Los resultados de las elecciones, en los que se devela una “clara maniobra de corte de boletas”, impidieron al gobierno del Frente para la Victoria obtener en Tinogasta una banca en el senado provincial y generaron polémicas entre el intendente Hugo “Grillo” Ávila y los dirigentes David de la Barrera y Sebastián Nóblega.

Pese a que ganaron por “mil votos” aproximadamente los cargos para el Concejo Deliberante, los diputados provinciales y nacionales, es el único departamento en el que perdieron un candidato a la cámara baja: Horacio Sierralta.

Tras la derrota, el presidente de la CAMYEN, David de la Barrera, había adjudicado al intendente el corte de boleta para “no pasar a un segundo plano, porque si ganaba Sierralta, quedaba relegado políticamente en el departamento”.

Los dichos de “Davicho” desataron un fuerte enojo en el jefe comunal, quien convocó a conferencia de prensa para esclarecer el conflicto.

Ávila acusa de traición al líder de CAMYEN y al titular de la dirección de Cooperativas, Sebastián Nóblega, quien “trabajó siempre en la mesa en la que se pierde”.

Durante su discurso, el intendente reveló que en una inauguración en Copacabana se veía un clima muy positivo y a favor de todos los candidatos, “luego pasó lo del corte de boletas”. “Está claro; hay muchos dirigentes del departamento que quieren hablar y contarle a la gobernadora cómo ha sido esta actitud traidora que han tenido David de la Barrera y Sebastián Nóblega”, arremetió.

Asimismo, comunicó que ellos seguirán “para adelante trabajando fuerte”, porque tuvieron un “respaldo muy grande de la gente”.

Con respecto a los dichos de De la Barrera que lo acusan del corte de boletas para “consolidar su poder”, el “Grillo” manifestó: “Todo lo contrario. Hubiese sido muy bueno para construir poder, no personal, sino del peronismo de Tinogasta, tener una banca de senador. Tengo una estrecha relación con Sierralta y hubiera sido fantástico poder trabajar juntos”.

En relación a la intervención de la gobernadora, expresó que no desea “que pague los costos políticos”. Sin embargo, contó que “toda la dirigencia tinogasteña y los 4800 votos que tuvo Horacio están indignados con la actitud de estos personajes nefastos de la política”.

Finalmente, Ávila hizo referencia a la dirigencia y arremetió: “En el caso de David de la Barrera, sabemos que es mal dirigente y traidor; en el caso de Nóblega, es un dirigente que tiene su peso en Copacabana, por lo tanto ha traicionado al partido”.

“Que los expulsen”

El intendente reflexionó que la mejor manera de reparar el daño que se ha hecho en Tinogasta es “darle cobertura a Horacio Sierralta”. Y explicó que le pedirán al gobierno de la provincia “en primer lugar, la expulsión del partido justicialista, y en segundo lugar, el cargo que hoy ostenta David de la Barrera”.

Es una medida justa ante la “actitud tan desleal y traidora que ha tenido este personaje; el otro chico lamentablemente también ha incurrido en esto”. “Era un dirigente que tenía proyección, que podía ser un referente importante, pero se ha suicidado políticamente”, comentó.

Para finalizar, notificó: “La gobernadora los puede o no los puede separar del cargo; los pueden o no pueden expulsar del partido. Les pueden dar impunidad, pero los que jamás le van a dar impunidad es la dirigencia peronista de Tinogasta”.

Cabe destacar que Sebastián Nóblega, luego de informar que lo amenazaron de muerte, se negó a declarar, porque internaron a su madre por problemas de suba de presión arterial.

“Traicionaron el proyecto de la gobernadora”

Horacio Sierralta contó que tienen “pruebas de que hubo un trabajo minucioso para el corte de votos y otros en los que han hecho un acuerdo directamente con Bernardo Quintar”. El dirigente afirmó que “tienen testigos, algunos integrantes de cooperativas a los que se presionó, casos en Copacabana, en Anillaco, en la Puntilla”.

Además, detalló que “hay situaciones puntuales, como la mesa de Copacabana, en la que el peronismo no pierde nunca, ganamos las PASO por 78 votos y ahora perdimos por 74 aproximadamente”. Y advirtió: “Ahí militan personas que quisieron ser candidatos o funcionarios que trabajan en esa zona. Es evidente el trabajo que se hizo”. Sierralta reflexionó que “no atentaron contra él, sino contra la gobernadora y su proyecto; además, pusieron en riesgo la mayoría del senado”.