La postal opositora en Mendoza apunta directamente a Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales y se repetirá este miércoles en el distrito porteño. Desaires, negociaciones secretas y contactos sugestivos en la Fiesta de la Vendimia
Por Ricardo Carpena
La foto de alto impacto que construyeron este sábado en Mendoza Patricia Bullrich, dirigentes de la UCR y Emilio Monzó es mucho más que una imagen. Quedará en evidencia cuando los mismos protagonistas de esa postal compartan un asado el miércoles próximo en la Casa de la Provincia de Corrientes de la ciudad de Buenos Aires. Allí, confirmarán que se unieron con un triple sentido: darle a la jefa del PRO un componente de mayor consenso político, emitir un mensaje de advertencia hacia Horacio Rodríguez Larreta y ponerle límites al apoyo de Gerardo Morales al larretismo.
En los pasillos del Hotel Hyatt, donde se alojaron Bullrich y los referentes radicales, la gente de Martín Lousteau se lamentaba de la división en la UCR que representa la polémica foto. No es para menos. El gesto de Bullrich, Monzó y dirigentes radicales se convirtió en un desafío para Morales, el titular de la UCR, quien lanzará su candidatura presidencial el 15 de este mes. Ni siquiera le informaron sobre lo que iba a suceder y se enteró recién cuando ya se había registrado la postal. En la noche del viernes, la jefa del PRO y sus aliados aprovecharon un agasajo del gobernador Rodolfo Suárez en el Hotel Hyatt para charlar a fondo. Con Morales sólo se cruzaron saludos y luego se miraron de lejos.
En Mendoza se cristalizó “un equipo”, como lo bautizó el bullrichismo, con eje en Bullrich y radicales que critican el acercamiento de Morales y Lousteau a Rodríguez Larreta. En ese pelotón disidente están radicales como Alfredo Cornejo, Gustavo Valdés, Facundo y Gastón Manes, Carolina Losada, Rodrigo de Loredo, Luis Naidenoff y Mariana Juri. Y la novedad fue la presencia de Monzó, el operador “antigrieta” que hasta ahora no se definía por Larreta ni por Bullrich, aunque sus allegados Sebastián García de Luca y Nicolás Massot integran la mesa bullrichista cada vez con más influencia.
Patricia Bullrich, Rodolfo Suárez y Gerardo Morales, en un brindis con bodegueros
Algunos de los referentes del jefe de Gobierno que llegaron a la capital mendocina por la Fiesta de la Vendimia trataron de no darle importancia a la foto, que se venía negociando desde hace semanas. Fernando Straface, Eduardo Macchiavelli, Omar De Marchi y Guadalupe Tagliaferri sintieron el rigor de sus rivales internos y sufrieron una llamativa marginación por parte de los protagonistas de esa postal opositora: no sabían del encuentro e incluso luego de la mañana del sábado en el Hotel Hyatt, donde Bullrich y sus aliados posaron para los fotógrafos, tampoco fueron invitados a participar de un brindis con empresarios de la industria vitinícola en la bodega Belasco de Baquedano y estuvieron mezclados con el resto de los invitados en el subsuelo.
Para Bullrich, su “pata radical” le servirá para equilibrar los tantos con Larreta en materia de apoyos dentro de Juntos por el Cambio. Por ahora quedan afuera de ese esquema Elisa Carrió y la Coalición Cívica (CC), aliados incondicionales del jefe de Gobierno, aunque, si llega a la Casa Rosada, la jefa del PRO tiene en mente un gobierno de coalición en donde la agrupación de la dirigente chaqueña tendrá espacio. Aun así, el bullrichismo desliza que hay dirigentes de la CC que se acercan a su sector.
El detonante de la alianza Bullrich-UCR no sólo fue el avance del acuerdo entre Rodríguez Larreta, Morales y Lousteau, sino también la postura del alcalde porteño en el conflicto en Juntos por el Cambio mendocino, donde el larretista De Marchi sigue amagando con competir por afuera con el frente Cambia Mendoza, que postulará a Cornejo como candidato a gobernador. Algunos dicen que por eso el jefe de Gobierno anticipó su visita a Mendoza (estuvo el jueves y había amagado con no viajar), aunque sus allegados aseguran que cambió su agenda porque este sábado tenía que estar en la ciudad de Buenos Aires para concurrir al casamiento de la hermana de su novia, Milagros Maylin.
