Acuerdo Martín Menem - De Loredo para ampliar la convocatoria. Approach de Bullrich por una cucarda. Cobos, el no positivo mimado por el Presidente.
Por Mauricio Cantando
Pocas horas después de Navidad, el bloque UCR de Diputados ratificó su condición de aliado de Javier Milei, algo que en la práctica está claro desde que trece de sus miembros pegaron el portazo, pero esta vez fue con foto y todo. Martín Menem, Rodrigo de Loredo y la ministra Patricia Bullrich fueron los artífices de la postal en la Casa Rosada con la que el jefe de Estado cierra el año. Todo ganancia.
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La ministra de Seguridad organizó la reunión hace un mes, pero sólo estaba invitado el quinteto violeta, como se conoce a quienes ayudaron al Gobierno a sostener los vetos a las leyes de presupuesto universitario y reforma previsional.
El grupo está conformado por el misionero Martín Arjol, el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat, el neuquino Pablo Cervi y el correntino Federico Tournier. Los tres primeros fueron expulsados de la UCR. Se sumó a ese equipo el catamarqueño Francisco Monti. La reunión se pospuso en varias ocasiones por pedido del jefe de la bancada, De Loredo.
A través de Menem, el cordobés logró este miércoles, en pleno festejo navideño, extender la invitación al resto del bloque. Sentó en la mesa junto al Presidente a otros seis dirigidos, entre ellos a Julio Cobos, uno de los más resistentes a negociar con el Gobierno, quien de todos modos aceptó ir a la Casa Rosada tras ser elegido una vez más vicepresidenta tercero de Diputados. De esta manera, los 20 integrantes de la UCR puros quedaron pintados de violeta, un activo que Milei no puede garantizar en el PRO para 2025, por su guerra fría con Mauricio Macri.
Como previa, Bullrich recibió al sexteto -los cinco más Monti- para revalidar su rol de gestora original con una foto de rigor. El diálogo fue breve, con el repaso de los proyectos de su cartera que están cajoneados, con la única misión de dejar claro que fue ella la artífice de que una porción de la UCR se alineara con Milei.
La tropa radical de Martín Menem y Patricia Bullrich
La reunión con Milei duró dos horas y media y fue cordial, sin tensión. Tal es así que no se habló de la eliminación de las PASO, un tema que podría dividir al radicalismo, y tampoco se abordaron los dos temas que enfrentaron a la bancada con el Gobierno: la reforma previsional y el presupuesto universitario. Sólo hubo una breve mención de Cobos a este último tema, con alusiones más a la educación inicial que a la superior.
El Presidente le prometió al mendocino ponerlo en contacto con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. El exvicepresidente también consultó por las obras públicas de su provincia y Milei le respondió con detalle y luego trató de quedar en buen tono con él. Hasta hizo alusiones a la pasión del diputado por las maratones. “Lo trató excesivamente bien, tenían el dato de que era el único díscolo”, bromeó un diputado violeta consultado por Letra P.
La plantilla radical la completaron De Loredo, la cordobesa Soledad Carrizo, la santacruceña Roxana Reyes, los mendocinos Lisandro Nieri y Pamela Verasay, y el entrerriano Atilio Benedetti, otro de los que hace dos meses también especulaba con abandonar el bloque radical, molesto por los vínculos de sus correligionarios con Milei.
El cordobés fue receptivo, reconoció que hubo diferencias en algún momento del año, pero confió en poder tener una agenda compartida para 2025. Música para los oídos de Milei, quien los recibió con un agradecimiento por las normas que logró sancionar, como la ley Bases. “El riesgo país bajó más de mil puntos”, los hizo partícipe.
El Presidente no esquivó temas álgidos. Reconoció que la salida del cepo cambiario es un objetivo que dependerá de mejoras en la recaudación y en la continuidad del ingreso de divisas que, aseguró, si quisiera comprar bajaría el dólar a 700. “El año que viene vamos a crecer 4 puntos”, prometió el jefe de Estado.
Aliado fijo
Si bien la charla derivó en consultas sobre cuestiones finas de economías regionales, como las zonas francas, la baja del precio del litio, el comercio de frontera o los biocombustibles, Milei no eludió definiciones políticas, con una posible alianza electoral que se avecina con todo el arco antiperonista. “Es importante que estemos juntos los que estamos a favor de un cambio”, invitó.
Le había dado pie el tucumano Campero, el más elocuente del plantel violeta original. “En esta vereda estamos los que apoyamos al Gobierno”, fue una de sus definiciones, sin que nadie saliera a cruzarlo, justo lo que buscaba Milei.
Los violetas, que ya conocen a Presidente, se reían de cómo sus correligionarios esperaban reacciones violentas que no llegaron y se encontraron con alguien propenso al diálogo. Tal vez el único momento tenso fue cuando Reyes recriminó la no aprobación de la ley de ficha limpia. Milei prometió un proyecto nuevo, que trabaja el jurista Alejandro Fargosi. Sería más laxo que el caído en la última sesión, con chances de una consulta a la Corte.
De Loredo festejó el acuerdo, sin papeles, pero con foto, que le permitirá a Milei sumar 20 diputados casi fijos. No es suficiente para un cuórum -aún con el PRO y partidos locales-, pero sí le evita tener que volver a pedir ayuda para sostener un eventual veto.
“Muchos serán los temas que nos encontrarán trabajando en el 2025 porque coincidimos en un espíritu reformista de una Argentina que hay que descorporativizar liberando nuestras fuerzas productivas y explotando estratégicamente nuestros recursos para aumentar la riqueza y reducir la pobreza de nuestro país”, sostuvo el jefe de bancada en su cuenta de Twitter.
También celebró el encuentro la cordobesa Carrizo. “No hay solución posible, para ningún problema sin diálogo, ni acuerdos. Lo dijimos desde el inicio de esta nueva gestión y lo ratificamos hoy”, celebró.
Les salió al cruce Pablo Juliano, el diputado radical que preside el bloque de quienes se fueron de la bancada oficial, liderados por Facundo Manes e identificados además con el senador y presidente del partido, Martín Lousteau. “No confundan a la sociedad, la de hoy no fue una foto institucional, es la foto de quienes quieren permanecer en la política a cualquier costo. Arrastrados como gusanos en busca de una salida a sus candidaturas”, los acusó el bonaerense.
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