Militantes del radicalismo de Esteban Echeverría identificaron y registraron anoche a simpatizantes del PRO quitando cartelería de sus oponentes en Monte Grande. El precandidato de la UCR local, Marcos Domenichini, culpó a su contendiente.
“Hago responsable a Evert Van Tooren por el vandalismo sufrido por el radicalismo, ya que robaron carteles de la campaña de Facundo Manes. Siento mucha bronca por estas prácticas, porque este trabajo militante se hace con esfuerzo”, señaló a través de sus redes sociales Marcos Domenichini, cabeza de lista del espacio de la boleta que lleva al neurocientífico.
Sucedió que el miércoles por la noche nuevamente se registraron robos de carteles con la imagen de Manes – Domenichini y los hechos, ocurridos en Santamarina y Brown, quedaron registrados a través de imágenes captadas por celulares de dos mujeres militantes radicales quienes sorprendieron a un grupo de jóvenes quienes, mientras colocaban cartelería con los nombres de Diego Santilli – Evert Van Tooren, arrancaban y se llevaban los los de la UCR.
“No sabemos qué sector del PRO es el que viene llevando adelante estas acciones, pero son simpatizantes de Santilli y Van Tooren, mientras que somos víctimas de este accionar”, señaló Domenichini a Data Conurbano, y razonó: “Evidentemente algo pasa, porque para el sector de ellos hace cosa de dos meses la elección estaba ganada y a hoy hay un final abierto. Deben estar nerviosos”.
Los saqueos de la publicidad política se viene dando desde hace varios días, siendo que la parte más afectada se da en el corredor de Boulevard Buenos Aires y Santamarina (ver Campaña sucia en Esteban Echeverría: desconocidos robaron 35 carteles de la campaña radical de Manes – Domenichini).
Entre otras cosas este medio informó sobre la opinión del dirigente radical Roberto Leonis, quien había considerado que “Van Tooren no debería estar atrás de estos robos, porque al fin y al cabo vamos a compartir espacio después de las PASO”.
Una vez más, se hace evidente el quiebre del “acuerdo apalabrado” entre las distintas fuerzas políticas de efectuar “campañas limpias”, es decir, sin fijar carteles, sin pintadas y sin publicidades sonoras, situación que no se respeta al atacar la cartelería de la fuerza contraria.
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