El incendio de los bosques de eucaliptos de Forestal, que devoró centenares de hectáreas durante el fin de semana, se mantuvo activo ayer por efecto de los vientos intensos y por la tarde llegó a unos quinientos metros del barrio Higuerillas, en las puertas de la capital de Jujuy.
El foco ígneo comenzó a manifestarse en la zona de Forestal el viernes pasado y se mantuvo activo durante todo el fin de semana, según explicaron vecinos de Higuerillas. Pero poco después del mediodía de este lunes, alimentado por los fuertes vientos del norte y el calor, el fuego se extendió en dirección a la zona urbana, ante lo cual la Policía informó a los vecinos que se prepararan para una autoevacuación. En medio de una densa humareda, los vecinos mojaron los alrededores de sus viviendas a la espera de lo peor. Hasta las 19 horas se habían evacuado a trabajadores de una construcción situada a la vera de la Ruta provincial 56.
En tanto, a unos quinientos metros del barrio Higuerillas las dotaciones de bomberos trabajaron intensamente para sofocar el incendio. El operativo fue supervisado por los ministros de Vivienda, Luis Cosentini y de Infraestructura, Fernando Frías, y por el coordinador del Plan de Manejo del Fuego, Marcelo Gallardo.
A manera de prevención, el Plan de Manejo del Fuego también se hizo cargo del traslado de los alumnos de la Escuela de Los Blancos a San Salvador de Jujuy. Por su parte, personal de la Municipalidad regó las calles de Higuerillas con camiones.
El ministro Cosentini autorizó el envío de un vehículo con personal de Gendarmería nacional al paraje El Algarrobal, donde la Fundación “Narices Frías” tiene un hogar de animales en espera de adopción, pudiendo establecerse que la cuidadora de las mascotas, una anciana y sus nietos, así como los animales, se encontraban fuera de peligro ya que el fuego se había extinguido a metros de las instalaciones.
Durante la ardua jornada, se conocieron gestos de solidaridad ejemplares, como el de la empresa de hielo “Si hay” que sin que nadie se lo solicitara, llegó al lugar con un cargamento de hielo para refrescar a los sofocados brigadistas.
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