Viarnes (estafador, espía y quien delató a la Policía de Córdoba desatando el “Narcoescándalo”) está prófugo de la Justicia Federal desde hace un año. Ahora una denuncia sostiene que fue asesinado y su cuerpo enterrado en las afueras de Rosario. Algunos prefieren dudar porque ya se hizo pasar por muerto en dos oportunidades.
El hombre que desató el “Narcoescándalo” cordobés podría estar muerto. Juan “El Francés” Viarnes estafador, espía y quien delató a la Policía de Córdoba está prófugo de la Justicia Federal desde hace un año. Ahora una denuncia sostiene que fue asesinado y su cuerpo enterrado en las afueras de Rosario.
Escurridizo, enigmático, la vida de Viarnes cambió la tarde del 19 de julio de 2013, por una pelea en un bar. Ese día tomaba un café en una estación de servicio cuando dos clientes lo reconocieron: “Que haces acá, cagador hijo de puta‘, le gritó uno. Viarnes le había pagado 41 mil dólares falsos a cambio de un auto. El cliente comenzó a pegarle trompadas hasta que llegó la Policía y los detuvo. A la tarde allanaron la casa Viarnes, en barrio Urca. En billetes de cien, falsos pero de buena calidad, había 341 mil dólares. También siete credenciales truchas del Ministerio de Defensa, del Ejército, de la Cámara Federal de La Plata y hasta una de la ONU. Todas con la cara de “El Francés”. El dueño de casa jugó su última carta. Dijo que trabajaba para Drogas Peligrosas y llamó al jefe, pero el comisario Rafael Sosa nunca le respondió. Viarnes se sintió traicionado y los delató. Así comenzó el escándalo policial más resonante de la historia de Córdoba.
Viarnes contó ante el fiscal federal Enrique Senestrari que trabajó durante tres años y medios como agente encubierto ilegal para Drogas Peligrosas. Quedó imputado junto con Rafael Sosa y sus subordinados como integrante de una asociación ilícita dedicada a armar causas judiciales y trabajar con narcotraficantes. A diferencia de los uniformados, Viarnes no fue preso. Vivía con custodia policial en su coqueta casa de la calle Barros Pazos, en una de las zonas más exclusivas. Hasta que en agosto del año pasado se fugó. Desde entonces tiene un pedido de captura internacional y no hubo datos certeros sobre su paradero, hasta ahora.
Según una pista investigada por una fiscalía provincial de Córdoba, el hombre de las mil caras habría sido asesinado y enterrado en las afueras de Rosario. Así lo confirmó a esta agencia Rubén Caro, el fiscal cordobés que recibió la denuncia. Desde hace seis meses, Caro seguía los pasos de Viarnes a través de “un informante que brindaba datos certeros que fueron corroborados”, dijo. Esa línea investigativa llegaba a la ciudad santafesina. Hace una semana el informante dijo que lo habían asesinado. En la denuncia explicó un vocero de la causa “hay nombre de organizaciones criminales, de personas y del lugar concreto donde habría sido enterrado”. De acuerdo con la misma versión, la banda conocida como Los Monos podría estar detrás del crimen. Por eso Caro giró la investigación a la justicia rosarina en plena feria judicial. Sebastián Carranza, vocero del Ministerio Público de la Acusación dijo a Infojus Noticias que la causa no ingresó todavía al sistema rosarino.
Enrique Senestrari, el fiscal federal que instruye el “Narcoescándalo”, cuestionó la investigación de Caro. “Viarnes es un prófugo federal. Si el fiscal sigue su paradero hace seis meses, no sé por qué razón no lo informó a esta fiscalía”, bramó desde Tribunales Federales. “No teníamos ninguna pista firme. Llegaron datos de Paraguay, Uruguay y Chaco, pero fueron descartados”, dijo Senestrari a Infojus Noticias. “Se esfumó. No sabemos dónde está”, dijo a esta agencia su defensor oficial, Jorge Perano.
