Se trata de una adenda con prestadoras de la obra social, tanto ACLIBA I y II como FECLIBA, por la que los médicos podrán facturarles a las instituciones sanatoriales adheridas al convenio. En el marco del conflicto con la Agremiación Médica Platense, Giles volvió a poner el dedo en la llaga en un problema que parece no tener solución.
La Asociación de Hospitales, Clínicas y Establecimiento de Alta Complejidad Privados de la provincia de Buenos Aires (ACLIBA I y II) y la Federación de Clínicas, Sanatorios, Hospitales y Otros Establecimientos de la provincia de Buenos Aires (FECLIBA) firmaron con IOMA una adenda complementaria al convenio vigente para que los médicos puedan facturar sus honorarios mediante clínicas, sanatorios y hospitales privados. Así también se especifica que la facturación podrá ser por servicios de atención en guardias y seguimiento médico de pacientes.
Este acuerdo del titular de la mutual bonaerense, Homero Giles, con las gerenciadoras, generó polémica entre profesionales y representantes gremiales por la situación irregular que significa intentar desplazar a la Agremiación Médica Platense (AMP) en sus funciones, un ente constituido para ser administrador de los recursos de los médicos. Por otra parte, la determinación fue unilateral porque no fueron convocados los profesionales de la salud para dar su opinión acerca de si resultaban perjudicados o no.
No es casual que la adenda se efectivice en el marco del conflicto de IOMA con la AMP, maniobra que intenta socavar aún más la tensión entre las partes. Si bien la obra social provincial ya tenía convenios previos tanto con ACLIBA I y II como con FECLIBA, estos posibilitaban que los médicos puedan facturarles ocasionalmente a las clínicas y, desde ahora, serán los mismos profesionales quienes tengan que decidir si sus prestaciones las siguen facturando por la AMP o por la vía recientemente homologada.
Desde la AMP ya expresaron su descontento con la flamante firma ya que aseguraron que “el médico se queda sin representación gremial” y, en esta línea, “sólo deberán reclamar sus derechos, aumentos y retrasos en los pagos al sanatorio”. Por otro lado, explicaron que en caso que los profesionales de la salud acepten facturar a través de las clínicas, “no podrán ser más agremiados”, según establece en el reglamento de la institución sindical.
Finalmente, cabe destacar que, llegado fin de año, los trabajadores de IOMA manifestaron su preocupación por las paritarias a la baja de UPCN y ATE (14 por ciento), por la que perdieron el 60 por ciento de su poder adquisitivo si se incluye el 2019. De este modo, exigen un bono compensatorio de 10 mil pesos por tres meses para paliar su situación y, además, piden el pase a planta permanente de los empleados transitorios. Al momento, estos reclamos no fueron escuchados por el gobernador Axel Kicillof ni por Homero Giles quienes, mientras tanto, buscan fracturar la AMP y poner a los médicos en su contra.
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