Lograron cambiar el texto, pero no quisieron participar porque temían ser agredidos. La UCR y la Coalición mantuvo a un grupo de diputados. Cómo se salvó la sesión.
Por Mauricio Cantando.
El bloque PRO de Diputados votó el repudio al intento de magnicidio a Cristina Kirchner pero no quiso quedarse en la sesión, pese a que el oficialismo había aceptado cambiar su proyecto, que llamaba a combatir la "violencia política" y los "discursos de odio".
De esta manera se agravó la interna de Juntos por el Cambio, donde volvieron a chocar los sectores más duros cercanos al ex presidente con los radicales y la Coalición Cívica, que esta vez se unieron para que haya sesión y no quedar pegados a un acto de violencia sin precedentes.
Los líderes del PRO creían que el debate se convirtiera en una acusatorio a la oposición, pero finamente no sucedió. Hubo mucha presión para no asistir de Mauricio Macri y sobre todo Patricia Bullrich, presidenta del partido. De mínima, lograron que no viajará casi ningún diputado de provincias lejanas.
Después de la votación, a minutos de empezar la sesión, el jefe del PRO Cristian Ritondo leyó un comunicado para anunciar la retirada de su comitiva, que había ingresado recién después del quórum. JxC tenía una presencia reducida: no había más de 40 diputados, la mayoría autoridades o representantes de la ciudad y la provincia, que no tenían que viajar.
"El poder judicial el único que tiene el deber de investigar. No queremos que este hecho sea usado para buscar divisiones, asignar culpables y mucho menos convertirse en una tribuna para atacar a la oposición política, al poder judicial y los medios de comunicación, como venimos escuchando en las últimas horas", señaló Ritondo.
"Luego de votar la moción y haber cumplido con la convocatoria nos retiraremos del recinto. No creemos que sea la calle y el recinto los lugares para buscar los culpables del delito", completó, antes de la partida.
Ritondo se había ganado los elogios del oficialismo el jueves, cuando ni bien supo del intento de magnicidio a Cristina salió a repudiarlo por TV, sin ningún tipo de especulación política. Bullrich no tuvo la misma actitud y su primer tuit fue para repudiar el feriado.
Para no exponer esas diferencias, el PRO ingresó al recinto con la sesión empezada y dipuatdos de todos los sectores del partido.
Estuvo el vicejefe Gerardo Milman y Waldo Wolff, cercanos a Patricia Bullrich; larretistas como Álvaro González, Victoria Morales Gorleri, Diego Santilli, Dina Rezinovsky o María Eugenia Vidal. Y los macristas puros Pablo Torello, Hernán Lombardi o la cordobesa Soher el Sukaria.
El PRO temía que hubiera agresiones en el debate y por eso prefirió irse después de votar el repudio al intento de asesinato de Cristina, que había tenido un texto consensuado
Con el quórum garantizado, se quedaron algunos radicales, los más interesados en que la sesión no se cayera, porque consideraban que iba a ser una mancha innecesaria. "Con el tiempo se va a recordar la foto, cómo paso con Antonio Cafieros en la semana santa de 1987. Nadie sabe si dijo algo".
En el PRO no lo entendieron así y por eso los únicos oradores de JxC fueron o de la UCR o de Evolución, cuyos jefes Mario Negri y Rodrigo De Loredo, dieron una conferencia conjunta.
Además de las autoridades, se mostraron entre los radicales Facundo Manes, Julio Cobos, Miguel Bazze, Fabio Quetglas y hasta el jujeño Jorge Rizzotti, cercano a Gerardo Morales, quien el viernes condenó "la grieta" en un comunicado de la UCR, una forma de diferenciarse del PRO.
Facundo Manes.
Elisa Carrió le dio Maxi Ferraro y Juan López, jefes de la Coalición, vía libre para negociar la participación en la sesión con un texto consensuado, que debía tener como base el que senadores de todas las bancadas difundieron el jueves. Ninguno quiso hablar en el recinto.
Al salir, López fue consultado por C5N sobre el no repudio de Bullrich la atacó. "Es de una generación para la que la violencia es una opción". Le respondió por twitter Fernando Iglesias, uno de los ausentes del PRO. "Son declaraciones inaceptables".
Como había contado LPO, hasta el viernes por la noche existía una posición unánime en Juntos sobre cómo actuar ante la sesión convocada por el oficialismo. Los jefes tuvieron una primera charla por zoom antes del acto de plaza de mayo y quedaron en volver a hablar por la noche.
Ahí fue cuando JxC fortaleció su posición de pedir un cambio del texto en un zoom con jefes de otras fuerzas opositoras, que dejaban al gobierno en minoría. Pero en el PRO prevalecían las sospechas de ser maltratados en los discursos, sobre todo porque el oficialismo quería votar al principio para evitar quedarse sin quórum.
Los diputados de Juntos que participaron de la sesión.
El texto final, similar al del Senado, eliminó las frases "discurso de odio" y "violencia política". Fue acordado por tandas: Cecilia Moreau habló con el radical Mario Negri; y el jefe del oficialismo Germán Martínez con Ritondo, quien junto a Lospennato redactaron las frases finales que conformaron a los suyos.
Pero no lo suficiente para quedarse en el recinto, porque persistía el temor a una sesión caliente que el resto de JxC creía imposible, por la presencia de ministros y embajadores.
Algunos radicales y lilitos se mostraron sorprendidos con la salida de los macristas y no ocultaban su bronca en los pasillos, sobre todo porque no hubo agresiones como esperaban.
"Es un problema que siempre nos corran el arco", repetían y hablaban de telefonazos de Bullrich o Macri que complicaban las negociaciones. Finalmente JxC pudo votar unido, pero se mostró separado. Y volvió a exhibir sus internas.
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