Por: Bettina Marengo.

El gobierno provincial busca profundizar lo que denomina “partido cordobés”, y la figura de los intendentes es clave para el armado con el que Martín Llaryora busca asentarse políticamente entre la estrechez de su victoria y la crisis que tendrá que pilotar los meses que vienen, y con una oposición que por ahora se planta sintonizada.

La idea de base del gobernador es recuperar lo propio del PJ perdido en las elecciones de junio y arrimar nuevos socios por fuera, más allá de los iniciales de Hacemos Unidos por Córdoba, provenientes de otros espacios políticos. En lo político, el propio mandatario se puso al hombro la estrategia. Ayer estuvo en la ciudad de Villa del Totoral, al norte cordobés, donde encabezó la primera reunión de cooperativas y mutuales de toda la provincia. Del encuentro participó el ministro del área, Martín Gill. Si bien el ministro político y emergente en dupla con Llaryora para la estrategia transversal es el titular de Gobierno, el exvicegobernador Manuel Calvo, el rol del exintendente de Villa María juega en el mismo sentido. 

En pocos días, Calvo va a llamar al primer encuentro de la Mesa Provincia-Municipios donde se sientan los jefes de los bloques políticos que representan a los 427 jefes comunales de la provincia. Llaryora y el ministro ya tuvieron un contacto con ellos para el anuncio de un regalito de fin de año: la distribución de los 3 mil millones de pesos que recibió la Provincia vía ATN del gobierno de Javier Milei, un mimo del ultraderechista destinado a asegurarse la alianza con el gobernador cordobés. Llaryora ya oficializó lo que su gente venía diciendo en off: que apoyará las propuestas del nuevo jefe de la Casa Rosada, salvo las que afecten los intereses del cordobesismo, como las retenciones al sector exportador. 

Otro jugador del oficialismo en este armado, el intendente capitalino Daniel Passerini, reunió ayer a los  jefes políticos de nueve ciudades del Gran Córdoba que integran el Ente Intermunicipal de Gestión Metropolitana, desde donde se proyectó la actual vicegobernadora, la radical Myriam Prunotto. Passerini salió a “vender” uno de los productos de gestión Llaryora destinado a acercar a los gobiernos locales, la nueva ley de seguridad. De hecho, uno de los secretarios de la cartera de Seguridad que encabeza Juan Pablos Quinteros es Angel Bevilacqua, oriundo de Bell Ville y exsecretario de Gobierno provincial, con todos los intendentes en su agenda. El titular del Palacio 6 de Julio invitó a los intendentes a adherir a esa normativa, como ya lo hicieron Capital, Villa María y San Francisco, todas oficialistas, y en breve Río Tercero, lo que fue celebrado en el Panal porque se trata de la ciudad más importante entre las que conduce la UCR, con el intendente Marcos Ferrer, el dirigente que impulsó a su par de Almafuerte, Rubén Dagum,  como presidente del Foro de intendentes radicales.

La reunión de la Mesa no tiene fecha aún pero será pronto. Mientras tanto siguen los contactos: aseguran las fuentes gubernamentales que en los menos de 30 días que lleva el nuevo gobierno, hubo contactos con 160 jefes comunales, de los cuales 60 pertenecen a algún espacio opositor.

Mientras, sigue abierto el libro de pases hacia el gabinete provincial. Como este diario adelantó, quedaron designados dos exintendentes de cuño peronista progre, Pablo Riveros de Villa Ciudad Parque y Martín Guzmán de La Para, ambos con buena llegada a Llaryora, como funcionarios del Ministerio de Ambiente que conduce Victoria Flores. Ayer también se conoció que el actual intendente de la localidad de Corralito, el oficialista José Scotto, pidió licencia seis meses en la localidad de Tercero Arriba (donde el año pasado ganó con más del 60%) para asumir al frente de la Agencia Córdoba Joven. En otra agencia, la de Turismo, a cargo del PRO Darío Capitani, sumó también a ex jefes comunales, entre ellos a Adrián Walker, de Ansenuza.