De esta manera indicó el titular del organismo, Daniel Coroli se busca reforzar los controles habituales sobre los paradores de servicio, restaurantes, estaciones de carga de combustible y otras instalaciones que se encuentran a lo largo de las rutas que conducen a las más de 50 localidades turísticas emplazadas en el litoral marítimo.

“Estamos llevado adelante –agregó- una política integral de saneamiento que apunta por un lado al estricto control sobre la calidad de agua que se brinda a los miles de turistas, y por el otro vigilar el tipo de vertido que arrojan las empresas”.

El operativo se desarrolla a lo largo de las rutas 2 y 11 y 36, principales vías de tránsito hacia la costa, y consiste en el despliegue de agentes que recorren paradores e industrias de servicio controlando y midiendo los parámetros de los vertidos que realizan.

Cuando los agentes arriban al establecimiento, luego de relevar sus instalaciones, le solicitan al encargado del establecimiento la documentación vinculada al permiso de explotación del recurso hídrico y su declaración jurada, entre otros ítems que se vigilan.

Un equipo de la división Control de Vertidos Susceptibles de Impactar en el Medio Ambiente, releva en forma permanente los establecimientos, en especial los días de mayor recambio turístico.