Internas, “tuits infelices” y el inicio de una rebelión en la granja libertaria

Internas, “tuits infelices” y el inicio de una rebelión en la granja libertaria

La trastienda de la asunción de los nuevos jefes de la SIDE y las hipótesis que se tejen detrás de la guerra de influencers en la red social X impactan en el oficialismo

 

Maia Jastreblansky

El miércoles al mediodía, en el palacete de la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI) sobre calle Libertad, prestaron juramento los nuevos directores de la flamante Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). A la ceremonia encabezada por el jefe de los espías, Sergio Neiffert, asistieron familiares y allegados. Mezclado entre los presentes, un invitado acaparó parte de la atención. Daniel Parisini, más conocido en redes como “Gordo Dan”, estuvo allí aplaudiendo a los nuevos titulares de los servicios. Al tuitero celebrity del oficialismo varios le pidieron fotos. Casi tantas como las que brindó ese día Juan Bautista “Tata” Yofre, ahora titular del ENI, que está viviendo un reverdecer de popularidad gracias a los veinteañeros seguidores de Javier Milei.

Parisini (que ayer llegó a los 200.000 seguidores) y otros referentes del mundo libertario se conocieron con Yofre en la red social X. El club en el que los libertarios socializan y forjan amistades desde antes de que Milei fuera Milei.

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La llegada de La Libertad Avanza (LLA) al poder, no obstante, comenzó a convertir a parte de esa comunidad en un sistema de comunicación paraoficial. No hace falta demasiada sofisticación: hay un puñado de influencers que son visitantes asiduos y tienen llegada directa al equipo de comunicación digital que funciona en el Salón de los Próceres de la Casa Rosada. Y, si bien suelen tuitear con espontaneidad, también conocen de primera mano cuál es la línea discursiva que quiere bajar la cúpula del Gobierno.

Así, el “Qué estamos diciendo” que Marcos Peña alguna vez esparció vía mail hoy puede ser multiplicado al infinito gracias a los líderes de opinión libertarios en las redes. El director técnico de todo este armado es el estratega presidencial Santiago Caputo. Él es, a su vez, el tutor político de la nueva SIDE.

Esta semana, además de la asunción de autoridades, los servicios de inteligencia multiplicaron de forma astronómica sus gastos reservados con el decreto que les asignó $100.000 millones en presupuesto. Ahora solo falta un elemento para que la nueva SIDE esté completa: la designación del titular de la División de Asuntos Internos, la agencia que controlará a toda la estructura, el Ojo de la Providencia del espionaje. La persona ya habría aceptado el cargo: se trataría de un juez federal, varón, que no trabaja en Comodoro Py sino fuera de la Capital Federal. No será fácil su oficialización porque, para pasar al Poder Ejecutivo, cualquier trabajador judicial debe pedir autorización a la Corte Suprema.

La red social X no es solo espacio en donde germina la militancia libertaria. También es una de las lentes con la que Milei mira al mundo. Días atrás, en un acto, el Presidente se acercó a un diputado para abrazarlo y llenarlo de elogios por los mensajes que este legislador publica en la red social. A la inversa, el jefe del Estado reaccionó de la peor manera y ordenó reanudar los despidos en Télam solo porque vio en X que los trabajadores compartieron fotos festejando haber podido reingresar al edificio de la agencia de noticias.

En la dimensión de Elon Musk, sin embargo, no todo sale siempre de acuerdo al plan. Eso fue lo que pasó el último fin de semana, cuando un grupo de tuiteros oficialistas se alzó para defender a Victoria Villarruel, luego de que fuera desautorizada por la Casa Rosada por su tuit contra el colonialismo francés. Los tuiteros jóvenes hicieron carne la causa nacionalista. Y muchos influencers se hicieron eco del libreto de la vicepresidenta y quedaron descolocados cuando Karina Milei fue a pedir disculpas a la embajada de Francia.

El colmo fue cuando uno de ellos, TanoGiuliani, publicó una encuesta preguntando “¿Con quién estás de acuerdo? Karina o Villarruel”. Durante las primeras horas de votación, la vice iba llevando ventaja pero luego la tendencia se dio vuelta. Y TanoGiuliani terminó trenzado en una discusión virulenta con el usuario SnakeDocLives (ahora suspendido en la red) que sería del propio Caputo.

La cuenta de X denominada “John” (@SnakeDocLives) esta madrugada del martes cambió de nombre por Robert Paulson

Cerca de Milei deslizaron que TanoGiuliani y otros “cuatro o cinco tuiteros” pudieron haber recibido pagos para generar la rebelión virtual. Y apuntaron a presuntos intermediarios poco transparentes. “Hay pendejos que cobran por tuitear y hay una bandita que viene causando problemas. Son tres o cuatro que ya tenemos identificados, el tema es quién les paga”, dijo un colaborador en Balcarce 50 al inicio de la semana. Según pudo saber LA NACION, desde la cúpula de la Casa Rosada hicieron averiguaciones en ese sentido. Este tipo de hipótesis es nueva, porque en LLA siempre se jactaron de tener una militancia en redes 100% genuina y orgánica.

