En materia de uso de agroquímicos, en la provincia de Buenos Aires el proyecto presentado por el senador del Justicialismo Bonaerense Alfonso Coll Areco busca reemplazar a la actual ley 10.699, que si bien se encuentra vigente, en la práctica no se aplica. En este escenario, cada municipio recurre a sus propias normativas, sobre todo en relación a las distancias de aplicación de los centros urbanos.
Esta propuesta se presentó por primera vez durante la gestión de Alejandro “Topo” Rodríguez al frente del entonces ministerio de Asuntos Agrarios y engloba las tareas de pulverizadoras terrestres autopropulsadas, de arrastre y aplicaciones aéreas. Entre sus principales argumentos, apunta a delimitar zonas de exclusión (ZE) y de amortiguamiento (ZA), que comprenden desde los 100 hasta los 2 mil metros.
El proyecto del legislador justicialista se perfila como un primer paso para generar un reordenamiento en esta materia. Pero una cuestión no menor a tener en cuenta es –una vez aprobada esta legislación- cómo se articulará su implementación. En el ámbito bonaerense, casi la mitad de los municipios desconoce la actual ley 10.699 y aplican sus propias reglamentaciones.
En los últimos meses de 2016, esta iniciativa fue tratada en la comisión de Asuntos Agrarios de la cámara baja bonaerense. La legisladora del Frente Renovador, María del Huerto Ratto, presidenta de este espacio, explicó que en las últimas tres reuniones de comisión, el proyecto sufrió modificaciones en una gran cantidad de artículos.
Más allá de estas correcciones, la diputada analizó que hay dos grandes ejes de trabajo que deberán abordarse a principios de 2017, cuando el proyecto de ley vuelva a ser tratado: definir distancias de uso y la inclusión del sector frutihortícola. En relación al primer punto, una de las conclusiones es que habrá que delimitar con exactitud estas zonas, además de especificar los productos de diferentes bandas que deberán emplearse en cada caso.
A la hora de elaborar legislación en materia de agroquímicos, la producción frutihortícola nunca es tenida en cuenta. Esto es visible al revisar la ley 10.699 o el proyecto presentado por el senador Coll Areco, y en esta dirección trabajaron en Asuntos Agrarios. “Debemos redactar un capítulo especial para este sector, porque hay que tener en cuenta el tipo de productos que usan, la ley los debe contener”, sostuvo Ratto.
Otro de los aspectos delicados de esta legislación es la venta de agroquímicos, que siempre se hace en un establecimiento dedicado a la comercialización de insumos agropecuarios. Aquí, el objetivo apunta a que el ingeniero agrónomo se traslade al campo, y en ese lugar elabore la receta para la posterior venta de agroquímicos.
En el debate también surgieron otras ideas que no están contempladas en el proyecto, como la capacitación de operarios, que sería de carácter anual, y la verificación técnica de pulverizadoras y aviones. En el caso de pulverizadoras, la revisión se articularía a través de los talleres de Verificación Técnica Vehicular (VTV) que existen en provincia de Buenos Aires. En esta instancia, al momento de la inspección se analizaría el estado del equipo aplicador (tanque, boquillas, etcétera) y no la parte mecánica.
Comentá la nota