El asesor presidencial de Javier Milei choca con la hermana del Presidente -"la jefa"- por el mapa de traidores y el vínculo con el PRO.
Por Ezequiel Rudman
Santiago Caputo es, debajo de Karina Milei, el asesor con más influencia sobre el Presidente. Esa bifurcación libertaria en la cima del poder genera tensiones en Casa Rosada, luego de la derrota del Gobierno por la retirada de la ley ómnibus en Diputados. En pleno reseteo del gabinete, ahora se suma la influencia de Mauricio Macri quien en permanente contacto con Javier Milei se puso a disposición desde Cumelén. "Cuando vuelvas, nos vemos", fue el escueto mensaje del fundador del PRO desde el sur del país.
Pero Macri sufre el veto de Karina, "la jefa", quien se opuso desde el germen del gobierno libertario al cogobierno con el PRO que impulsaba el ex presidente cuando organizaba las sesiones de besa mano en el Hotel Libertador. Milei se inclinó por Patricia Bullrich y, aconsejado por Guillermo Francos, ensayó un acuerdo laxo con el peronismo de centro de Juan Schiaretti y figuras como el salteño Gustavo Sáenz que, tras el rechazo a la ley ómnibus, detonó por los aires.
Ahora Macri, con mayores prevenciones ante las complicaciones de gestión que la Casa Rosada exhibe a cielo abierto, vuelve a ponerse a disposición, esta vez ensayando un acuerdo con Santiago Caputo. El asesor presidencial busca una tregua para que el ex presidente deje de operar en torno a su creciente influencia sobre YPF -donde colocó a su compañero de consultora Guillermo Garat-, PAMI y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses.
Ante la estrategia disruptiva que impone Karina de enfrentar a toda la corporación política como "traidores", rompiendo puentes con peronistas, radicales y también un sector del PRO alineado con los gobernadores amarillos como Rogelio Frigerio (Entre Ríos) e Ignacio Torres (Chubut), el eje Santiago Caputo-Mauricio Macri ofrece otra alternativa: dejar a salvo la relación con los mandatarios provinciales como vía para blindar la gobernabilidad y subir al ring de "traidores" a Sergio Massa y Horacio Rodríguez Larreta, las dos principales figuras de centro con capacidad de generar un nuevo espacio como contrapeso a la eventual fusión del PRO y La Libertad Avanza.
Ni Frigerio ni Torres creen que sea bueno para el Gobierno ni para las provincias continuar con este clima de tensión. Trabajan para reconstruir los puentes y diseñar un nuevo pacto fiscal que defina responsabilidades en los gastos además de discutir sobre los impuestos que no se coparticipan. Algo de esto plantearán en sus discursos de apertura ante sus Legislaturas. Por eso no salieron como el resto de los gobernadores a criticar la eliminación del fondo compensador al de transporte y el recorte de fondos del Fonid.
En paralelo, Macri no quiere quedar expuesto como el jefe de un sector que viene a colonizar el Gobierno. Admira el coraje de Milei y considera que nadie de su partido ni de Juntos tiene el coraje para avanzar en las reformas que impulsa el Presidente. Pero le preocupa la falta de gestión y resultados del gobierno libertario. Por eso no consigue figuras de renombre dispuestas a desembarcar en Anses o en la Secretaría de Minería, dos cargos que quedaron vacantes luego de la eyección del cordobés Osvaldo Giordano y de la salteña Flavia Royón. La obsesión del ex presidente es lograr el desembarco de Guillermo Dietrich como reemplazante de Guillermo Ferraro al frente de un súper ministerio, plan que choca con el veto de Karina. En el entorno de María Eugenia Vidal aseguran que no recibieron ningún llamado del Gobierno y tampoco ningún pedido de Macri. A la ex gobernadora no le interesa en este momento ser funcionaria de una gestión que rompió puentes con todo el ecosistema político.
Santiago Caputo buscar cerrar el acuerdo con Macri cuanto antes pero en el gabinete manda la jefa, Karina Milei. La hermana del Presidente quiere seguir adelante con la caza de "traidores" y con la asfixia económica a los gobernadores, incluso de los que están dispuestos a acompañar al Gobierno. El asesor presidencial, en cambio, quiere reorientar el foco de la traición a Massa y Larreta.
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