Los intendentes de la Región Capital denuncian que la duplicación del peaje en el Puerto La Plata y el aumento general del 43% en los costos logísticos afectarán la competitividad de la región y encarecerán productos esenciales para los argentinos.
Los intendentes de la Región Capital de la Provincia de Buenos Aires han expresado su rechazo en el día de ayer a la reciente modificación tarifaria impuesta por el gobierno nacional en los peajes de la Vía Navegable Troncal (VNT) para el Puerto La Plata. Esta medida surge tras un contrato de concesión firmado entre la Secretaría de Transporte y la Administración General de Puertos (AGP), que establece que los buques que ingresen al puerto deberán abonar dos tramos de peaje en lugar de uno, igualando sus costos a los de terminales ubicadas en zonas más alejadas, como el Puerto de Buenos Aires o Zárate.
El comunicado, firmado por los intendentes Mario Secco (Ensenada), Julio Alak (La Plata), Lisandro Hourcade (Magdalena), Fabián Cagliardi (Berisso) y David Angueira (Punta Indio), sostiene que esta medida es “inconsulta y arbitraria”, y denuncian que impacta directamente en la competitividad logística de la región. “Penaliza injustamente las operaciones en Puerto La Plata, en detrimento de la economía y competitividad de las empresas de la región, quienes por el mismo servicio pasarán a pagar un 40% más”, señala el texto.
Además, los jefes comunales explican que esta nueva disposición no viene sola, sino que se suma a un reciente incremento en el peaje general de un 43%, lo cual genera un grave impacto en la logística fluvial del país y una pérdida significativa de competitividad de los productos. “El pueblo debe saber que, por ejemplo, el 60% del combustible que se consume en el país se despacha desde nuestro Puerto (PLP). Este aumento generaría una notable repercusión en la economía nacional y, una vez más, en el bolsillo de los argentinos y argentinas”, advierten en el documento.
Para los intendentes, este ajuste en los peajes, junto con la paralización de obras clave para la infraestructura de la región, como la bajada de la Autopista Buenos Aires-La Plata, la continuación del Camino Rivadavia y la autopista Juan Domingo Perón, representa “un claro ensañamiento contra el crecimiento de la Región Capital Ampliada.
Según los firmantes, estas obras estaban diseñadas para potenciar la conexión y el desarrollo económico de los municipios de la zona, pero su paralización genera un impacto directo en los proyectos de crecimiento.
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