo Monetario Internacional (FMI) están encaminados. El Gobierno quiere un acuerdo por u$s11.000 millones, pero toda deuda nueva en moneda extranjera debe aprobarse primero por el Congreso. Para Javier Milei, en minoría y en año electoral, será todo un obstáculo.
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El Presidente mide una alternativa que podría saltarse la norma vigente. Milei parte del argumentó de que las divisas que lleguen fruto de un programa a estrenar serán utilizadas para recapitalizar al Banco Central, es decir, que los dólares se usarían para cancelar títulos públicos y con ello “sanear” el balance de la autoridad monetaria.
"El acreedor más grande que tiene actualmente el Tesoro es el BCRA. Entonces, esos fondos no se van a usar para financiar gastos público, lo vamos a tomar para que el Tesoro le cancele deuda al Central y que la variación bruta sea cero. Esos dólares van a quedar en el BCRA para robustecer su hoja de balance", explicó el mandatario en una entrevista radial.
El planteo de Toto Caputo
Milei buscó instalar el argumento del pasamanos. La misma deuda en términos netos cambiaría de la cuenta de un prestamista (el Central) a otro (el FMI).
Fuentes oficiales consultadas por Letra P insistieron con esa lógica, mientras que en el quinto piso del Palacio de Hacienda afirmaron que aún así "debería pasar" por ambas cámaras legislativas.
En el equipo económico de Toto Caputo reconocen que "la cuestión política" puede ser motivo de dilatación para que lleguen los fondos en medio de un año marcado por el voltaje alto de las elecciones legislativas.
La ley sobre la deuda con el FMI
En su artículo 3, la ley 27612 establece que "todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados con el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley del Honorable Congreso de la Nación que lo apruebe expresamente".
La normativa estuvo a punto de ser eliminada en el combo de la ley Bases, pero el largo debate por aprobarla, hizo que se mantuviera.
Javier Milei y Toto Caputo irán juntos a la reunión con la titular del FMI
Presidencia
Cerca del ex ministro de Economía Martín Guzmán, impulsor de la normativa en 2022, explicaron a este medio que "no importa el destino del financiamiento, sino si constituye una operación de este tipo".
"Andan instalando esto de cancelar parte las Letras Intransferibles del BCRA (unos u$s20.000 millones según el último balance semanal) con los eventuales fondos adicionales que vengan junto al nuevo programa del FMI", detallaron las fuentes consultadas.
"Esto último 'aseguraría' que el Tesoro no se 'gaste' estos fondos en intervenir en el mercado de cambios (como hizo Caputo en 2018) o en financiar el gasto; pero no asegura que luego el BCRA utilice sus mayores reservas para intervenir en el mercado", plantearon.
Los mercados señalan dificultades políticas
En la City porteña también ven difícil que la administración libertaria pueda saltearse el paso legislativo. "Nos cuesta ver que se opte por esta vía: el texto de la ley 27612 es bastante claro al respecto y anticipamos ruido político (justo cuando se definen alianzas electorales) de intentarlo, algo que no le agradaría al Fondo", plantea un informe de 1816.
Eco Go, de Marina Dal Poggetto, cuestionó el pasamanos: "Mucho carry (de locales) con deuda encepada a plazos cortos dejan latente un riesgo de emisión y retroalimentación negativa si la flexibilidad cambiaria juega a la inversa y cae la demanda de bonos, actualmente asegurada con el manejo de la nominalidad descendente dentro cepo. Al final de cuentas, el prestamista, si esto ocurriera, vuelve a ser el BCRA y no luce que el FMI esté dispuesto a volver a dejar usar sus dólares si cambia el humor del mercado".
Toto Caputo con la titular del FMI, Kristalina Georgieva.
¿Hay dólares frescos?
Las conversaciones por un nuevo programa iniciaron a fines de 2024 y por estos días, resta saber cuántas divisas está dispuesto a sumar al endeudamiento ya existente el Fondo y si Caputo dará el brazo a torcer para flexibilizar el esquema cambiario y exponerse a una mayor volatilidad en un año electoral, el punto débil del programa económico que señaló el organismo internacional en su último documento.
Es el punto de inflexión que decidirá el timing: si se cumple el primer cuatrimestre que prometió el titular de la cartera económica o si la gestión libertaria pateará la definición para después de las elecciones legislativas.
Pero con el impulso de Donald Trump ya presidente de Estados Unidos y el abrazo de Milei con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, hay pocas dudas respecto a si habrá o no una inyección de billetes verdes.
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