“Estamos muy contentos de poder volver a las aulas como antes de la pandemia. Esperemos que sea un año normal para estudiar y trabajar. Ahora el desafío es reconstruir con responsabilidad los lazos propios de la presencialidad”, señaló Posse.

San Isidro es el segundo polo educativo de la Provincia de Buenos Aires. Tiene 310 escuelas entre las de gestión pública y privada y una matrícula de unos 87 mil alumnos.

“A diferencia de la virtualidad, las aulas llenas colaboran con la salud mental de todos y todas. Además, quedó demostrado que con protocolos correctos, el riesgo de contagio es menor que en otros lugares. Por eso, les pedimos que se sigan cuidando, lavando sus manos, usando alcohol en gel y barbijo”.

Sobre la problemática del acoso escolar, el intendente enfatizó: “Trabajemos en conjunto para terminar con el bullying en las escuelas para que ningún chico se sienta triste, enojado o solo. Hay que seguir generando conciencia del daño que puede provocar el hostigamiento en la aulas”.

Con el objetivo de erradicar el bullying este año el Municipio trabajará en la capacitación constante de la comunidad educativa brindando herramientas para detectar a tiempo esta problemática.