Oficialmente, la campaña electoral para las Paso del 12 de septiembre comenzará el 24 de julio, pero en la interna del peronismo cordobés, el schiarettismo y el Frente de Todos ya comenzaron a trabajar para buscar apoyo para ampliar sus alianzas electorales.

La semana pasada hubo distintos hechos desencadenantes para que el gobernador Juan Schiaretti y los dirigentes que están alineados con el Gobierno nacional comenzaran el trabajo territorial en toda la provincia.

Las reuniones que el senador Carlos Caserio mantuvo con el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández confirmaron que en la Casa Rosada y en el Instituto Patria no hay intenciones de negociar un acuerdo con Schiaretti.

La visita del viernes pasado del Presidente a Córdoba, la primera desde que llegó al poder, ratificó lo que ya era una realidad: el peronismo irá dividido en la provincia en las próximas elecciones legislativas.

Tanto en el schiarettismo como el albertismo y en el cristinismo reconocen que será una pulseada peronista por el segundo lugar, descontando que Juntos por el Cambio se alzará con otra victoria en Córdoba.

El segundo espacio más votado tiene un premio apetecible desde lo político tanto para Schiaretti como para el Gobierno nacional: una banca en el Senado y tal vez dos en Diputados.

Las dos alianzas peronistas tienen realidades distintas. El schiarettismo deberá defender tres bancas en la Cámara Baja, mientras que el Frente de Todos sólo una.

Se sabe: en una elección legislativa de medio término, quien más arriesga es el Gobierno nacional, que intentará sumar diputados para alcanzar mayoría propia en Diputados.

MOVIMIENTOS

Hay dos sectores con los cuales el PJ siempre cimentó su poder en Córdoba: los intendentes y los gremios.

Tanto el schiarettismo como el Frente de Todos trabajan apuntando a estos dos grupos con reuniones virtuales, por los condicionamientos que impone la pandemia.

Dos semanas atrás, el senador Caserio encabezó una reunión virtual con unos 400 dirigentes y delegados gremiales.

El Frente de Todos tiene el apoyo del Movimiento Sindical por la Justicia Social y el Trabajo, la corriente kirchnerista dentro de la CGT-Regional Córdoba.

Mientras que el otro sector de la central obrera más cercano al Centro Cívico es liderado por el legislador José Pihen.

Precisamente, esta corriente cegetista oficializará mañana su apoyo a los candidatos que impulsará Schiaretti. Será en una reunión que Pihen mantendrá con el legislador Oscar González; el ministro de Desarrollo Social, Juan Carlos Massei; el diputado nacional Paulo Cassinerio y el viceintendente capitalino Daniel Passerini.

Otra señal que marca que los schiarettistas ya están en campaña es que Oscar González fue designado como coordinador de las actividades proselitistas del PJ provincial.

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González acompañó el fin de semana pasado a Natalia de la Sota –casi segura primera candidata a diputada nacional– en una recorrida por los departamentos del Valle de Traslasierra. El próximo fin de semana visitarán otros dos departamentos.

Aunque no hay oficialización, en el schiarettismo se habla de “las candidatas” en referencia a la hija del exgobernador y a Alejandra Vigo, quien será primera candidata a senadora.

En silencio, Vigo viene realizando un fuerte trabajo territorial en la Capital, donde el intendente Martín Llaryora también tendrá protagonismo en la campaña.

A través de tres legisladores provinciales (Nadia Fernández, Diego Hak y Leonardo Limia) y el diputado Cassinerio, Vigo logró el apoyo de un sector del evangelismo: el Movimiento de Acción Social Federal (Masfe) que realiza tareas sociales en los barrios carecientes, con la asistencial del Estado provincial.

Por su parte, el Frente de Todos tiene dos patas para la campaña en Capital: la peronistas que encabezan algunos históricos como Olga Riutort, Dante Heredia y Héctor Lobos, entre otros. En tanto, que agrupaciones cristinistas, en su mayoría integradas por jóvenes, que están encolumnadas con Gabriela Estévez, referente local de La Cámpora local.

FONDOS PÚBLICOS

No es una novedad que los recursos de los distintos estados tienen una fuerte influencia en cualquier campaña electoral. En el caso del PJ, están en juego dos oficialismo que cuentan con esta herramienta fundamental para salir buscar votos: el schiarettismo, con el Gobierno provincial y el municipio capitalino. Mientras que el Frente de Todos tendrá el apoyo del Gobierno nacional.

En la visita del viernes pasado a Córdoba, el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, dijo que el Estado nacional está financiando “más de 300 proyectos de obras” en la provincia.

Se trata del plan Argentina Hace que financia pequeños proyectos de obras en los municipios.

El secretario de Obras Públicas nacional, el cordobés Martín Gill, es quien administra estos fondos. El intendente villamariense en uso de licencia pertenece al Frente de Todos, pero por ahora no tiene una aceitada relación con Carlos Caserio y Gabriela Estévez.

En tanto, el Gobierno provincial pondrá en juego la fuerte inversión en políticas sociales que sostiene, incluso con el apoyo de algunas organizaciones piqueteras como el Movimiento y Barrios de Pie, que a nivel nacional están con el Frente de Todos.

El miércoles último, el gobernador Schiaretti lanzó el plan Vida Digna, que serán 10 mil créditos para viviendas.