En el acto por el Día de la Militancia, en Banda del Río Salí, el vicegobernador dio indicios sobre su futuro y clamó por la unidad del PJ. El intendente de Simoca y el diputado Orellana le pidieron que no asuma en la Cámara Baja. Un apellido que no se nombró
Remeras y pancartas con nombres de dirigentes. Barras en disputa por los mejores lugares frente al escenario. Miles de gargantas gritando las estrofas de la marcha peronista.
El acto de ayer por el Día de la Militancia, en Banda del Río Salí, tuvo todos los condimentos habituales de cada encuentro entre “compañeros”. Pero, además, un importante sector de la dirigencia del Partido Justicialista (PJ) tucumano comenzó a evidenciar sus reposicionamientos internos.
“Vengo a decirles, en nombre del gobernador Juan Manzur, que voy a estar siempre donde el peronismo y los tucumanos lo necesiten”. El vicegobernador y diputado electo, Osvaldo Jaldo, lanzó la arenga desde el escenario. A su lado, el intendente bandeño Darío Monteros y la legisladora Gladys Medina (también diputada electa) sujetaban un cartel con el rostro del referente tranqueño y la leyenda: “yo lo voté, yo lo necesito en Tucumán”. Aún no definió su futuro, pero ayer se sumaron más indicios de que el presidente de la Legislatura no dejará su cargo para jurar el 6 de diciembre en el Congreso de la Nación.
Jaldo encabezó el acto como principal autoridad de la Provincia, ya que Manzur viajó a Buenos Aires para, luego, volar hacia EEUU en misión oficial. Por eso, no bien tomó el micrófono, el tranqueño envió los “saludos del gobernador para todos los militantes”.
El pedido de unidad en el PJ resonó en varios tramos del discurso de Jaldo, que estuvo en la tarima acompañado por intendentes, comisionados rurales, funcionarios del PE, legisladores y otros referentes peronistas. Sin embargo, hubo un apellido que ni el vicegobernador ni los 10 oradores mencionaron: el del ex gobernador José Alperovich. El senador, en esos momentos estaba en el estadio José Fierro, viendo el partido de Atlético. Fue el gran ausente del evento.
Hubo dirigentes cuyos discursos fueron mesurados -apuntaron sobre todo a ponderar el valor de la militancia-, y otros que aprovecharon para mostrar algunas cartas con miras a 2019. En el primer lote aparecen el secretario general de la Gobernación, Pablo Yedlin (asumiría como diputado si no lo hace Jaldo), el ministro del Interior, Miguel Acevedo, y el presidente subrogante de la Legislatura, Fernando Juri. En el segundo grupo figuran el intendente de Simoca, Marcelo Herrera (le pidió a Jaldo que defienda Tucumán “desde acá”) y el diputado José Orellana (bregó por la continuidad de la dupla Manzur-Jaldo y pidió al tranqueño como conductor del PJ provincial).
Con camisa de mangas cortas pantalón de jean azul y mocasines marrones, Jaldo abrió su alocución agradeciéndole al gobernador que se haya puesto “al frente de la campaña de este año, en la que ganamos por 140.000 votos” a la lista de Cambiemos. “Los que estamos acá, sin lugar a dudas, tenemos la obligación de que en 2019 Tucumán siga siendo peronista”, agregó.
Recordó que en 2015, por estar “divididos” en el PJ, el macrismo les ganó a los candidatos de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, e incluso alcanzó la Casa Rosada. “Pero Cambiemos no pudo pasar por Tucumán”, aseveró. Cerró el acto sin dar definiciones sobre su futuro político, pese a los cánticos de los militantes convocados por el intendente Monteros: “y Jaldo no se va, y Jaldo no se va”.
Tras el acto, y aún sobre el escenario, el vicegobernador mantuvo su pedido de “un peronismo unido en la provincia”. “Son dos años de gestión que nos quedan (junto a Manzur)”, remarcó. Ante esto, LA GACETA le preguntó si hará caso a los pedidos de que siga como vicegobernador. “Estoy agradecido, pero son decisiones (que debemos tomar) en estos momentos difíciles que vive la Nación. Se están haciendo cambios muy profundos en lo económico, lo social, lo laboral; nosotros vamos a seguir priorizando la gestión. La semana que viene, cuando vuelva el gobernador (desde EEUU), todos juntos vamos a poder hacer un anuncio y tomar decisiones”, afirmó. Este diario le preguntó luego cuál será el rol de Alperovich en ese sentido. “Con el gobernador Manzur tenemos la responsabilidad de gobernar la Provincia, y con el ex gobernador y actual senador tenemos una gran relación política y de amistad; también es quien de alguna manera es parte de las decisiones que venimos tomando en nuestro espacio político”, señaló Jaldo. Y se marchó entre los clamores para que no sea diputado.
Espera accidentada.- El acto estaba anunciado para ayer a las 20, pero comenzó cerca de las 21. Si bien hubo un estricto operativo de seguridad, que incluyó la participación de policías y de los vigías municipales de Banda del Río Salí, dentro del recuadro delimitado por las vallas, hubo barras que protagonizaron disturbios, aunque no fueron disipados. El momento de mayor tensión tuvo lugar cuando integrantes del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM) tuvieron un cruce, al parecer, con el objetivo de lograr una mejor ubicación frente al escenario. “No estamos peleando, nos estamos reproduciendo”, arengaba un animador, desde el escenario, mientras los dirigentes reclamaban que cesaran los conflictos.
Concurrencia.- En el espacio del vicegobernador Osvaldo Jaldo quedaron conformes con la convocatoria, no sólo de militantes, sino también de funcionarios y legisladores. Participaron, entre otros, el ministro de Gobierno, Regino Amado, el jefe del bloque del PJ, Ramón Santiago Cano, y la diputada Alicia Soraire. También estuvieron César Dip y Luis Espeche, quien esperan la posibilidad de cubrir bancas vacantes del PJ en la Legislatura.
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