Se sabe desde hace tiempo que Italia está atravesando una crisis económica dramática, similar a la que sufrió después de la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos italianos pasaron hambre. Pero ayer las cifras del Istat (el Indec local) revelaron datos impactantes: en los últimos cinco años se duplicó la cantidad de pobres que hay en el país, que alcanzan casi los cinco millones.

Si en 2007 había 2,4 millones de personas que vivían en pobreza absoluta, en 2012 se duplicaron: 4,8 millones, indicó el Istat. Casi la mitad (2,3 millones) viven en el sur de la península y un millón son menores de edad.

"La recesión ha determinado graves consecuencias sobre la difusión y la intensidad del malestar económico en nuestro país", dijo Antonio Golini, presidente del Istat, al revelar ante el Parlamento, donde se debate la ley de presupuesto, la impactante noticia de la existencia de casi cinco millones de pobres en Italia, país de 60 millones de habitantes y miembro del G-8, el grupo de países más industrializados del mundo.

Golini destacó que el aumento se extendió, especialmente el año pasado, a franjas de la población que tradicionalmente no entraban en el fenómeno gracias al tipo de empleo o a la existencia de un segundo salario del cónyuge.

La durísima crisis aumentó el desempleo, sobre todo el juvenil, que trepó al 40%, y hará que este año cierre con un crecimiento negativo del PBI (-1,8%). En este contexto, el informe también destacó que siguen creciendo las familias que se ven obligadas a apretarse el cinturón y gastar menos: son el 65%. Se ahorra sobre todo en el rubro de comida, ropa y zapatos.

GOLPE

Como si no alcanzara con esta brutal fotografía del Istat, una investigación de los institutos Acri-Ipsos indicó que en 2013 una de cada tres familias italianas fue directamente golpeada por la crisis; y que para una de cada cuatro familias el tenor de vida empeoró seriamente.

"Cada día es un boletín de guerra. Es el fruto de políticas antipopulares hechas por los gobiernos de Silvio Berlusconi, Mario Monti y ahora Enrico Letta. El gobierno todavía no hizo un plan de emergencia para relanzar el empleo, es una vergüenza", clamó Paolo Ferrero, líder de Refundación Comunista.

La crisis es evidente no sólo en las frías estadísticas. En las calles de esta capital, más allá de las hordas de turistas, se nota que hay cada vez más personas que piden limosna. Muchos negocios están vacíos o han debido bajar las persianas y, especialmente en barrios de la periferia, comienza a verse gente revolviendo basura. A los comedores para pobres, por otra parte, ya no van solamente los sin techo, sino también familias, jóvenes, desempleados y padres separados.

Más allá de las impactante cifra de la duplicación de la pobreza, el ministro de Economía, Fabrizio Saccomanni, dijo ante el Senado que comienza a verse la luz al fondo del túnel. "Después de ocho trimestres de contracción, los indicadores coyunturales señalan que la actividad económica finalmente se ha estabilizado, encaminándose hacia una gradual recuperación", dijo.

Aunque Saccomanni también advirtió que, después de 20 años de estancamiento, son urgentes medidas "radicales" para que vuelva a haber crecimiento en Italia..