La izquierda en las PASO: el desafío de renovarse y los factores Grabois y Milei

La izquierda en las PASO: el desafío de renovarse y los factores Grabois y Milei

Varias fuerzas trotskistas disputan candidaturas el 13 de agosto, en un escenario electoral corrido a la derecha y con la atención puesta, por un lado, en la interna en el FIT, entre el Partido Obrero y el PTS, y, por el otro, en el objetivo del Nuevo MAS de superar el piso del 1,5%. Altamira, también precandidato. Debates y propuestas.

En un escenario electoral corrido a la derecha, la izquierda busca alzar la voz para plantar sus propias banderas. A menos de cinco días de las PASO del domingo próximo, su oferta política aparece recargada, con fuertes críticas tanto a la postura del Frente de Todos como a la de Juntos por el Cambio con el Fondo Monetario Internacional (FMI), propuestas osadas para sortear la crisis actual y una pelea –y polémica– interna propia.

Será la cuarta elección presidencial en la que se presente el sello del Frente de Izquierda-Unidad, único espacio trotskista con bancas en el Congreso y que tiene como socios mayoritarios al Partido Obrero (PO) y el Partido de los Trabajadores Sociales (PTS), ahora compitiendo con dos precandidaturas distintas, las de Gabriel Solano y Myriam Bregman.

Por fuera de esa coalición, en los cuartos oscuros también habrá otras expresiones izquierdistas con la meta principal de superar el piso del 1,5% de los votos que habilita a competir en las generales de octubre: se trata del Nuevo MAS, con la postulación de Manuela Castañeira, y Política Obrera, que lleva la precandidatura de Marcelo Ramal.

“La elección tiene la peculiaridad de que los candidatos principales están parados en la mirada derechista. Eso vale para Larreta, Bullrich o Milei, pero también para el alineamiento de Massa, que es la novedad. Es un desafío porque las banderas del progresismo caen en nuestras manos”, apuntó Solano a elDiarioAR.

“El fracaso de este Gobierno plantea un desafío conceptual, porque mucha gente piensa que es de izquierda, pero la reacción que tiene es un giro de derecha: está aplicando un ajuste alineado al FMI. Nosotros tenemos que demostrar eso”, completa el dirigente del PO y actual legislador porteño –lleva como vice a Vilma Ripoll, del MST (Movimiento Socialista de los Trabajadores)–.

Un electorado compartido en partes con el kirchnerismo

Dos ejemplos rápidos permiten entender que la izquierda comparte sectores de su electorado con el kirchnerismo. Un caso reciente: en las elecciones de este año para gobernador en Jujuy, el FdT perdió 11 puntos respecto de 2019 y el FIT sumó casi 10 puntos. Un caso más antiguo: en la dura derrota del oficialismo en las legislativas del 2021, la izquierda hizo la mejor elección de su historia: recolectó casi 1,3 millones de votos en todo el país. En esa especulación de traslación de votos, el obstáculo que tiene para pescar votos entre peronistas desencantados es la precandidatura de Juan Grabois por dentro de Unión por la Patria.

“Grabois fue puesto exclusivamente para que los votos del kirchnerismo no se vayan a la izquierda”, señaló Solano. A mediados de julio Bregman desafió a Grabois a dar un debate público, que nunca tuvo respuesta. Entonces le exigió explicaciones sobre su filiación política: “¿Por qué va en el mismo espacio que Sergio Massa, comparte lista con el represor [ministro de seguridad bonaerense, Sergio] Berni y con quien ataca a los luchadores por los derechos socioambientales como el gobernador de Chubut, [Mariano] Arcioni”, denunció la actual diputada nacional.

“En octubre, seguramente Juan no estará en el cuarto oscuro pero ellos sí estarán en la lista de UxP. Nosotros creemos que la lucha por las reivindicaciones de las y los trabajadores y contra el atraso y la dependencia que nos lleva el pacto con el FMI es imposible darla con los mismos responsables que nos trajeron hasta acá”, aseguró la precandidata, que completa fórmula con Nicolás del Caño.