Senestrari imputó a Viarnes en dos causas federales. Una es el “Narcoescándalo”. En el otro expediente el fiscal investiga el blanqueo de un millón de dólares falsos robados a un narcotraficante. Parte de esos dólares fabricados por una familia de apellido carbone en Rosario estaban en su poder el día que fue detenido en 2013. Otros billetes apócrifos fueron usados por efectivos policiales para comprar autos. En la misma causa también está imputado Rafael Sosa.
El actor
Grandote, delgado, de ojos claros saltones con el pelo rubio bien recortado, Viarnes parecía salido de una película rusa. O también un personaje de Plata Dulce. De voz grave y modales delicados, podía mezclarse con traficantes o jueces federales con la misma naturalidad.
Como la vez que declaró como testigo ante el juez federal Alejandro Sánchez Freytes, usando una identidad falsa. Fue el 17 de octubre de 2011, cuando ya trabajaba infiltrándose para la Policía. Su trabajo consistía en espiar o provocar el delito. Convocado durante la instrucción de un caso declaró que era abogado y que se desempeñaba como “Agente de Inteligencia del Ejército”, con el grado de coronel. Mostró una credencial con su foto expedida por ‘Servicio de Inteligencia - Presidencia de la Nación‘. Sus dichos constan en el expediente.
Otra víctima de las capacidades actorales de Viarnes fue Fernando Pino, jugador profesional de Pocker. Pino estuvo procesado por tenencia de estupefacientes pero el juicio en su contra fue anulado porque Viarnes contó como él mismo bajo las indicaciones de Drogas Peligrosas colocó la droga en la casa. Fue así: en septiembre de 2011 un cincuentón elegante y locuaz se presentó como un posible comprador de la casa que había puesto en venta en Villa Ciudad de América. Viarnes usó un nombre falso, y mientras negociaba el precio, pidió remodelar partes de la casa. Entonces los efectivos aprovecharon la obra para dejar droga y precursores químicos escondidos. El día pactado para la venta, Pino fue allanado.
Desde su aparición en la escena pública, Viarnes fue uno de los personajes más citados por la prensa cordobesa y de parte del país. Su denuncia sirvió para descabezar la cúpula de seguridad del gobernador de José Manuel de la Sota. Un ministro y un jefe de la Policía dejaron sus cargos. Sosa y otros efectivos están presos y esperan juicios. El Gobierno provincial eliminó la Dirección de Drogas Peligrosas y las causas por narcotráfico se frenaron durante más de un año en la Justicia Federal de Córdoba. Todo por su denuncia. No es menor pensar que tanto traficantes como uniformados se rifen su cabeza.
Las muertes de Viarnes
Esta no es “la primera muerte” de Viarnes. En rigor, sería la tercera. Por eso algunos prefieren dudar y aguardar. En la causa dónde se investiga el origen de los dólares falsos, también se hizo pasar por muerto. En abril de 2014, una mujer de apellido Molina denunció que fue estafada en la compra de una casa que pagó pero que nunca recibió. El vendedor no era otro que Viarnes y para demorar la entrega, un cómplice le dijo a la mujer que estaba internado en un hospital de Buenos Aires, dónde tiempo después murió.
Viarnes también conoce varias cárceles. Estuvo preso en el Chaco, de donde huyó disfrazado con una peluca con la ayuda su primo, quien fue a visitarlo. También pasó por la penitenciaría de Río Cuarto, Corrientes y La Plata. Lo que no queda claro es si fue en calidad de “detenido” o de “infiltrado”. Porque, como dijo un investigador, “si hay algo que siempre tuvo El Francés, fue vocación de buchón”. En mayo de 2009 declaró en el juicio a los secuestradores de Christian Shaerer en Corrientes. Viarnes conocía a los secuestradores y había compartido celda con uno de ellos, Raúl “Caniche” Salgán, a quién, por instrucción del fiscal Oscar Resoagli grabó con un dispositivo adherido a su cuerpo con el objetivo de “obtener datos sobre el secuestro de Christian”.
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