La ex presidenta depositó $ 4 millones en 2015 y luego compró esos títulos creados para blanquear.
La Justicia, en base a un informe de la Unidad de Información Financiera sobre las finanzas de los Kirchner, investiga un episodio singular. Según el organismo, el 6 de mayo del 2015 Cristina Fernández habría depositado en formal personal, y en efectivo, $ 4 millones en la sucursal de río Gallegos del Banco Nación. Aun era Presidenta. Hay registros bancarios de que ese depósito existió y que terminó en una cuenta de la inmobiliaria “Los Sauces”, de la familia K, investigada por el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Rívolo como posible vehículo para “blanquear” dinero de presunta corrupción.
Lo que las autoridades gubernamentales y judiciales aún no lograron encontrar es los comprobantes de esa maniobra. Ni del depósito en sí, y tampoco del momento en que ese dineral se debitó hacia otra cuenta del mismo Banco Nación, pero de otra sucursal.
La entidad financiera en su sede santacruceña consignó que la plata había sido llevada al banco por la entonces Presidenta. Pero el comprobante de ese mismo depósito no está firmado por nadie. Según pudo reconstruir Clarín en base a lo investigado por la UIF, el Banco Nación aseguró que había perdido el comprobante que corresponde al débito de esos $ 4 millones.
El organismo estatal, y también la Justicia, sin embargo, apuntan a un punto aun más sospechoso y débil de esta acción bancaria que, dice el propio banco, habría sido realizada en persona por Cristina. Lo que más intriga a los investigadores del caso “Los Sauces” es que no se conoce de dónde surgieron esos $ 4 millones. La trama de su depósito y su débito es solo una parte de lo que se intentará reconstruir. Pero lo central de este punto de la causa es que la familia Kirchner pueda justificar el origen de esa plata. Hasta ahora, no lo hizo. Los bancos, tampoco.
El destino final de esa maniobra también estaría bajo sospecha. La versión de la UIF y la tesis judicial es que los $ 4 millones habrían sido utilizados por la ex Presidenta para comprar Cedines, un instrumento financiero creado por la gestión Kirchner para quienes entraron al blanqueo. Los Cedines se pueden comprar en el mercado “secundario”, una operación que no sería ilegal. La ex mandataria, siempre según la versión de los sabuesos del lavado de dinero, eran de la empresa Pilliar S.A., que perteneció al empresario Rubén Cherñajovsky, con excelentes vínculos tanto con el Gobierno anterior como con el actual.
Los investigadores del caso “Los Sauces” intentan determinar ahora si esos Cedines fueron usados por Cristina Fernández para comprarle a su hija Florencia el departamento en el que vive en la Capital Federal, en Constitución. Fuentes de la investigación, agregaron que ese inmueble habría sido propiedad de un ex funcionario K, el ex Secretario de Cultura, Jorge Coscia.
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