Ocupado ya en el tema, el gobernador Juan Schiaretti amasa por estas horas los nombres de los posibles candidatos para llenar la lista de Hacemos por Córdoba que se oficializará el próximo sábado, en cumplimiento con los plazos fijados por el cronograma electoral nacional.

Este fin de semana hubo llamados y reuniones para avanzar en ese sentido, aunque en rigor de verdad no existe hoy ningún dirigente capaz de apuntar con total certeza, cómo quedará confeccionada la boleta porque, básicamente, el gobernador aún no la definió.

El único elemento que pareciera inamovible a esta altura es la decisión de que Alejandra Vigo y Natalia de la Sota sean las cabezas de lista; la semana pasada circuló una foto de ambas en una actividad de Capital que luego fue replicada en tónica electoralista en las redes sociales de la dirigencia y la militancia del PJ. “Alejandra y Natalia”, como dicen los epígrafes que acompañaron esas imágenes por las redes, son parte de la única carta que el gobernador decidió mostrar con claridad en la antesala electoral.

Por lo que del segundo renglón hacia abajo todo es especulación por ahora. Hacia el interior del peronismo, aseguran que el nombre del intendente de San Francisco, el llaryorista Ignacio García Aresca, es número puesto para secundar a la hija del ex gobernador José Manuel de la Sota mientras para el resto de los casilleros la danza de nombres es amplia.

Por el tipo de elección que enfrentará el peronismo provincial este año (los comicios de medio término no suelen ser el fuerte del PJ Córdoba) no caben dudas que el schiarettismo saldrá a jugar con una lista bien territorialista.

Se sabe que la cuota capitalista estará ampliamente cubierta con Vigo y De la Sota (sin perjuicio de que haya otras figuras de Capital) por lo que será necesario balancear entonces con mayor presencia del interior

Es allí donde ya se anticipó la incorporación de intendentes y legisladores que completarán la boleta con representación política de los cuatro puntos cardinales de Córdoba. Esa es la idea.

En cuanto a los jefes municipales, ya existen nombres que precalifican para la grilla de titulares y suplentes. Aunque la expectativa real del peronismo en el mejor de los escenarios es lograr dos diputados y un senador, para la dirigencia, integrar una boleta representa una oportunidad y una vidriera que suma políticamente.

Sobre todo, cuando existe siempre la probabilidad de movimientos que permiten el ascenso de quienes ocupaban lugares más debajo en la nómina. El caso de la riocuartense Claudia Marquéz es un ejemplo de ello; la mujer estaba quinta en la boleta del 2017 y terminó asumiendo como legisladora nacional producto de los corrimientos posteriores que se fueron dando.

Por lo general, los nombres puestos en consideración son siempre impulsados por algún otro dirigente.

Los nombres. Concretamente, dentro del pelotón de intendentes y jefes comunales de Hacemos por Córdoba con chances aparecen, por Colón, el segundo distrito electoral más grande y difícil para el peronismo, Gustavo Brandán de Colonia Caroya, y Facundo Rufeil de La Calera.

Por Punilla, otro de los departamentos de mayor complejidad para Hacemos por Córdoba por el peso que allí tiene el senador Carlos Caserio hoy precandidato del Frente de Todos, aparece el nombre de Gabriel Musso, de Cosquín. Además de representar a una ciudad importante de la región, es intendente por el Partido Socialista, un aliado al PJ, e integra el bloque de municipios vecinalistas donde está, entre otras, la ciudad de Villa Carlos Paz de la que el schiarettismo también necesitará.

Por ese mismo departamento, el peronismo también estuvo apuntalando durante estos meses la figura de Matías Montoto de Huerta Grande.

En representación del noroeste cordobés aparecen nombres como el de Claudio Farías de Cruz del Eje y el de Ramón Flores de Villa María de Río Seco (norte); Claudio Manzanelli de Mina Clavero, también figura entre los posibles; mientras que por el sur cordobés, aparece Silvio Quiroga de Villa Huidobro. Del departamento Marcos Juárez precalifican Paula Córdoba de Los Surgentes y Julieta Aquino de Inriville. Carolina Basualdo, la actual intendenta de Despeñaderos, es otras de las mujeres con responsabilidad de gestión que entusiasma al Centro Cívico.

Vale apuntar que, a diferencia de experiencias electorales anteriores, por primera vez en el peronismo provincial encabezarán dos mujeres invirtiendo así el orden destinado para los hombres en la lista; esta vez, para ellos habrá cuatro casilleros de los nueve titulares a Diputados. En 2019 había encabezado Carlos Gutiérrez, mientras que en las legislativas del 2017 (cuando aún no regía la nueva ley de paridad de género) Martín Llaryora ocupaba el primer lugar en una lista que llevó a seis hombres y tres candidatas mujeres.

Por Yanina Soria