El cristinismo mira a Villa María. Los límites de Caserio. Transversalidad furiosa y un periodista que casi vuelve a la política.
Por: Yanina Passero.
Jueves 8 de junio, 11.45 am. "Eduardo Wado de Pedro te añadió a un grupo”. La notificación de WhastApp la recibieron no más de 30 referencias territoriales distribuidas por todo el país y alineadas con uno de los presidenciables del Frente de Todos. La lectura salió de corrido: “manos a la obra, compañeras y compañeros”.
El ministro del Interior encendió la expectativa, en especial en Córdoba, donde el todismo atraviesa una campaña provincial con sabor a poco y un intento de armado electoral en la capital que tiene más hielo, que coca y fernet.
La diputada Gabriela Estévez se encuentra en una verdadera encrucijada: necesita que la lista que integra junto al candidato a gobernador, Federico Alesandri, obtenga un resultado aceptable en las elecciones provinciales para reconstruir desde la Legislatura al peronismo alineado con la Casa Rosada, aunque la escudería cristinista es muy probable que la necesite para la batalla nacional.
¿Puede Estévez encabezar la lista de Córdoba para Diputados? Es la principal apuntada para empujar en tierras mediterráneas al precandidato que ya abrió su comando en la famosa red de mensajería y va por más. ¿Corre el riesgo del reproche público por la candidatura provincial y nacional a la vez? “Se hará lo que se tenga que hacer”, se escucha desde la vereda de la Casa Patria.
Sin embargo, el movimiento de la dirigencia que apoyaría la precandidatura de De Pedro en una interna en las PASO (y que se la juega con que Sergio Massa será parte de ese entramado) piensa en una reconstrucción del espacio, más que en candidaturas. Es lo que dicen.
El intendente de Villa María, Martín Gill, cobra protagonismo en las conversaciones de la pata del todismo cordobés que soportó con hidalguía el acuerdo provincial entre el exsecretario de Obras Públicas y el aspirante a la gobernación por el cordobesismo en su versión transversal, Martín Llaryora.
“Ampliar” es la palabra que elige usar la pata del todismo que mira a De Pedro. El destino es, otra vez, Gill.
El límite de Caserio
El vicepresidente del Banco Nación, Carlos Caserio, suena entre los anotados para pelear un lugar en la Cámara baja. Se da por descontado que el exsenador se debate entre las posibilidades que abren las precandidaturas de Daniel Scioli y Agustín Rossi. El enemigo público del gobernador cordobés Juan Schiaretti se mueve con tranquilidad, mientras espera que el tablero se reacomode. Sin embargo, late la necesidad de darle una referencia nacional a la dirigencia cordobesa que le responde. Jugará, se verá dónde y cómo.
La titular de PAMI en Córdoba, Olga Riutort, también pide pista en la boleta legislativa del Frente de Todos. Como en el caso de Caserio, no estará en la línea de apoyos de La Cámpora. Cuando el ministro Wado de Pedro dijo que en las elecciones de 2015 pasaron cosas raras en Córdoba, apuntaba a una de las responsables de la fiscalización de Scioli; también a encumbradas personalidades del Panal.
"Scioli no confiaba en el kichnerismo cordobés, le confió al peronismo local y así le fue", recordaba una fuente memoriosa que buscó reinterpretar el mensaje, cuando se vienen momentos de definiciones importantes.
La temporada de codazos, serruchadas y otras delicatessen ha comenzado.
Intendente de trampa
Un intendente electo se camuflaba entre el humo que echaban las parrillas con choripanes, la militancia peronista y la gente de la ciudad de Montecristo que se acercó para conocer al candidato a gobernador cordobesista.
El comerciante que se sumó a la política para generar un cambio atravesó el salón con la rapidez con la que sí cambió de camiseta. Se ubicó cerca de la tarima para que la cazadora de “transversales”, Myriam Prunotto, pudiera verlo.
🗣️ “Cuando somos parte del mismo equipo, nos entendemos mejor. Y al entendernos mejor las soluciones llegan más fácil”, agregó @MartinLlaryora . pic.twitter.com/21riepxiGp
— Hacemos Unidos por Córdoba 🤜🤛 (@Hacemosuxcba) June 9, 2023
La intendenta radical que integra la fórmula provincial del peronismo cordobta estaba dispuesta a guardar el secreto hasta que "él" estuviera listo, pero la discreción no parece ser el fuerte de la futura autoridad municipal que ganó Colonia Tirolesa con los colores de Juntos por el Cambio y hasta nombre peronista ostenta.
El cordobesismo, hábil contador de pases, apuntó en su lista a Juan Domingo Panichelli, otrora adherente a la apuesta electoral del referente de Juntos por el Cambio, Luis Juez.
“Son cada vez más los que eligen a su propio peronista. Todos lo vimos en el acto, búsquelo en las fotos”, dejaba tarea para el fin de semana un alfil de la dirigente radical que se presenta como auténtica.
La no noticia del cierre en Capital
El exrector de la Universidad Nacional de Córdoba Francisco Tamarit, era uno de los ternados para encabezar la lista capitalina de Creo en Córdoba, la expresión municipal del Frente de Todos.
La historia es conocida. Finalmente, el kirchnerismo duro presentó su oferta al filo del plazo fatal para la inscripción de aspirantes. Horas después, la polémica ganaría la calle porque Riutort impugnó el armado. Le llovieron crueles críticas de funcionalidad al llaryorismo, donde buena parte de su familia milita y proyecta un futuro en el Palacio 6 de Julio o en el Panal.
Lo que no se conocía es que el todismo estuvo a punto de reincorporar al redil de la política a Tomás Méndez. El periodista tuvo una primera incursión exitosa en 2015, cuando enfrentó al entonces intendente radical, Ramón Mestre. Sacó más de 20 puntos y se ubicó como primera minoría en el Concejo Deliberante. Su espacio se atomizó y regreso a los set de televisión. También a la portada de los diarios, pero como protagonista de las noticias.
¿Tamarit y Méndez tendrán la revancha en la ronda legislativa?
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