Javier Milei estrecha la relación con Macri pero no cederá espacios

Javier Milei estrecha la relación con Macri pero no cederá espacios

Martín Menem empieza a tantear quiénes están dispuestos a acompañar, por fuera de PRO. Ya comenzó a tener algunas conversaciones con diputados radicales

 

 

Por Gabriela Vulcano

 

Más que enfriarse, Javier Milei le bajó el tono a la convergencia entre La Libertad Avanza y PRO que anunció días atrás su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El diálogo con Mauricio Macri es permanente y el acuerdo tácito que hay entre ambos está intacto, aún así el mandatario no está dispuesto a entregar la presidencia de la Cámara de Diputados, ni a ceder ministerios a la fuerza política que quedó tercera en las últimas elecciones. En el macrismo están seguros que la fusión es inexorable, a fin de garantizar la sobrevida de ambos espacios; sólo resta saber si traducirá en un cogobierno conducido por los libertarios o en un salvataje que reponga en primera fila a la dirigencia macrista.    

De regreso de Cumelén, Macri espera avanzar con varios temas; dos de ellos están entrelazados: la presidencia del partido que él mismo fundó y la política de alianzas con La Libertad Avanza. Sin rivales a la vista, da por descartado que retomará las riendas institucionales de PRO, por lo que el principal desafío por estas horas está puesto en las conversaciones que espera tener con Milei. "No hay que apurar los tiempos, como en cualquier alianza los lados tienen que ganar algo. No hay nada formal todavía", dijo a BAE Negocios un referente libertario con llegada directa al presidente.

A modo de ensayo, en el oficialismo deslizaron la posibilidad de confluir con PRO en un interbloque en el Congreso. La propuesta no sedujo lo suficiente a las principales espadas parlamentarias del macrismo, el bullrichismo y los pocos larretistas que siguen pie. El jefe del bloque de diputados, Cristian Ritondo, apostaba a destronar a Martín Menem de la presidencia de la Cámara baja. Karina Milei dejó en claro que eso no sucedería. Para que no quedaran dudas de su postura, la secretaria general de la presidencia nombró a Eduardo "Lule" Menem -mano derecha y primo del legislador riojano- en una de las subsecretarías que está bajo su ala, algo que quería hacer desde antes del 10 de diciembre.

"Hay Menem al frente de la Cámara de Diputados por un año", dijo un estrecho colaborador de Martín Menem. Y remató: "Sólo un año porque después lo tienen que volver a elegir, pero va a seguir". El propio Milei se encargó de ratificarlo el jueves último en una entrevista que le concedió a LN+ y este sábado el joven dirigente se mostró con Karina Milei en el Lawn Tenis Club para ver la semifinal del Abierto de Buenos Aires.

"Nosotros los necesitamos a ellos porque sino desaparecemos, dejamos de existir. Sus votantes son los nuestros. Pero si a ellos les va mal, van a venir a buscarnos corriendo para que los salvemos, en el Ejecutivo y en el Congreso, y ahí nosotros seremos los que conducimos", confesó un diputado macrista. 

Martín Menem sabe que no sólo en PRO miran con ganas su lugar. También un sector de La Libertad Avanza busca esmerilarlo a raíz de viejas rencillas. En la bancada, algunos integrantes le facturan la derrota por el proyecto de la Ley Ómnibus, mientras que otros se sienten desplazados a la hora de llevar adelante las negociaciones con el resto de las fuerzas políticas. "Hay que cerrar con el macrismo, ellos tienen más experiencia y pueden ayudarnos a acercar a diputados de otros partidos", señaló a este diario un legislador libertario. 

La negociación en Diputados

Con 72 diputados, sumando a los de La Libertad Avanza y PRO, no basta para reunir el quórum (129) y aprobar las iniciativas que envíe el Ejecutivo nacional. Pero algunos piensan en otro número como la clave de todo: 86. Ante una escalada del conflicto con los gobernadores, un aumento de la conflictividad social y un escenario económico adverso, creen que hay que cubrirse de un eventual pedido de juicio político contra Milei por parte de la oposición. 

Para sentar en el banquillo de los acusados al presidente son necesarios 172 votos de la Cámara baja, dos tercios del total de las 257 bancas. En ese marco, el oficialismo debería tener "86 diputados leales" que impidan el juicio. Sin embargo, esta preocupación no está por ahora en la Casa Rosada, donde festejan por adelantado lo que consideran logros económicos, como una tenue baja de la inflación (20,6% en enero) y un superávit financiero de 518.000 millones de pesos.

En materia legilativa, Milei y su entorno más cercano están dedicados a analizar los proyectos que mandarán al Parlamento, mientras Martín Menem empieza a tantear quiénes están dispuestos a acompañar, por fuera de PRO. Ya comenzó a tener algunas conversaciones con diputados radicales, varios de los cuales le garantizaron que podrían apoyar las iniciativas que impulse el Ejecutivo nacional, sobre todo los que responden directo al titular de la bancada, Rodrigo De Loredo. 

Con el bloque de Hacemos Coalición Federal, que preside Miguel Ángel Pichetto, las cosas están más tirantes debido a la heterogeneidad de sus legisladores. Sin embargo, algunos le sugirieron al oficialismo que incluya la Reforma Laboral, que  fue incluida en el DNU y quedó frenada en la Justicia. 

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