El candidato de LLA suspendió las giras con la motosierra y sale menos por TV; buscan exhibirlo cerca de la gente y retomar el discurso anticasta; piden que Macri y su gente regulen sus apariciones
Maia Jastreblansky
Javier Milei moderó la cantidad de entrevistas que ofreció tras las elecciones generales (en un contraste con el raid que había encarado tras las PASO) y al menos en lo que va de esta semana, la segunda camino al balotaje, no apareció en los medios. El líder libertario suspendió las caravanas con la motosierra en la mano por el conurbano y el interior del país. El coro anárquico de libertarios que hablaban con libre albedrío también se terminó: ahora los únicos “voceros oficiales” de La Libertad Avanza (LLA) son (además del candidato presidencial) el referente de las relaciones políticas del espacio, Guillermo Francos; la candidata a vicepresidenta Victoria Villarruel y la diputada electa (y virtual “canciller”) Diana Mondino.
La decisión del líder libertario de moderar su perfil mediático obedece a un cambio en la estrategia de campaña. Las urnas ya le demostraron a Milei que, al tiempo que construyó una base electoral del 30%, también edificó su techo. En el mano a mano con Sergio Massa, el candidato de LLA no puede seguir cometiendo errores. Y necesita que las luces dejen de apuntarlo y se posen, en cambio, sobre su rival y la situación macroeconómica.
“El balotaje es un referendo donde priman los sentimientos negativos y la clave pasa por quién instala el marco de la conversación ¿Es la campaña del miedo de Massa o el planteo del cambio de Milei para terminar con la decadencia?”, explicó un estrecho colaborador del libertario.
El problema que tiene Milei es que su estrategia comunicacional entró en cortocircuito con su estrategia política. Tras sellar el pacto con Mauricio Macri y Patricia Bullrich -algo que hasta ahora en LLA evalúan como positivo- sus dos flamantes aliados electorales y otros referentes de Pro salieron a explicar su decisión de apoyar al libertario en los medios y coparon las pantallas y las radios.
Legisladores, dirigentes y exfuncionarios como Hernán Lombardi, Waldo Wolff, Cristian Ritondo, Germán Garavano, Laura Alonso, Luis Petri, Luis Juez y Néstor Grindetti, entre otros, hablaron públicamente para pedir el voto por Milei. Y eso generó algunas interferencias en el mensaje que quiere transmitir el líder de LLA para desmarcarse de la “casta”.
Según pudo reconstruir LA NACION, los ejes de la campaña de Milei de cara al balotaje son: retomar el discurso anti-casta (y decir que Massa “es el rey de la casta”, como publicó el libertario en Twitter); poner el foco en la inflación, los privilegios de la política y el desabastecimiento (por eso una de sus actividades de los últimos días fue, sencillamente, ir a cargar nafta), y no exhibir fotos con otros dirigentes sino solo con “gente común”. Por eso la campaña del libertario mutó hacia las actividades de cercanía en comercios y fábricas, lugares a los que asiste de manera presuntamente sorpresiva, sin convocatoria en las redes sociales.
El “cerebro” de la campaña de Milei es el consultor Santiago Caputo, que comenzó en el rubro dentro de la “escuela” de Jaime Durán Barba. Pese a que el consultor nunca quiso asumir el papel formal de “gurú”, el candidato de LLA confía en sus consejos. Y él transmite internamente que hay que presentar al balotaje como una dicotomía entre “el candidato de la gente” versus “el candidato del establishment”.
Protagonismo de Pro
El silencio libertario y el protagonismo de Pro, sin embargo, comenzó a generar cuestionamientos en las filas libertarias. “Es un error… mientras que nosotros nos callamos los macristas salen a hablar”, dijo un legislador de LLA. E ironizó: “No sé en qué momento Mauricio le hizo creer a Javier que la elección la ganó él y no nosotros”.
Otro dirigente libertario de la primera línea reconoció que hay que ajustar las clavijas de la comunicación. “Si no, va a parecer que Macri nos calló”, dijo. El expresidente designó como interlocutor para las cuestiones estratégicas rumbo al balotaje a su mano derecha, Fernando De Andreis.
Los responsables de la campaña libertaria les pidieron en las últimas horas a los referentes de Pro que regulen sus apariciones. Es que el apoyo de Pro también trajo problemas en lo declarativo. En LLA lamentaban que la propia Bullrich haya hablado de que va a “explotar” la economía. “Lo que nos está pasando es el anuncio de la tragedia argentina que el día 19 [de noviembre, fecha del balotaje] explota, explota. Está explotando antes. Ojalá explote antes”, dijo ella el martes, errática.
Milei con Luis Majul en La Cornisa
Respecto a los nuevos voceros, la decisión obedece a buscar votos por fuera de la pecera libertaria. “Son los que mejor pueden sintonizar con el electorado que no tenés y necesitas”, señalaron en LLA.
Pero también en las filas libertarias hubo errores no forzados en las últimas horas. Mondino fue consultada nuevamente por la venta de órganos -un tópico que marcó a fuego a la imagen de Milei- y la diputada electa dijo que sería “fantástico” un “mercado de órganos”. “Mercado es la transacción (...) no quiere decir que te vayan a cobrar por eso”, dijo, y señaló que la Ley Justina debería “funcionar de manera más proactiva”.
La idea de los nuevos “voceros” es que salgan a la cancha los perfiles menos confrontativos del espacio. Los libertarios, en tanto, señalan que difícilmente Milei vaya a exhibir a su eventual equipo de gobierno antes del balotaje. Un referente de peso en LLA explicó: “Nosotros sabemos que la mayor parte de los votantes de Bullrich y de Juan Schiaretti tienen una marcada tendencia a votar a Milei en una segunda vuelta. Entonces, Javier tiene que estar tranquilo, con apariciones puntuales y mostrándose con la gente. Y hay que dejar que corra el impacto económico, que el foco esté ahí”.
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