La  relación entre los intendentes radicales, que en los últimos tiempos sufrió serios altibajos, hoy parece tender a la unidad y a la armonía, tanto por los acercamientos concretos que se dan entre el capitalino Rodolfo Suárez y el godoicruceño Alfredo Cornejo, como también por el trato que se brindan estos con los caciques territoriales del Este, en un esmero por conciliar posturas uniformes alejándose de anteriores disidencias en los planteos al Gobierno provincial, que les han generado más de un dolor de cabeza interno.

Es que por un lado, hoy se puede percibir con claridad una alianza estratégica entre Capital y Godoy Cruz, difícil de imaginar en tiempos de Víctor Fayad, dirigente que alguna vez llegó a decir que no se sentía identificado con su propio partido y que hasta lo enfrentó en las PASO del año pasado.

Y si bien Suárez -remplazante de Fayad tras su muerte en agosto- y Cornejo aclaran que su vínculo es “fundamentalmente de gestión”, razón por la cual abordan en conjunto distintas obras interdepartamentales, está claro que también hay una fuerte ligazón política entre ellos. “Hay mucha afinidad entre nosotros”, asegura Suárez.

Por otro lado, los “territoriales” del Este, que han tenido encontronazos con el cornejismo, sobre todo en la solicitud de endeudamiento hecha por Francisco Pérez, hoy ponderan una actitud conciliadora. “Hoy los cinco estamos más unidos que nunca”, resaltó sin tapujos el intendente de La Paz, Gustavo Pinto, para referirse a la relación de los jefes comunales radicales.

Desde su visión, la decisión de Suárez de diferenciarse de su antecesor “mejoró la relación” entre ellos, en coincidencia con lo que planteó el propio Suárez días atrás: “Se terminó la era del cuatro más uno. Ahora somos cinco”.

En igual sentido piensan sus pares. “La principal distorsión que tuvimos en este tiempo fue la del Viti, pero Rody (Suárez) vino a cerrar el círculo”, destacó Cornejo.

En busca de la armonía

Es cierto que aquella “distorsión” de la que habla Cornejo atentó de manera destructiva contra la unidad partidaria, pero no es menos cierto que su propia relación con sus pares radicales del Este, sobre todo con los de Junín (Abed) y Rivadavia (Ricardo Mansur) no ha sido armónica.

Por el contrario, han tenido algunas diferencias notables que provocaron ruidos internos, como el caso de la posición que dividió al radicalismo a principios de año, cuando una parte del partido se negaba a autorizar cualquier tipo de endeudamiento a Pérez, mientras que otra, entre las que figuraban Abed, Mansur y el diputado nacional Enrique Vaquié, hasta proponía un presupuesto alternativo al gobernador, incluyendo toma de deuda.

Algunos piensan que los inconvenientes entre ambas partes comenzaron con el viaje a China en el que Mansur y Abed acompañaron a Pérez y tras el cual hubo cierta apertura a los pedidos del gobernador. Ese parece haber sido el detonante de esa disidencia. “Se generaron diferencias que no pudimos disimular” reconoció Cornejo.

“Por ahí la gestión hace perder la cercanía” indicó Abed al respecto, justificando esa posición “en la necesidad de solucionar problemas” locales, principalmente relacionados con los requerimientos de los productores. “A veces esos inconvenientes provocan que la relación entre los intendentes no sea armónica”, siguió.

De todos modos hay quienes consideran que las prerrogativas al Gobierno no brindaron sus frutos. “Hicimos los deberes, hasta accedimos a darle endeudamiento y no conseguimos nada para nuestros departamentos”, lanzó Pinto, convencido de que “en el próximo presupuesto toda la UCR irá unida”.

Para Cornejo en tanto, las relaciones encontradas son parte de las reglas de juego pero no inciden en la convivencia de los radicales. “Estas diferencias ni siquiera merecen compararse con las que había con Fayad”, resaltó. Por eso aseguró que “hoy la relación entre los intendentes es fuerte”, agregando que las tomas de posición se definen “coordinadas con los legisladores y el partido”, para mostrar que la armonía, puertas adentro del principal partido opositor, se está consolidando.