La interna bonaerense dejó heridas que aún no suturan en JxC

La interna bonaerense dejó heridas que aún no suturan en JxC

Pese al pedido del líder, hubo PASO en casi todos los municipios. Hubo una lista claramente ganadora pero ahora se deberá trabajar en la unidad, que se leyó sencilla.

Por CARLA PELLIZA

Cuando todavía no se habían definido las candidaturas, Mauricio Macri le pidió a la tropa bonaerense evitar las internas en los municipios propios para cuidarlos y mantener lo que ya se conquistó. Una base desde la cual ampliar en lugar de retroceder. Eso no pudo suceder y Patricia Bullrich, que en los sondeos no dichos se había planteado como la favorita pero en público corría de atrás, quiso apostar todo contra Horacio Rodríguez Larreta y prácticamente fue imposible eludir las PASO. Ahora, Juntos por el Cambio tendrá la misión de dejar ese momento atrás para unificar.

Patricia hizo prevalecer la fuerza del interior de la provincia de Buenos Aires. La representación lograda gracias a la incorporación del radicalismo de Maximiliano Abad, cuya fortaleza está en el centro productivo bonaerense, y de Miguel Fernández como candidato a vice de Néstor Grindetti, un hombre de Trenque Lauquen en representación de la parte más profunda del distrito, dieron sus frutos.

Sólo con mirar los distritos gobernados por Juntos por el Cambio, casi 60, Patricia duplicó a Horacio en la cantidad de municipios ganados en la interna. Hubo algunos neutrales pero la ex ministra pudo traccionar y se quedó con la mayoría de las listas que llegarán a las generales. Eso implicará, de todos modos, un trabajo para lograr que las disputas por la PASO queden atrás y todos vayan bajo la misma bandera.

Esto no se mostró como un problema. Un dirigente importante de la provincia analizó que ningún candidato podrá cortarse solo porque “necesitan a Patricia más que a nadie” dada la tracción presidencial, por lo que no habrá demasiado lugar para aventuras personales. Además, Bullrich triunfó en todas las secciones electorales, imponiéndose en la interna frente a Larreta y fueron pocos los municipios en los que quedó, en la categoría nacional, debajo de su contrincante.

Se empezó a rumorear la posibilidad de una foto conjunta con el candidato a gobernador y los distintos dirigentes municipales para mostrar esa unidad pero todavía en construcción. “Horacio tendría que haberse bajado y dejado a Patricia sola”, se leyó desde el sector halcón al ver que los números le dieron favorable a la jefa del bando más combativo. Porque, claramente, con el diario del lunes, el que pierde aparece como el principal responsable de cualquier posible fisura.

Eso ya se vio en los primeros días de esta semana con la avanzada de Bullrich y Mauricio Macri contra Larreta, a quien acusaron de haber confundido a la gente con su “aperturismo” y no dejar en claro el sentido verdadero del cambio. Una vez más, el jefe de Gobierno fue atacado por su posición intermedia, como sucedió en Córdoba con la intención de incorporar a Juan Schiaretti.

Más allá de todo, el bullrichismo no leyó un impacto negativo de la PASO en el resultado de Juntos por el Cambio. Para estas ocasiones siempre se tiene a mano el mismo argumento, el crecimiento de la alianza entre las primarias y las generales que, esperan y ruegan, vuelva a repetirse este año. Por ejemplo, Mauricio Macri pasó de perder por 16 puntos a hacerlo por 8 en 2019. Grindetti en Lanús había quedado abajo ese mismo año y louego remontó. Ahora la alianza quedó a cuatro puntos de Unión por la Patria y podría haber un empujón.

Teniendo en cuenta los históricos resultados de derrotas generales en las PASO, más allá del triunfo halcón en la propia interna, no se leyó como con resultados negativos si bien en algunos municipios no comandados por JxC apareció Javier Milei para complicar incluso el segundo puesto. Grindetti sacó más de un millón ochocientos mil votos y Carolina Píparo, por los libertarios, superó el millón trescientos mil. La fuerza del lanusense radica en la sumatoria de los sufragios conseguidos por Diego Santilli, muy cerca suyo. Pero los tiene que asegurar.

“La gente no vota a Píparo, lo vota a Milei”, se leyó como un posible corte de boleta en el futuro. Más allá de este desafío que se tradujo en chicanas de pactos para ver quién podrá garantizar una victoria en la provincia, Juntos por el Cambio leyó que el desafío será buscar a los que no fueron a votar el 13 de agosto y sí lo hicieron en otras elecciones. El ausentismo, el problema de todas las fuerzas políticas.

Eso llevó a que Juntos por el Cambio sacara menos sufragios de los esperados. Pero, por el contexto, con un fuerte descontento hacia la política, no apareció como despreciable haber superado los 30 puntos, lo mismo en los municipios. Y de cara a las generales, las cosas se plantearán de otra manera.

El consuelo más grande para la alianza es la mala elección del peronismo. Tanto a nivel nacional como en la provincia, donde claramente hubo mayor inclinación hacia Unión por la Patria pero explicada más por el voto extranjero que por el corte de boleta. Para Cambiemos, gran parte de la base electoral del peronismo, ubicada en los barrios vulnerables, se volcaron hacia Milei. Lo cual también abrirá una discusión dentro de JxC que no logró atraerlos hacia su molino.

A diferencia de un relevamiento de la CELAG donde se concluyó que Cambiemos perdió más votos en manos de Milei que Unión por la Patria, la alianza opositora leyó que el componente de los sufragios del libertario se ubicó en los jóvenes y vulnerables que nunca optaron por la coalición. Con esa posición, se manifestó que la caída registrada por Axel Kicillof del 2019 a la fecha (también con una participación mucho menor) explicó más el crecimiento de La Libertad Avanza que la caída de JxC, chica respecto a ese mismo año.

Sin embargo, lo cierto es que las PASO no generaron un efecto ganador inmediato y muchos municipios propios podrían correr peligro en caso de no mejorar los números. En las tierras del candidato a gobernador, Lanús, perdieron. En Pinamar sólo quedaron arriba del peronismo por un punto y en la cabecera sur, Bahía Blanca, a dos.

En Patagones, todos distritos del macrismo, se revirtió la ecuación y la alianza gobernante pasó a quedar nueve puntos abajo de Unión por la Patria y en Olavarría, otro territorio clave, cuatro por detrás. En La Plata, que este jueves sufrió inundaciones, Julio Garro enfrentó una interna muy dura con Juan Pablo Allan, con quien ya tuvo su foto de unidad, pero JxC sólo logró estar en el primer puesto por cinco puntos.

El radicalismo tampoco tuvo todos éxitos. En San Isidro, la familia Posse quedó fuera de la conducción distrital por cuatro años. En Suipacha perdieron frente a Unión por la Patria por tres puntos y en Bragado por más de seis. Chacabuco fue una debacle, con el 14% abajo; la derrota en Coronel Dorrego fue por la mitad de ese número, en Pellegrini lo hicieron por un punto y medio, en Saavedra por tres y en Lincoln quedaron arriba por menos de cuatro.

O sea, en caso de no revisar la estrategia, podrían reducir la cantidad de distritos gobernados en la provincia de Buenos Aires porque Unión por la Patria aparece como opción y porque los libertarios crecieron respecto de otros momentos y se transformaron en una alternativa de derecha que no votaría kirchnerismo pero tampoco macrismo. O que votó macrismo, se defraudó y ahora empezó a buscar nuevos horizontes. Una primera foto, casi a modo de juego, que se verá si se repite o no.

Comentá la nota