Por Bruno Lazzaro

El retorno como intendentes de los ahora exministros nacionales Juanchi Zabaleta y Jorge Ferraresi, a Hurlingham y Avellaneda, respectivamente, abrió la ventana para un posible regreso en cadena de todos aquellos jefes comunales que en su momento pegaron el salto a la Nación y también a la Provincia.

La consulta apareció tras la salida de Ferraresi y Zabaleta y, también, luego de que el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, saliera a bendecir a Fernando Moreira para las elecciones locales de San Martín en 2023 dando por sentado que continuará en el gabinete nacional.

Sin embargo, la ventana se cerró rápidamente en la casa de gobierno de Axel Kicillof. Sucede que, según pudo saber este medio, los principales jefes comunales que también cumplen con un cargo en el gabinete bonaerense no abandonarán sus puestos y continuarán hasta el final del mandato.

“Son realidades distintas”, le dijeron a este medio desde la oficina de un funcionario provincial con presencia en el Conurbano. Y no falta a la verdad. Zabaleta tuvo que pegar la vuelta antes de lo pensado (se especulaba con un retorno para noviembre) debido a que, antes de poder salir a dar la pelea por su continuidad, tendrá que reacomodar un distrito que cambió su rumbo con el rol empoderado de Damián Selci, como jefe comunal de La Cámpora.

Y en Hurlingham la oposición está envalentonada tras los resultados obtenidos en las últimas elecciones, cuando logró ganar en 2017 y acercarse demasiado en 2019 y 2021.

La puja en San Martín también se emparejó. Y es por esto que Katopodis le dio un respaldo fuerte a Moreira para que empiece a hacer su recorrido para achicar el margen de desconocimiento por su figura que exponen las encuestas.

Ferraresi, por su parte, tomó la decisión con el objetivo de despegarse del gobierno de Alberto Fernández y volver a ese lugar de última trinchera cristinista que supo cosechar durante los años que gobernó Mauricio Macri.

En Buenos Aires la historia es otra. Y desde el entorno del jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, le explicaron a Ámbito que el lomense “está trabajando fuerte por la Provincia” y que su intención es quedarse. Tiene motivos. La situación local es distinta a las antes mencionadas. La jefa comunal Marina Lesci responde directamente al funcionario provincial y la fuerza del distrito es concreta.

Para muestra, un botón. En Lomas de Zamora, el HCD local cuenta con 18 concejales propios contra 6 de Juntos. Lo que deja en evidencia la fuerza no solo del voto local sino del trabajo que se viene haciendo desde el oficialismo dado que desde 2019, el Frente de Todos le extirpó cuatro ediles a la oposición.

En Malvinas Argentinas la situación es parecida. Se trata de un distrito históricamente peronista. Y allí el ministro de Obras Públicas, Leo Nardini, tiene el territorio cuidado por Noelia Correa. La lectura interna es clara: el funcionario provincial está estratégicamente en la mejor cartera posible de cara al 2023.

Además, se trata de un área sensible. Y al igual que sucede con Nación, no es un área fácil de dejar por todo aquello que moviliza la obra pública.

Nardini también tiene bajo su órbita al jefe comunal de Punta Indio, Hernán Y. Zurieta, quien tampoco tendría intención de dejar su lugar como administrador de la Dirección de Vialidad de la Provincia.

Según le confesó a este diario el presidente de la Autoridad del Agua (ADA) y también jefe comunal de Tordillo con pedido de licencia, Héctor Olivera, su intención es “seguir acá. En el distrito hay otro intendente trabajando y la idea es que pueda plasmar su gestión”.

El caso de Gustavo Menéndez, a cargo del Grupo Provincia y alcalde de Merlo, es más sensible. Cabe recordar que el funcionario provincial dejó su cargo horas antes de cumplirse el plazo por el cual quedaba habilitado a presentarse a un nuevo mandato antes de que, finalmente, se modifique la ley que prohibía la reelección indefinida. Su retorno sí podría darse antes de lo pensado.