Por Mariano Cuparo Ortiz

La inversión sorprendió nuevamente en el tercer trimestre y anotó un crecimiento de 0,6% respecto al segundo trimestre, que también había sido de mejora. Se trata de un incremento leve pero crecimiento al fin, tal como se desprende de la medición que realiza todos los meses la consultora Orlando Ferreres y Asociados. En septiembre la formación de capital fijo sufrió un tropezón y cayó 8,5% en la comparación contra el mes previo pero no alcanzó para torcer el resultado de julio-agosto-septiembre. La incertidumbre electoral y macroeconómica siguió dejando sorpresas: algunos datos de consumo y la actividad económica en general también arrancaron con números positivos.

El fin de semana pasado, secretario de Industria, José de Mendiguren, reflotó los datos del segundo trimestre que ya había publicado el Indec en septiembre: mostraron que la inversión había logrado crecer 3,8% durante el segundo trimestre, pese al pico inflacionario que se había registrado en abril y mayo, históricamente alto hasta que agosto y septiembre los superaron con creces. Al menos según la medición privada de Ferreres, ese fenómeno continuó en el tercer trimestre y la inversión se mantuvo en alza.

Ferreres también había encontrado una mejora de la inversión durante el segundo trimestre, en coincidencia con el Indec. Incluso una más abultada, de 4,6%. Si bien para el tercer trimestre registró una desaceleración en el ritmo, sorprendió con otro crecimiento de 0,6%. La continuidad mostró que en julio hubo un alza de 0,4% en comparación a junio; en agosto una mejora importante de 6,6%; y en septiembre el mencionado tropezón de 8,5%, que no alcanzó a torcer el resultado positivo para el total. La comparación interanual de septiembre marcó una caída de 3,2%.

Desde Ferreres señalaron: “Luego de dos meses positivos, la inversión volvió a anotar una contracción en la medición anual. Se destaca la caída de la construcción, la primera después de 33 meses consecutivos de subas, y la baja de la inversión en maquinaria productiva importada, tras el alza que mostró el apartado durante agosto”. 

Para lo que viene remarcaron: “Para los meses que quedan del actual gobierno, entendemos que se mantendrán elevadas las restricciones en el acceso a divisas, en un esfuerzo para mantener estables los tipos de cambio. Y en cuanto al nuevo gobierno, si bien la incertidumbre es muy grande, deberíamos esperar, más allá de quién ocupe el ejecutivo, un proceso de unificación cambiaria con mayor o menor gradualismo, que conllevará una elevada nominalidad y una retracción de la inversión”.

Desde Industria, durante el fin de semana celebraron: “La tasa de inversión en el primer semestre de 2023 fue la más alta de los últimos 15 años, y la inversión se encuentra en el segundo trimestre de 2023 más del 6% arriba en comparación con el último trimestre de 2022. Con respecto a los niveles pre-pandemia, la inversión se ubicó un 42% por encima”. 

También la actividad económica y el consumo dejaron buenos datos en el tercer trimestre, pese a la expectativa de caída que venía proyectando el mercado, en base al salto cambiario y su consecuencia en una inflación récord. El Emae del Indec mostró un alza del PBI de 2,5% en julio y otra de 1,3% en agosto. Las ventas de los supermercados, por su parte, treparon 0,3% y 2,7% en julio y agosto.