Sin la presencia confirmada de Montenegro, y a pedido de los jefes comunales, este jueves tendrá lugar una reunión de la mesa provincial ampliada. Pidieron que asistan los referentes de todos los sectores para definir el método para elegir candidatos y que las diferencias no afecten a los territorios.
Las disputas internas en el seno del PRO amenazan con hacer tambalear la estabilidad de los alcaldes amarillos en la Provincia, una idea que asusta a los principales referente del partido.
Por ese motivo, los jefes comunales pidieron una reunión urgente de la Mesa Provincial, a la que -pretenden- asistan los principales líderes de los bandos en pugna. Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredon, aún no confirmó su presencia.
Así, tras el cónclave realizado en La Plata, el órgano de decisión y conducción del espacio se dará cita este jueves en Vicente López, tierra del alcalde de licencia y actual jefe de Gabinete porteño, Jorge Macri.
Entre los 22 alcaldes del PRO ronda la preocupación por el tono de la interna, que ha producido varios chisporroteos, temerosos de que repercuta en los territorios.
Las aguas están divididas respecto de la manera de resolver las ambiciones de los postulantes a presidente (Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y, ahora, María Eugenia Vidal) y a gobernador, renglón para el que se han anotado los diputados nacionales Diego Santilli y Cristian Ritondo; el intendente de Lanús, Néstor Grindetti; el senador provincial Joaquín de la Torre y el intendente de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel.
Las posibilidades van desde tener un candidato a intendente, uno a Gobernador y dos a Presidente: el famoso “Plan Y”, al consenso para que dos postulantes se disputen el sillón de Dardo Rocha. Además, tal como pudo conocer La Tecla, se evalúa la opción “X”: dos abajo, uno en el medio y dos arriba de la boleta.
“Como parte de este debate es un desafío para todos no destruir el valor político. Un valor que tenemos es el territorio, y la verdad que todas son intendencias consolidadas”, aseguró el mandamás de Tres de Febrero, Diego Valenzuela.
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