Timerman informó que no hubo contacto con Teherán. En la ONU la Presidenta le había exigido una respuesta.
En un breve encuentro en uno de los pasillos del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York, Timerman le dijo a Clarín y a los otros medios que cubren la Asamblea General que “no hubo ningún contacto” desde el gobierno de Rohani luego del reclamo de la Presidenta.
“Para la Argentina, la causa AMIA es el principal punto de la relación con Irán”, afirmó el canciller, que acababa de participar del acto de ratificación del Tratado de Armas Convencionales que se aprobó en junio y que tiene a la Argentina como uno de los países impulsores.
En sus declaraciones de ayer, Timerman se alineó con las palabras de Cristina –quien había dedicado la mayor parte de su discurso en la ONU a criticar las posiciones de política exterior de Barack Obama– y disparó un tiro por elevación hacia Estados Unidos. “La causa AMIA no puede ser usada para trabar el diálogo con Irán, pero tampoco puede ser dejado de lado cuando Occidente comienza a dialogar con Irán”, advirtió.
Esa frase del canciller gana sentido cuando se considera el muy promocionado reinicio de las conversaciones entre Irán y Estados Unidos. Esa cercanía quedó de manifiesto esta semana, cuando la Casa Blanca informó que Obama había estado dispuesto a reunirse con Rohani durante la Asamblea, y que ese encuentro no había ocurrido por pedido de los iraníes, quienes preferían no inquietar a sus adversarios políticos internos con esa foto.
“Es muy positiva la propuesta de Estados Unidos de dialogar con Irán, pero también es una lástima que ningún país haya pedido que ese diálogo incluya la Causa AMIA ”, completó Timerman.
-¿Pero el Gobierno hizo gestiones frente a Estados Unidos para que se incluya ese punto en el diálogo?, le preguntó Clarín.
“No voy a hacer comentarios sobre eso”, respondió el canciller.
El lunes, ante la Asamblea, la Presidenta había reclamado que Rohani ratifique el Memorándum de Entendimiento por la Causa AMIA que ella misma había mandado a negociar con el antecesor del presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, considerado poco menos que el demonio por buena parte de los países más poderosos del mundo.
Cristina le pidió a Rohani “que dé respuestas” y que “diga si ha aprobado el acuerdo” que se firmó en enero entre ambos países o que al menos anticipe “cuándo se va a aprobar”.
“Esperamos tener una fecha para que el juez argentino vaya a Teherán” a interrogar a los ciudadanos iraníes que la justicia consideró partícipes del atentado a la AMIA de 1994, reclamó la Presidenta, y completó esa idea con una frase sin metáforas: “No queremos que se confunda nuestra paciencia con inocencia o estupidez”.
Comentá la nota