Por Liliana Franco

Avanza la posibilidad que el país obtenga un crédito externo por 15.000 millones de dólares para recomponer las alicaídas reservas del Banco Central, según señalaron a Ámbito fuentes vinculadas a la negociación entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington.

En este contexto deben interpretarse las declaraciones periodísticas del presidente, Javier Milei cuando se lo consultó sobre cuándo levantará el cepo: “yo prefiero ir a lo seguro, como dicen en el FMI, y apuntarle a mitad de año. Si me ponen 15.000 millones de dólares lo abro mañana”. De esta manera, el jefe de Estado ratificó su vocación de levantar el cepo lo antes posible pero contando con respaldo.

Este tema fue conversado con la número dos del Fondo Monetario Internacional, Gita Gopinath, en la reunión que mantuvo semanas atrás con el primer mandatario, según pudo reconstruir Ámbito de fuentes internacionales.

En esa oportunidad la economista le planteó al primer mandatario la renuencia del organismo multilateral a apoyar la dolarización. Quienes conocen la intimidad del FMI señalan que esta alternativa “no está dentro de los manuales del Fondo” y que por lo tanto sería un alto riesgo político para la actual conducción técnica del organismo apoyar esta iniciativa. Cabe recordar que más de un alto funcionario del Fondo vio frustrada su carrera tras los fracasos en el manejo del caso argentino.

Con todo, el FMI está “asombrado” por la contundencia del ajuste que está llevando la Argentina, comentan en la capital de los Estados Unidos. Debe contemplarse que no sólo se trata de la reducción del déficit del Tesoro, unos cinco puntos del PBI, sino también de otros tantos correspondientes al cuasi fiscal, de donde el recorte llega a 10% del PIB.

Interés

En momentos en que las políticas del Fondo vienen siendo motivo de cuestionamientos, se considera que el organismo tiene particular interés en que el programa argentino tenga éxito. Más allá de que Argentina es el principal deudor del FMI, un buen resultado le permitiría utilizar la receta aplicada en el Gobierno como ejemplo a replicar en otros países.

El apoyo externo también fue conversado por Milei con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, a fines del mes pasado. Fuentes diplomáticas comentan que el funcionario norteamericano ofreció asistencia a la Argentina y el presidente le pidió que lo ayuden a bajar la inflación y que para ello se necesitan 15.000 millones de dólares. A diferencia de otras oportunidades, cuando la respuesta de los EE.UU. era negativa, dicen que el influyente funcionario dejó abierta la puerta para la posibilidad.

Los especialistas consideran que la forma más directa de obtener este apoyo externo es a través del FMI y, si se contara con el apoyo estadounidense, las posibilidades de lograrlo son altas. Además, un factor que podría contribuir a que esta ayuda pueda materializarse pronto es si el gobierno de Biden quiere ser la fuerza política que ayude a la Argentina. Es que, en caso de ganar Donald Trump las elecciones se especula que Milei tendría más allanado el camino.

De todas formas, un trámite que debería superarse es que requeriría un nuevo acuerdo entre la Argentina y el Fondo (no es posible ampliar el crédito existente porque la administración de Alberto Fernández rechazó tomar recursos adicionales).

La cuestión es que, en este caso, se necesitará de la aprobación del Congreso. Cabe recordar que la Argentina tiene un acuerdo de 30 meses por un monto equivalente a 44.000 millones de dólares que fue aprobado el 25 de marzo de 2022.

Milei y el G7

En tanto, en medios oficiales se asigna suma importancia a la reunión del G7, que tendrá lugar en Italia el próximo 13 de junio, de la que participará Milei invitado por la primera ministra Giorgia Meloni y en la que estará la titular del FMI.

En lo inmediato, el acuerdo con el Fondo tendría algunos ajustes. Tras las primeras medidas del programa implementado por el ministro Caputo, el acuerdo con el FMI contempla, para fines de abril, “el refinamiento del marco de política monetaria y operaciones, para garantizar que esté bien anclado en planes de mediano plazo claros y bien comunicados con objetivos coherentes con la estabilidad de precios”.

Recientemente, el FMI, a través de su vocera, Julie Kozack, dijo que es importante garantizar un aumento de la ayuda social y que se mantenga el poder adquisitivo de las jubilaciones. Este mensaje ya había sido transmitido por Gopinath al Gobierno argentino, junto con la necesidad de ampliar el consenso político al programa en curso. Y, según se interpreta en Washington, es la manera del organismo de “cuidarse” por si el programa que implementa el gobierno argentino fracasa.