Otro factor condicionante para la izquierda es la figura de Milei, como símbolo de cierta rebeldía y apalancamiento mediático “contra la casta”. En las campañas se visibiliza la derecha, pero los resultados son más de centro. Mirá el ejemplo de España, donde Vox terminó retrocediendo“, reflexionó Castañeira, también en diálogo con elDiarioAR.

Sostiene, sin embargo, las posibilidades de la izquierda ante un escenario derechizado: “Los partidos tradicionales tratan de ocultar su planes: cuando dicen que el problema es el gasto fiscal, no te dicen que va a ir contra las jubilaciones. Hay contraste entre la vivencia social y las campañas”, completó.

Interna y propuestas trotskas

Si la cancha está inclinada, desde la izquierda buscaron hilvanar propuestas osadas para interpelar una realidad acuciada por la alta inflación. El caballito de batalla de la boleta de Bregman es la reducción de la jornada laboral a seis horas, y que las que queden libres sean repartidas entre aquellas personas desempleadas o con trabajos informales. Según la diputada, solo aplicando la medida a las grandes empresas se podrían generar un millón de puestos de trabajo con derechos, aguinaldo y vacaciones..

El paquete de propuestas del PO-MST incluye subir el salario mínimo a la canasta básica –hoy tiene un costo $ 232.426 para una familia tipo– e ingreso de emergencia para los desocupados. El nuevo MAS fue un poco más allá: propone que el sueldo mínimo sea de 500 mil pesos, fondeado a partir de la ganancia empresarial, en el marco de un plan de “7 medidas anticapitalistas”. “Hay que darle una perspectiva genuinamente socialista a una crisis nacional e internacional del capitalismo de alcance inédito”, dijo Ramal en una reciente entrevista con Página/12.

Quizás sea su propio discurso ideologizado un talón de Aquiles para la izquierda criolla, que hasta ahora solo logró espacios para la Cámara de Diputados. A esa complejidad se le adosa la interna que tiene el FIT. “Ni Bregman ni yo vamos a ser presidentes el 10 de diciembre, pero discutimos cuál es la estrategia de la izquierda argentina. Myriam tiene una tendencia muy acentuada a hacer apoyos a Cristina Fernández de Kirchner, que en esta coyuntura es grave porque confunde a la izquierda con el kirchnerismo”, dijo Solano, en alusión a las críticas de Bregman al Poder Judicial cuando avanzó contra la vicepresidenta. “El Poder Judicial no puede justificar esas arbitrariedades. Esto no significa ni defender a Cristina ni ser defensora de Cristina”, llegó a replicar “la Rusa” en algunas intervenciones, aunque siempre esquivó entrar en la polémica.

Ramal y el histórico Altamira, hoy en Política Obrera.

“Tienen un debate fratricida. No debaten ideas sino que enchastran a todo el mundo y desprestigian a la izquierda”, cuestionó Castañeira por fuera del FIT. Y acusó tanto al PO como al PTS de ningunear su propuesta de incluir al MAS en el frente trotskista. Política Obrera, de hecho, fue una creación de Jorge Altamira cuando fue “expulsado” del PO y el FIT. Hoy va como precandidato a diputado por CABA.

Con una oferta variada, la izquierda tendrá el domingo una temperatura de su dimensión real en electorado. Más allá del resultado, sus dirigentes ya plantean los desafíos por delante, entendiendo que la crisis aún no llegó a su límite y las altas chances de que el próximo gobierno sea de tinte opositor. “Con el 50 por ciento de pobreza, hay que disputarle las barriadas populares y las fábricas. Organizar ahí la lucha contra el ajuste y el FMI”, remarcó Solano. Por su lado, Castañeira, aventuró un escenario de conflicto social: “Ahora estamos en una etapa de elección, pero después en el 2024 cuando quieran imponer su ajuste nos van a ver en las plazas”.

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