PLAN INTEGRAL - El lanzamiento del satélite ARSAT-1, fabricado 100% en el país, no es un hecho aislado. Forma parte de una política pública que persigue la soberanía espacial, lo que significa construir los satélites y la plataforma de lanzamiento para ubicarlos en una órbita propia y estar a cargo de su manejo y control.
Lo próximo es el ARSAT-2, que está en fase de prueba a un 70% y cuyo lanzamiento se prevé para mediados de 2015, mientras el ARSAT-3, aún en etapa de diseño, tiene fecha para 2017. A través de ellos funcionará el Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones. La fabricación está a cargo de la firma sureña INVAP S.E., en su Edificio de Integración Satelital ubicado en la ciudad rionegrina de Bariloche.
ARSAT-1 cubre todo el territorio nacional, incluidas las Islas Malvinas y el territorio antártico argentino, además de países limítrofes. ARSAT-2 lo complementará alcanzando todo el continente americano, por lo que podrá exportar servicios; y el ARSAT-3 llegará a la Argentina continental, por spots para multiplicar frecuencias y ancho de banda en el espacio.
En cuanto a servicios, a la televisión satelital DTH (Televisión Directa al Hogar), datos y telefonía corporativos, acceso a Internet (antenas VSAT), transporte de señales de video a operadores de cable y uso ocasional para móviles de noticias que posibilita el ARSAT-1, su seguidor le agregará la TV satelital sudamericana, transportando video a todo el continente, y permitirá exportar servicios de datos a las empresas argentinas.
El ARSAT-3 se centra en un acceso a Internet de mayor ancho de banda, y podrá llegar a brindar servicios a población dispersa no alcanzada por la red de fibra.
La ONU asigna las órbitas geoestacionarias a cada país. Los que no la ocupan y explotan en un lapso de tres años, la pierden. En 2005, la empresa NahuelSat SA (adjudicada en los '90) no había cumplido con la obligación, por lo que Néstor Kirchner decidió encarar un Programa Espacial. Así, en el año 2006 surgió la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales-ARSAT.
Para completar la soberanía espacial resta la concreción del proyecto Tronador II, la plataforma de lanzamiento de satélites íntegramente argentina, de 30 metros de alto, que podrá colocar en órbita a 600 kilómetros satélites de observación de hasta 250 kilogramos, que brindarán información aplicable a la agricultura, a la gestión de emergencias, etcétera Estará ubicado en la futura base de Puerto Belgrano y podrán alquilarlo otros países.
En agosto, concluyó exitosamente la prueba con el vehículo experimental VEx-1B, efectuada por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), dependiente del Ministerio de Planificación Federal.
Ahora vendrá la prueba con el VEx-5. Culminada esa etapa, será el turno del modelo tecnológico y luego el operativo del Tronador II, de cara a septiembre de 2015.
De esta forma, la Argentina pasará a formar parte del selecto grupo de once países que podrán realizar una misión satelital completa.
INVAP también participa del plan de radarización del territorio nacional con radares primarios 3D, que detectan todas las aeronaves en movimiento. Serán seis en estos dos años. También anunció Julio de Vido que INVAP construirá una planta de producción de radioisótopos para la India, valuada en 34 millones de dólares.
Un antecedente del ARSAT es la saga de los SAC, que tuvo su cumbre en el SAC-D Aquarius, un satélite argentino de observación climática y oceanográfica, construido por INVAP y lanzado el 10 de junio de 2011, con nueve instrumentos de precisión de cuatro países.
Los satélites de observación presentan diferencias sustanciales con los de telecomunicaciones, que se ubican en la órbita geoestacionaria. Mientras los primeros pesan entre 500 y 800 kg, orbitan entre 200 y 1200 km de distancia de la Tierra y tienen una vida útil de cinco años; un satélite de telecomunicaciones como los de ARSAT pesa 3 toneladas, orbita a 36 mil km y tiene una vida útil planificada es de 15 años.
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