Pese a que se comprometió ante la Mesa Nacional del PRO a resolver el tema, lo que significa convencer a su aliado de presentarse en las PASO provinciales en lugar de romper la coalición, Rodríguez Larreta no le puso límites a De Marchi e incluso parece respaldarlo: “Voy a trabajar hasta el último día para que haya unidad en todo el país. Dentro de esa unidad apoyo en Mendoza a los candidatos del PRO”, dijo el jefe de Gobierno el jueves pasado en la capital mendocina. El partido es presidido por el diputado provincial Álvaro Martínez, cercano a De Marchi y Bullrich, aliada de Cornejo, amenazó con intervenir la agrupación si compite por afuera de JxC.
De Marchi participó este sábado de todos los eventos de la agenda política de la Fiesta de la Vendimia, aunque se lo vio casi siempre solo. Coincidió con Bullrich en un agasajo en una bodega y, pese a lo que preveía, no hubo chisporroteos: se saludaron amablemente y conversaron durante unos minutos.
Lousteau también charló a solas con Cornejo en el entrepiso del Hyatt luego de la foto de Bullrich. El futuro candidato a gobernador de Mendoza fue uno de los principales gestores de la postal antilarretista. Pasó de ser el posible compañero de fórmula de la jefa del PRO a uno de sus operadores de mayor confianza. En la Fiesta de la Vendimia, ambos estuvieron juntos casi todo el tiempo.
Así como el eje Bullrich-UCR disidente procuró en Mendoza mantenerse muy lejos de los ministros del gobierno nacional, Morales y Lousteau hicieron lo contrario. El gobernador de Jujuy habló en el acto de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) y compartió el escenario con Sergio Massa, Eduardo “Wado” de Pedro, Victoria Tolosa Paz y Daniel Filmus. En el mismo evento, el senador radical no dudó en posar ante los fotógrafos con el ministro del Interior, a quien saludó cariñosamente.
Facundo Manes llegó a Mendoza cerca del mediodía del sábado y lo esperaron para la foto que gestó Bullrich. Su hermano Gastón, presidente de la Convención Nacional de la UCR, estuvo presente en las reuniones previas con el bullrichismo y otros radicales. También tuvo una conversación a solas con Bullrich. “La unidad entre miembros de la oposición debe prevalecer cuando existen visiones y valores comunes”, afirmó tras la charla. En su entorno aseguran que seguirá adelante con su candidatura presidencial. Su participación en la postal antilarretista dio lugar a especulaciones: hace dos semanas se reunió con Mauricio Macri en la quinta de Los Abrojos, propiedad del ex presidente.
Macri parece haberse convertido en el jefe espiritual de esta alianza de Bullrich con algunos radicales. En la foto mendocina faltó De Loredo, el diputado radical del sector de Lousteau, pero estaba cerca del lugar y estuvo en las charlas del viernes con el bullrichismo. El legislador cordobés se acercó al ex mandatario y los “halcones” también por necesidad: competirá con Luis Juez por la candidatura a gobernador de su provincia y le resultan vitales los votos del electorado duro del PRO.
Fernando Straface habla con la periodista Cristina Pérez en el agasajo que se hizo en una bodega mendocina; detrás, Luis Petri y Francisco Quintana
En la mesa bullrichista pesa cada día más la opinión de dos macristas puros como Hernán Lombardi y Federico Angelini, muy activos también en las negociaciones para la foto del Hyatt. Otro dirigente en ascenso en el equipo de la ex ministra de Seguridad es García de Luca como armador bonaerense.
Como un signo de estos nuevos tiempos de realineamientos en JxC, Morales y Lousteau no fueron al acto central de la Fiesta de la Vendimia, en el Teatro Griego Frank Romero Day. ¿Qué harán para contener a los líderes del partido que giraron hacia Bullrich y evitar una virtual fractura de la UCR?
Similares interrogantes debe tener en estas horas Rodríguez Larreta. ¿Cuáles serán sus pasos tras la foto de Bullrich? ¿Apurará un pacto electoral con Morales? ¿Cómo manejará su acuerdo con Lousteau sin darle el apoyo a su candidatura de jefe de Gobierno porteño, que pondría en crisis al PRO de CABA? Sus operadores, de rápidos reflejos, difundieron este sábado la última encuesta de Opina Argentina, hecha de manera presencial y domiciliaria entre 1250 casos, donde el jefe de Gobierno tiene una intención de voto del 18% y Bullrich del 10%. Si fue para compensar la foto de Bullrich, el tiro salió por la culata: en el mismo estudio, Javier Milei es el más votado de todos los dirigentes con el 22%.
Algunos dirigentes de Juntos por el Cambio ya entraron en pánico: mientras sus líderes se pelean, compiten por las fotos y se disputan los aliados, el que crece sin parar es el diputado libertario. Quizá también por eso Bullrich se llevó otra foto sugestiva de Mendoza: posó sonriente al lado de los liberales José Luis Espert y Luis Rosales, cuyos votos pueden ser clave en el distrito bonaerense.
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