Uruguay es un socio estratégico para México en materia económica y comercial. Es el decimoquinto socio comercial, ocupa el puesto 17 en destino de exportaciones y es el décimo proveedor para México en América Latina.
Uruguay es un socio estratégico para México en materia económica y comercial. Los intercambios comerciales se realizan al amparo del Tratado de Libre Comercio (TLC) México-Uruguay, suscrito durante la XIII Cumbre Iberoamericana el 15 de noviembre de 2003 en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
El acuerdo fue suscrito en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), como el Acuerdo de Alcance Parcial de Complementación Económica N° 60, y entró en vigor el 15 de julio de 2004.
Es el único TLC de México con un país del MERCOSUR (Mercado Común del Sur) y supera, tanto en cobertura como amplitud, al Acuerdo de Complementación Económica (ACE) que sustituye. Por ello, la relación comercial de México con Uruguay es estratégica para el posicionamiento de México en el Cono Sur.
El TLC contiene preferencias en alrededor del 96% del universo arancelario, normas y compromisos en comercio de bienes, servicios e inversiones y procedimientos de solución de controversias.
Desde 2003, año anterior a la entrada en vigor del TLC México-Uruguay, el comercio bilateral se ha multiplicado por 3.5, ya que pasó de US$ 136 millones de dólares a US$ 470.4 en 2020.
Uruguay es el decimoquinto socio comercial, ocupa el puesto 17 en destino de exportaciones y es el décimo proveedor para México en América Latina.
A nivel producto, las exportaciones de México a Uruguay se concentran en vehículos, abonos minerales o químicos con elementos fertilizantes, televisores y refrigeradores. En contraste, los principales productos que México importa desde Uruguay son: concentrado de bebidas, arroz y lácteos y en menor cantidad cuero. En 2020 nuestro país fue el destino número seis de las exportaciones uruguayas, con un 3% del total vendido al exterior.
Por otro lado, la inversión acumulada de Uruguay en México de 1999 al 31 de diciembre de 2020 suma US$ 412.6 millones, lo que lo coloca como el inversionista número 33, con una participación equivalente al 0.07% del total, con 384 empresas registradas en territorio mexicano.
Tanto México como Uruguay están interesados en actualizar, ampliar y profundizar la relación comercial, así como en resolver de manera inmediata cualquier diferendo que pudiera surgir. En ese sentido, la Comisión Administradora (CA) del Tratado de Libre Comercio entre México y Uruguay se ha reunido en ocho ocasiones: mayo 2006 (Uruguay), agosto 2007 (México), mayo 2008 (México), mayo 2012 (Uruguay), septiembre 2016 (México), noviembre 2017 (México), septiembre 2019 (México) y septiembre 2020 (virtual).
Como muestra del avance en la modernización del TLC, destaca la formalización del Tercer Protocolo Modificatorio al TLC en noviembre de 2020, a través del cual se acordaron las reservas y excepciones de los Capítulos sobre Comercio Transfronterizo de Servicios e Inversiones, pendientes desde la entrada en vigor del Tratado.
De igual manera, empresas mexicanas de gran tradición ven a Uruguay como un lugar atractivo para instalarse. Entre ellas pueden mencionarse Coca-Cola FEMSA, Grupo BIMBO, Claro, Laboratorios Sophia, Coflex, por señalar algunas. Adicionalmente, al ser México un país tan grande y diverso, tiene el potencial para invertir en diversas industrias. De momento se visualizan los trabajos del ferrocarril central de Montevideo, así como el sector de la construcción, posiblemente el médico –farmacéutico, tecnologías de la información y el de manufacturas y el de bebidas.
En lo que corresponde a Uruguay, es deseable que cada vez más empresas uruguayas consideren a México como un lugar en el que pueden beneficiarse del acceso preferencial derivado del TLC, pero al mismo tiempo verlo como una plataforma para acceder a más mercados.
En suma, la relación comercial México – Uruguay evoluciona hacia su profundización en beneficio de ambas partes a nivel gobierno, empresas y consumidores.
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