La diplomacia iraní contestó que el acuerdo entre ambos países carece de exigencias jurídicas. Aunque el memorándum avance, podría rechazar extradiciones.
Sin embargo, una calificada fuente diplomática iraní advirtió a PERFIL que “en el texto del memorándum no dice que Irán debe hacer lo que diga el juez argentino”.
La fuente señaló que, en el caso de que el magistrado Rodolfo Canicoba Corral procese a los sospechosos y solicite su detención, Irán “no estará obligado” a ejecutar esa orden ya que “el memorándum es un acuerdo entre poderes ejecutivos y no un convenio jurídico”. Por lo tanto, la Justicia argentina podría exigir la entrega de los condenados e Irán negarse.
Esta es la primera vez que una voz oficial de la república islámica aclara la visión de Irán al respecto.
La investigación judicial argentina señaló a funcionarios iraníes entre los sospechosos de la voladura de la AMIA.
Justicia. Otro de los interrogantes que surgen de la letra escrita del acuerdo es si, al momento del interrogatorio a los imputados, regirá la legislación argentina, la iraní o ambas.
Al presentar los términos del memorándum, el canciller Héctor Timerman les prometió a las entidades judías que todo se hará bajo la normativa penal y procesal de la Argentina. Sin embargo, la fuente iraní consultada aclaró que Irán pretende “compatibilizar la ley argentina con la ley iraní, ya que ni en Irán ni en ningún país del mundo está previsto que un juez extranjero ejerza en territorio ajeno”.
En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, la presidenta Cristina Kirchner le pidió al gobierno iraní que fije una fecha cierta para que las autoridades judiciales argentinas viajen a Irán. Pero la fuente de Teherán subrayó que, antes de que eso ocurra, deben cumplirse otros complejos pasos previos.
Los dos países deben ponerse de acuerdo en la conformación de la llamada Comisión de la Verdad, y luego ésta debe recibir y analizar toda la documentación que aporten ambas partes. El juez argentino sólo podrá volar a Irán una vez que se complete esa etapa.
Aunque el gobierno iraní está “preparado para cumplir con todos los puntos del memorándum”, la causa AMIA “no es una prioridad” para la sociedad iraní, más preocupada por otros frentes externos como el diálogo nuclear con las potencias occidentales, la guerra en Siria o la inestabilidad en Irak.
Según la fuente consultada, esta cuestión de prioridades sería la única y verdadera razón por la que el memorándum no fue enviado al Legislativo iraní para su aprobación por vía parlamentaria.
Mientras el flamante gobierno de Hassan Rohani busca un entendimiento con el Ejecutivo argentino, en Teherán insisten con la tesis de siempre: afirman que la causa AMIA está floja de papeles y argumentan que sólo se basa en testimonios de “enemigos de Irán”.
Pese a eso, la fuente iraní destacó que “el objetivo de Irán es mostrar que está dispuesto a colaborar en la búsqueda de la verdad y demostrar que no tuvo nada que ver con el atentado a la AMIA”.
Aunque por ahora nadie arriesga plazos ni fechas, es probable que, en la nueva reunión que mantendrán en Ginebra en noviembre, Timerman y su par iraní, Javad Zarif, concreten el intercambio de notas reversales necesario para que el memorándum entre en vigencia. En ese encuentro también se fijará una “hoja de ruta” para definir los próximos pasos a seguir.
Cambio político. El acercamiento entre la Argentina e Irán tomó un nuevo cariz desde la asunción de Rohani. En rigor, Teherán ya había confirmado la aprobación del memorándum en mayo, cuando el ex encargado iraní de negocios en Buenos Aires, Alí Pakdaman, afirmó que el ex presidente Mahmud Ahmadinejad había ratificado el acuerdo por decreto.
Desde ese momento, pasaron más de cuatro meses sin que el gobierno iraní hiciera el más mínimo gesto a la Cancillería argentina. La virtual parálisis del acuerdo llevó a que CFK planteara el tema como uno de los ejes de su discurso en las Naciones Unidas la semana pasada.
Casi de inmediato, Zarif ofreció una reunión a Timerman en la que reiteró que el memorándum está aprobado. Sin embargo, en ese encuentro en Nueva York, el canciller iraní no respondió a la pregunta de la mandataria acerca de la fecha cierta en la que el juez argentino podrá viajar a Teherán.
La reunión tampoco despejó las dudas sobre cómo se instrumentará operativamente el interrogatorio a los cinco imputados, ni sirvió para precisar los criterios judiciales que se utilizarán en esa instancia. El encuentro entre cancilleres fue sólo el inicio de un largo camino que no estará libre de obstáculos, especialmente para el juez Canicoba Corral.
Comentá la nota