Mientras cruje el oficialismo, el líder de La Cámpora se mostrará activo en la construcción dentro de la estructura partidaria en la provincia de Buenos Aires. En dos semanas, hay internas por la conducción en los municipios
Dos días después de haber votado en contra del acuerdo entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el gobierno nacional, el diputado nacional y presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, dijo presente en el Primer Encuentro de la Rama Femenina del PJ bonaerense que se llevó adelante en la Quinta de San Vicente, donde se encuentra el mausoleo de Juan Domingo Perón.
“Pasó a saludar”, dijeron cerca del líder de La Cámpora. La foto que difundió el PJ provincial muestra a dirigentes cercanas de Cristina Kirchner como la vicegobernadora bonaerense, Verónica Magario; las intendentas Mayra Mendoza (Quilmes), Karina Menéndez (Merlo), Marisa Fassi (Cañuelas) Marina Lesci (Lomas de Zamora), María Gianini (Carlos Tejedor) ; la senadora nacional, Juliana Di Tullio; la presidenta del bloque de senadores provinciales del FdT, Teresa García, la presidenta del Instituto Cultural de la Provincia, Florencia Saintout entre otras dirigentes junto a Kirchner. Lejos de replegarse, el diputado juntará respaldo propio y de allí, con el plafón del PJ bonaerense, transitará su propio camino, sin necesidad -formal- de romper el Frente de Todos.
Las diferencias entre el cristinismo y La Cámpora por un lado y la Casa Rosada y el albertismo por el otro hoy están en su máxima expresión. El posteo del ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque, cuestionando “el silencio y la parsimonia del gobierno frente al ataque al despacho de la Vicepresidenta”, y la respuesta del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández y de la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, fue una muestra palpable. Larroque ofició de vocero de una posición coincidente dentro del kirchnerismo y particularmente de La Cámpora. El contexto fueron los piedrazos arrojados contra el despacho de Cristina Kirchner durante la sesión en la que el Gobierno terminó consiguiendo los votos para avanzar con el acuerdo con el FMI.
Larroque es el Secretario General de la organización que comanda Kirchner. Pero hoy por hoy La Cámpora es un poco más que La Cámpora. Es también la conducción del PJ bonaerense y el control de varias dependencias nacionales y provinciales (sobre todo en la provincia de Buenos Aires) y la -por ahora- alianza estratégica con un grupo de intendentes del conurbano que también repudiaron los piedrazos contra el despacho de la vicepresidenta.
“La decisión de Máximo -con el posicionamiento por el acuerdo con el Fondo- nos abrió una instancia de un fuerte debate interno. Cada vez que él habla nos interpela y no fue fácil el lugar en el que estaba. Pero no puede conducir un bloque donde se busca una situación con la que él no está de acuerdo. Lo que hizo fue lo correcto”, le dice a Infobae un dirigente de La Cámpora, de diálogo habitual con Kirchner.
Como la vez que renunció a la presidencia del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados de la Nación, cerca de Kirchner siguen insistiendo en que el impacto del voto en contra y la demostración de que puede aglutinar algunas bancas más a las 18 que son meramente Cámpora no impacta en el devenir del PJ provincial que Kirchner recién está empezando a traccionar.
Kirchner no habló en el acto que las mujeres peronistas encabezaron en San Vicente este sábado. Se trató de un encuentro de 500 mujeres del PJ de la provincia de Buenos Aires, entre las cuales hubo, congresalas, consejeras, secretarias, funcionarias, intendentas y senadoras. Las principales conclusiones con un documento final fueron “marcar la preocupación y la vocación de trabajar en el tema de que muchas compañeras, en este momento en particular, tienen el gran desafío de levantar a la Argentina de una deuda histórica contraída por el gobierno de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, silenciada por los medios hegemónicos de comunicación y amparada por un poder judicial clasista, patriarcal y misógino”.
Lo que sigue para el diputado nacional -en este año par- es empezar a recorrer la provincia y los PJ locales que además el próximo 27 de marzo irán a elecciones. Será la primera prueba de fuego del partido bajo la administración Kirchner. Si bien, cómo contó Infobae, en la mayoría de los distritos hubo listas de unidad, hay algunos focos de conflictos que no pudieron desactivarse: habrá internas en 13 municipios. La principal atención es lo que ocurrirá en General Pueyrredón. En Mar del Plata hay una interna entre el actual presidente Juan Manuel Rapaciolli que cuenta con el auspicio del albertismo y en la vereda de enfrente Eduardo Coppola del gremio Luz y Fuerza pero que tiene el respaldo de la titular de ANSES y última candidata a intendenta por el Frente de Todos, Fernanda Raverta.
También habrá una interna en San Isidro que expone a los sectores que integran el Frente de Todos. Impulsada por el Canciller, Santiago Cafiero, aparece la lista que lleva de candidato a Patricia Castro, una funcionaria del Gobierno nacional que irá a internas contra el espacio que representan el director del Banco Provincia, Sebastián Galmarini (Frente Renovador) y Teresa García (cristinismo). En esa lista, Fernando “Pato” Galmarini y Marcela Durrieu ocupan los primeros lugares de candidatos a Congresales.
En el PJ bonaerense esperan que la elección local sea sin mayores inconvenientes y que la figura de Kirchner no quede en el centro de la escena, nuevamente. Desde que exteriorizó su posición con el acuerdo con el Fondo, Kirchner recibió algunas recriminaciones explícitas e implícitas de parte de antiguos caciques del PJ que respaldan a Alberto Fernández. “Quiero decirles a esos compañeros que hoy tienen la responsabilidad de ocupar una banca nacional en representación de nosotros que no traicionen al pueblo. No podemos entrar en default. Entrar en default sería una catástrofe nacional”, dijo antes de la votación el intendente de José C. Paz, Mario Ishii durante un acto por el Día de la Mujer junto al presidente. En aquel discurso el paceño fue por más: “Cuando se hizo la lista estaban escondidos. Treinta días antes no los encontrábamos. Se pusieron en la lista, ahora voten lo que necesita el Poder Ejecutivo Nacional”, bramó. No le hicieron caso.
Otro dirigente que con nombre y apellido apuntó contra Máximo fue el ex intendente de Moreno, Mariano West, quien gobernó el distrito de la Primera sección electoral entre 1995 y 2015, año en el que tuvo que ir a internas y perdió ante el candidato que en ese entonces impulsaba La Cámpora, Walter Festa. “Máximo, te pido actuar dentro del bloque, respetar a la mayoría. Olvidar el vedetismo de quedar bien parado, sin importarte debilitar al Presidente. Sé uno del conjunto. Aliviá a los compañeros que están sufriendo y buscá el abrazo”, tampoco le hicieron caso. También le pidió a Kirchner que renuncie al PJ bonaerense. “Te lo quedaste de arrebato. Ni siquiera tenés las condiciones para ser autoridad”, remarcó en su cuenta de Twitter. Hoy Moreno es conducido por Mariel Fernández, que es una de las vicepresidentas del PJ bonaerense y de buen diálogo y relación con Kirchner.
En lo inmediato, Kirchner dejará pasar los días. Monitoreará las elecciones locales y quizás una vez aprobado el proyecto del acuerdo con el Fondo en el Senado, saldrá a la ruta bonaerense. Era el plan original que pese a los vaivenes sigue en pie.
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