Fueron sacrificados y faeneados unos 40 ciervos dentro de la jurisdicción de la reserva del Parque Nacional Nahuel Huapi y los restos óseos fueron arrojados al aire libre en la costa norte del lago homónimo, en el sur de Neuquén, a poca distancia del puesto de Guardaparques, Gendarmería Nacional y de la policía de esa provincia.
Damián Mujica, presidente del Parque, confirmó que se investiga este hecho y dijo que fue advertido el jueves pasado por el guardaparque del lugar, aunque el episodio trascendió el fin de semana por fotos difundidas en las redes sociales.
Mujica explicó que las estancias “cuentan con guías formales de caza de ciervos y permisos para faena y consumo”, pero destacó que esa carne, así como los cueros “no pueden ser comercializados”, como denunció en forma anónima el vecino que difundió las imágenes de los restos de unos 40 ciervos.
El titular del Parque explicó que cotejan las guías y permisos de las estancias con el hallazgo, aclarando que al parecer los ciervos “fueron muertos y faenados en distintos lugares de la zona, y no en donde fueron encontrados los restos”, que es el sector sur de la estancia de la familia Jones.
“Lo que es más preocupante es el depósito a cielo abierto de los restos de los animales, lo que afecta directamente a la fauna, en especial de carroña, del Parque Nacional”, señaló Mujica.
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