Tanto el jefe porteño como el Frente de Todos buscan captar parte de los 7 puntos que cosechó el candidato de Consenso Federal.
Los 7 puntos que el candidato a jefe de gobierno de Consenso Federal, Matías Tombolini, sacó en la Ciudad despiertan interés tanto en el oficialismo de Horacio Rodríguez Larreta -que necesita superar el 50 % para ganar en primera vuelta- como en el Frente de Todos, encabezado a nivel local por Matías Lammens. En el entorno del economista reconocen diálogos con ambos sectores, lo que genera ruidos internos en el lavagnismo y hace crecer rumores de que baje su candidatura.
"Hay presiones para bajarlo", reconocen distintos dirigentes de orden nacional, aunque aclaran que "el espacio está fuerte". Sobre todo, por la esperanza de que por la derrota en las PASO, el caudal de votos de Cambiemos se derrumbe en octubre y eso los ayude a crecer.
Pero el esquema nacional es distinto al porteño. Alberto Fernández le ganó la presidencial a Mauricio Macri con una diferencia aplastante. En la Ciudad, si bien Larreta obtuvo una victoria cómoda, surgieron fantasmas de que la ola azul también golpee. Por eso, el objetivo principal del oficialismo es ganar en primera vuelta.
Quedaron muy cerca de esa meta y cualquier punto extra suma. Incluso, en el hipotético caso de llegar a un acuerdo político y que Tombolini se baje, quienes voten por la boleta completa de Lavagna -a la que le faltaría el cuerpo de jefe de gobierno- estarían aportando un voto en blanco para esa categoría. Y, como es sabido, en la elección general los votos en blanco ayudan a la fuerza que más puntos sacó porque no se tienen en cuenta para sacar los porcentajes. Es decir, le permitiría al oficialismo alcanzar más fácil el 50 %.
Para el lavagnismo, ese escenario no significaría tanto desde lo electoral porque "el arrastre lo hace Roberto Lavagna" pero, reconocen, políticamente sería un golpe.
En el entorno de Tombolini reconocen que también recibieron llamados del Frente de Todos. El candidato a presidente de esa fuerza viene haciéndole guiños a Lavagna y tendiendo puentes, aunque en el entorno del ex ministro aseguran que no hay posibilidades de acuerdos, al menos antes de las elecciones.
El domingo de la elección, Tombolini no subió al escenario en el búnker -estaba a una cuadra en el centro de cómputos- y en la primera foto del equipo post PASO tampoco se lo vio. Eso alimentó las sospechas. Sin embargo, este jueves, en el video que Roberto Lavagna grabó para hablar de la crisis económica, llegó puntual para ubicarse en la tercera fila.
Más allá de que busquen seducirlo, Tombolini no hace definiciones. "Soy candidato y me parece que la única lista que importa ahora es la del supermercado", aseguró el economista mediático a Clarín y agregó: "Todo lo que haga más fácil la lista del supermercado deber ser intentado por los dirigentes. Las listas deben expresar el mejor modo de resolver los problemas de los vecinos antes que las ambiciones personales".
En su entorno aclaran que cualquier coalición distrital tiene que tener en cuenta su agenda temática, que tiene como pilar la baja de impuestos.
El domingo pasado Tombolini sacó un 7, 22% de los votos, un punto menos de lo que su candidato a presidente, Roberto Lavagna, obtuvo a nivel nacional. Con ese porcentaje Marco Lavagna, que va como primer diputado, renueva su banca y su primer legislador, entraría.
El segundo, que responde al dirigente Daniel Amoroso -jefe de campaña porteño- también. De Tombolini entraría el tercero, aunque si el lavagnismo mejora la performance, el cuarto y el quinto también son suyos.
Al momento, Tombolini todavía no definió a su vice. Según la legislación porteña tiene hasta 48 horas después del escrutinio definitivo para hacerlo.
Tombolini fue candidato a diputado del frente 1 País de Sergio Massa y Margarita Stolbizer en 2017 y tiene muy buena relación con Larreta, de hecho es presidente del Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires (CESBA), un cargo que el Ejecutivo cede a la oposición.
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