Por eso, otros referentes del oficialismo no creen en las supuestas operaciones pagas. “En Twitter la construcción siempre fue de abajo hacia arriba. Las bases hablan. Esta vez, el tema se les fue de las manos”, dijo un libertario de la primera hora.

Todo el affaire con Francia terminó de confirmar que Villarruel, a los ojos de la Casa Rosada, cumple un rol institucional, pero no forma parte del proyecto político de LLA. Ella podrá recomponer su vínculo personal con Milei y sacarse fotos con el Presidente. Incluso puede preservar a Guillermo Francos como interlocutor en el gabinete. Pero difícilmente eso alcance si Karina y Santiago Caputo no quieren contenerla políticamente. “Todo puede ir para peor, porque Victoria suelta pasa a ser una amenaza”, reconoció un colaborador oficial.

Villarruel no es la única que está sin contención. Este viernes, Marcela Pagano, publicó un hilo de tuits celebrando a la figura de Evita y volvió a mover el avispero de la Casa Rosada. La rebeldía avanza.

Todo resulta una anécdota mínima si se mira la crisis que generó un grupo de seis diputados con su inexplicable visita a la carcel al dictador Alfredo Astiz, que cumple una condena a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad. Con estas experiencias, no son pocos en el oficialismo los que muestran inquietud por la escasez de cuadros políticos en el oficialismo. Lo que muchos se preguntan es cómo se van a integrar las listas de 2025. Si solo importará ganar o si también se va a pensar en el Congreso del día después. Cerca de Karina Milei responden: “Queremos sumar a gente nueva y outsiders. Vamos a buscar en el sector privado. Emprendedores, unicornios y referentes de la sociedad civil”.

Los fondos y el relato

En los últimos días, la Casa Rosada no solo apeló a la lógica conspirativa por la interna que tuvo en las redes sociales. También lo aplicó al plano económico. Milei denunció dos supuestas corridas cambiarias para justificar la política intervencionista en los dólares financieros, una medida que no termina de conjugar con el manual de libre mercado. “Intentaron sabotear al gobierno y les fue mal”, cruzó el jefe de Estado. Un ladero presidencial le quiso dar un marco más elegante: “Hubo agentes económicos que quisieron forzar una devaluación y hubo que implementar el plan más rápido”.

En la Casa Rosada aseguran que Milei salió indemne de las turbulencias en los mercados de las últimas semanas. En los sondeos de opinión -de elaboración propia- que leen en Balcarce 50, la imagen presidencial había caído unos puntos hace un mes y medio, a fines de mayo. Fue cuando, según el análisis oficial, la recesión tocó un pico. Pero luego, aseguran, su figura volvió a repuntar.

Cerca del Presidente atribuyen la performance en la opinión pública a la baja de la inflación, la unidad de medida de éxito que eligió el Gobierno. Pero aseguran que en rigor hay otros dos ejes que explican el fenómeno en los sondeos: la ayuda social y la política de seguridad. “Si el Gobierno no estuviera repartiendo una cantidad sideral de fondos en asistencia social, estaríamos prendidos fuego”, señalan muy cerca del Presidente.

Adorni, Caputo, Russo y Pettovello, en el avión tras el acto en Córdoba

Pese al rol que ocupa en todo este esquema, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, sigue aferrada al bajísimo perfil. A la titular del área de Niñez y Familia, Yanina Nano Lembo, todavía no se le conoce la voz. Quien sí reapareció en la Casa Rosada fue el exintendente de San Miguel Joaquín De la Torre. El viejo lobo del conurbano visitó el viernes a Santiago Caputo en Balcarce 50. El estratega presidencial tiene de consejero político al hombre fuerte de la primera sección electoral, pese a que Pettovello echó de la peor manera a su hermano, Pablo, y lo denunció por corrupción. Es solo una de las diferencias de criterio que se evidencian entre el estratega y la ministra.

El otro factor que viene generando chisporroteos internos es el de la brecha que hay entre las promesas de gestión para “refundar el país” y el tiempo que está demandando ejecutar cada cosa. Al parecer, el sistema de doble verificación que había instalado Nicolás Posse no era el único problema en la gestión. Hay circuitos que siguen lentos y desconfianzas que generan trabas.

Un importante colaborador oficial aportó en las últimas horas: “Acá pueden haber problemas de todo tipo, pero la clave es que no pierdan sintonía Karina y Santiago. Sino sería neutrónico”.

Milei, que es el pivot de todas las personalidades fuertes de su equipo, trata de que la sangre no llegue al río. Las reuniones de gabinete suelen ser álgidas, pero el Presidente últimamente se dedicó a arengar a sus ministros en el grupo de WhatsApp que comparten todos para mantener la moral en alto.

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