El detenido se negó a declarar por los contratos ferroviarios, pero sí lo hizo por su patrimonio
El ex funcionario kirchnerista Ricardo Jaime tuvo ayer un día cargado en Tribunales. Sin embargo, al cierre de la jornada su situación no cambió, ya que no logró el objetivo de ser excarcelado. Aunque su defensa pidió que lo liberaran, la Justicia desestimó el planteo y Jaime quedó alojado en la cárcel de Ezeiza, el mismo penal al que fue trasladado su asesor Manuel Vázquez.
La jugada tempranera de la defensa de Jaime fracasó. Su abogado, Andrés Marutián, le presentó un escrito al juez Julián Ercolini para solicitar la excarcelación del ex funcionario. La estrategia no tuvo éxito y el pedido fue rechazado por el magistrado.
Ercolini consideró, entre sus fundamentos para denegar la excarcelación, que existe riesgo de fuga por parte del ex funcionario.
El ex secretario de Transporte tiene desde ayer un nuevo lugar de detención. Es el penal de Ezeiza, donde también fue alojado su asesor Vázquez, detenido en la misma causa por la compra de vagones a España y Portugal.
Jaime estaba alojado en el edificio Centinela, de la Gendarmería nacional, ubicado en Retiro. Por la tarde, Ercolini dispuso su traslado a la cárcel de Ezeiza, a un pabellón de baja conflictividad reservado para reclusos mayores de 50 años. Allí también fue trasladado Vázquez, quien pidió ser excarcelado por motivos de salud y de edad. Al igual que a su jefe, Ercolini le negó esa posibilidad al asesor.
Jaime tenía que declarar ayer por dos causas: la que se le abrió por haber omitido durante seis años la renegociación de contratos ferroviarios, y la que se le sigue por enriquecimiento ilícito. Sólo compareció en la segunda de las causas, ante el juez Sebastián Casanello.
En el primero de sus encuentros con los jueces, Jaime debía comparecer ante el juez federal Sebastián Ramos, pero se negó a declarar y pidió más tiempo para interiorizarse sobre el expediente. Es la causa en la que se le imputa un incumplimiento de los deberes de funcionario público por las irregularidades en la renegociación de contratos ferroviarios. Ramos aceptó el planteo del ex funcionario y fijó otra audiencia para el próximo martes.
El desempeño de Jaime en las compras ferroviarias es lo que lo tiene detenido desde el sábado, por orden de Ercolini. La acusación que pesa sobre él es haber malversado millones de pesos con la compra de vagones inservibles a España y Portugal. El ex secretario de Transporte declaró anteayer sobre este tema y subrayó que cumplió órdenes de Néstor y Cristina Kirchner para adquirir esos vagones.
Ercolini lo acusa de haber pagado "un precio exorbitante" por los vagones. Concretamente: 76.313.108.85 de euros a las empresas españolas Sociedad Mercantil Estatal Española Expansión Exterior SA (EE), Red Nacional de Ferrocarriles de España (Renfe) y Ferrocarriles Vía Estrecha (FEVE), y 25.639.896 de euros a la firma portuguesa Caminhos de Ferro Portugueses.
Después de la audiencia con Ramos, Jaime tenía cita con Casanello. El juez tiene a su cargo la causa por enriquecimiento ilícito por el crecimiento del patrimonio, que durante sus seis años como funcionario público en los gobiernos kirchneristas alcanzó los $ 12.500.000. Jaime está procesado desde 2014. El juez sospecha que es dueño de un jet, un yate, 13 autos, ocho inmuebles, un hotel, un spa y acciones en distintas firmas.
Ante Casanello, Jaime sí habló. Negó conocer que su hija tuviera una moto de agua. El fiscal Carlos Rívolo pidió a Casanello la indagatoria porque ese vehículo quedó fuera de los bienes consignados por Jaime. La sospecha es que colocó la moto de agua a nombre de su hija, pero el dueño real es él.
"Le dijo al juez que nunca había visto una moto de agua en poder de su hija", explicó el abogado de Jaime.
Comentá la nota