Paralelamente a las negociaciones a contrarreloj en el parlamento bonaerense, los jefes comunales del PJ mantuvieron un extenso un encuentro en el Hotel Corregidor de La Plata para acercar posiciones. Hicieron todos los intentos para que los legisladores levanten la mano en conjunto y que nadie haga “rancho aparte”; además de negociar algunos nuevos beneficios para los distritos.
Mientras seguían las negociaciones en la Legislatura bonaerense, los intendentes peronistas mantuvieron un largo encuentro paralelo en el Hotel Corregidor de la capital bonaerense para lograr la tan ansiada unidad en ambas Cámaras.
Entre otros, pasaron por el hotel los intendentes Eduardo “Bali” Bucca, Juan Pablo De Jesús, Martín Insaurralde, Marcelo Santillán, Héctor Olivera, Gabriel Katopodis, Germán Lago, Ricardo Casi, Juan Carlos Gasparini, Santiago Maggiotti, Alfredo Fisher, Verónica Magario, Julio Pereyra, Juan Zabaleta, Fernando Gray, Hernán Y Zurieta, entre otros. También están los legisladores Mariano San Pedro, Eva Ramírez y Gustavo Arrieta.
El presidente del Partido Justicialista por la provincia de Buenos Aires, Fernando Espinoza, también estuvo entre los referentes del peronismo.
La idea era que todos votaran juntos, por unanimidad "que todo el peronismo levante la mano y así evitar que se rompa más. No queremos que nadie actúe por la suya", dijo a La Tecla un intendente del armado.
“No queremos que Vidal quede como víctima y nosotros como golpistas, sería otra enorme derrota, igual o peor que la de la elección”, añadió el alcalde.
Los intendentes ya tienen lo que pidieron, que el Fondo de Infraestructura llegue por goteo; de los 59 mil millones de pesos para endeudamiento, 8.500 van al fondo. "La primera cuota del fondo es en marzo y cada vez que la Provincia se endeude, el 11 por ciento va para el fondo", ahondó un senador a La Tecla. Igual, en la tarde de este miércoles agitado hicieron algunas otras peticiones al Ejecutivo.
“Esperemos que nos mantengamos todos unidos”, expresó uno de los intendentes que participó en los cónclaves del Senado el martes. Sin embargo, hubo algunas cuestiones a saldar que quedaron en la nebulosa aun cuando la reunión en el Corregidor había terminado
La dinámica consistió en ir del Corregidor al Senado y del Senado al Corregidor. Fueron y vinieron, se reunieron con los legisladores, con los propios, con los asesores, todo en medio de la espera por una sesión que, luego de haber sido anunciada a las 11 horas, se estiró a más no poder.
Pasadas las 15, el kichnerismo entró por la puerta principal del Corregidor. Primero fueron los senadores bonaerenses Sergio Berni y Federico Susbielles. En el salón jardín el jefe comunal de Lomas de Zamora, Mart=n Insaurralde, y el ex secretario de Seguridad de la nación conversaban mano a mano.
Minutos más tarde entró La Cámpora con sus máximos referentes, los diputados nacionales Andrés "Cuervo" Larroque y Wado De Pedro.
En tanto, los senadores provinciales, Patricio García y Héctor Vitale ingresaron después, acompañados del alcalde de Colonia, Carlos Moreira. Salieron rápido. "Todavía falta arreglar algunas cosas, no se vota todavía", contestó García al bajar de las escalinatas.
Todo fue conversación y negociación hasta pasadas las 18, cuando la comitiva se dirigió al Senado ante la inminente apertura de la sesión. De todos modos, muchas cosas quedaron encerradas entre las paredes del hotel, y al final de la extensa jornada tampoco estaban evacuadas toas las dudas. Por caso, la tensión por la elección del Defensor del Pueblo y la determinación de las autoridades en la Cámara de Diputados se extendió más allá del cónclave producido a metros de la Gobernación; y lejos de restañar heridas esas discusiones profundizaron algunas diferencias internas.
Cambiemos, ajeno a todo eso, sólo esperó que el peronismo terminara con su catarsis para avanzar el el único tema importante que le interesaba del día: la aprobación del Presupuesto y la Ley Impositiva
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