Tras reunirse con el presidente Giorgio Napolitano, el futuro titular del Ejecutivo anunció el nuevo Gabinete de 21 ministros de distintas facciones políticas. El vicepremier será Angelino Alfano, considerado el delfín de Silvio Berlusconi.
Excluyendo a muchos popes de la política italiana dados por ciertos en los últimos días, la elección del pisano de 46 años fue la de no incluir personalidades fuertes que pudieran irritar la sensibilidad de facciones que hasta hace pocas horas eran adversarias y que ahora deberán gestionar la cosa pública codo a codo.
Letta –que ayer quitó la "reserva" con la que había aceptado el cargo y mañana se presentará ante el Parlamento para pedir "la confianza"– eligió a la ex comisaria europea y radical Emma Bonino como ministra de Relaciones Exteriores, a la ministra del Interior del gobierno técnico de Mario Monti, Anna Maria Cancellieri, para la cartera de Justicia, a Mario Mauro –también cercano al economista– para dirigir el Ministerio de Defensa y al actual director del Banco de Italia, Fabrizio Saccomani –un hombre de confianza del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi– para ocupar el Ministerio de la Economía.
Los ministerios serán 21 (ocho sin cartera) y siete de ellos serán liderados por mujeres, un récord para la península. Las sorpresas llegaron de la mano de la médica de origen congoleño Cécile Kyenge, legisladora del PD, que liderará la cartera de Integración y se transformará en la primera ministra negra de la república. También causó asombro la elección de la campeona olímpica de canotaje Josefa Idem, que guiará la cartera de Igualdad de Oportunidades y Deportes.
El nuevo presidente del Consejo de Ministros se presentó ante Napolitano a las tres de la tarde y, dos horas después, leyó los nombres de los miembros del Gabinete. "Estoy satisfecho por el equipo que logramos componer, gracias por la buena disposición a quienes aceptaron estar al servicio del país, por el récord de mujeres y por el rejuvenecimiento del conjunto", dijo el ex ministro más joven de la república, luego del anuncio.
Después de sus palabras, Napolitano se acercó al atril donde estaba Letta y resaltó que el nuevo Ejecutivo es "político" y fue construido siguiendo con rigor los procedimientos previstos en la Constitución. El ex miembro del Partido Comunista aseguró que el camino elegido "es el único posible" y dijo que, "por el bien de Italia y de Europa, no se podía tardar más". Por su parte, Berlusconi –quien para los analistas es el verdadero vencedor de la partida– celebró el fin de las negociaciones y aseguró que "tratamos la formación del gobierno sin poner ninguna condición y excluyendo a personas que hayan sido ministros en gobiernos precedentes".
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