Sucede que Lattanzi, que había hecho campaña a favor de Javier Milei durante las últimas elecciones presidenciales, ahora expresó su descontento tras la suspensión de una obra pública que se estaba ejecutando sobre la Ruta Nacional N° 33 y afecta directamente a su población.

"Hoy volví a solicitar arreglo en la Ruta 33 Rufino-Villegas, DNV (Dirección Nacional de Vialidad) y también a la empresa que tiene a cargo la obra", escribió Lattanzi junto a dos imágenes en las que se observa que pinchó una rueda por un bache.

De ese modo, el dirigente de Unidos para Cambiar Santa Fe expresó su malestar respecto a la suspensión de la obra de mejora y mantenimiento de una de las carreteras más importantes de la Argentina, con un total de 795 kilómetros de extensión,  encargada de unir la ciudad de Bahía Blanca y Rosario. 

Lo llamativo es que, apenas unos meses atrás, el propio intendente militaba por Javier Milei, quien nunca ocultó su voluntad de ponerle fin a la obra pública. Algo que finalmente sucedió cuando llegó al poder. 

"¡Vamos Argentina querida!", escribió Lattanzi en sus redes sociales el pasado 19 de noviembre, fecha del ballotage en la que el libertario fue elegido presidente. Junto al texto publicó una imagen dentro de una camioneta con una escultura dorada con forma de león, mostrando su claro apoyo al actual jefe de Estado.

Ahora, a poco más de un mes de su celebración, se quejó de la falta de mantención de la ruta y los problemas que ella conlleva a quienes la transitan diariamente.

A fines de diciembre pasado, el intendente viajó hacia Buenos Aires para reunirse en Casa Rosada con el ministro del Interior Guillermo Francos con el objetivo de tratar temas que "preocupan" como es el caso de la Ruta Rufino-Rosario, el tramo de la ruta Rufino-Villegas y la Ruta Nacional 7 Rufino-Diego de Alvear, entre otros. Al parecer, ni el ministro del Interior ni autoridades nacionales atendieron sus pedidos.

Una obra muy esperada

Durante el gobierno de Alberto Fernández, a inicios del 2022, Vialidad Nacional concretó la adjudicación de la obra para la repavimentación integral de la Ruta Nacional 33, entre las localidades bonaerenses de General Villegas y Rufino. El objetivo era evitar más problemas en el asfalto y diversos accidentes que se dan en la zona.

La oficialización del proyecto se dio tras la firma del contrato entre las autoridades y la empresa constructora ganadora del proceso de licitación, Rovella Carranza S.A. Sería financiada por el Ministerio de Obras Públicas, a cargo del entonces ministro Gabriel Katopodis, por un monto superior a los $3.290 millones con un plazo de ejecución de 24 meses.

Hasta fines de 2023, la obra logró avanzar hasta la mitad: se reparó el pavimento entre Villegas y Piedritas, pero falta el tramo desde Piedritas a Rufino. Pero con la llegada del Gobierno de la Libertad Avanza todo cambió y la obra pública se detuvo. El financiamiento por parte de Nación dejó de existir, como también la cartera de Obras Públicas.

De hecho, el exgobernador de Santa Fe, Omar Perotti, también había mostrado sus molestias por la postergación del proyecto que busca mejorar la autopista Rufino-Rosario. "Es uno de los hechos que más bronca me generó en el gobierno porque sé muy bien de las muchas promesas que se hicieron, de las expectativas generadas, del esfuerzo de toda la gente de Venado Tuerto y de la región para que comience a ejecutarse sobre la ruta 33 una obra de las dimensiones que ese corredor estratégico requiere", expresó en diálogo con El Litoral.

A su vez calificó como "fracaso" a los programas de Participación Pública Privada (PPP) -planteados durante la época de Mauricio Macri- y destacó el trabajo realizado por Vialidad, buscando eliminar los obstáculos que se presentaron desde la empresa a cargo. "Estas cosas son difíciles de explicar a la gente, sobre todo sabiendo que el objetivo de Vialidad Nacional fue encauzar este tema de una vez por todas", remarcó.

Un intendente flojo de papeles 

Lattanzi, que lleva tres gestiones -2015, 2019 y 2023 - al frente de la intendencia de Rufino, fue condenado en agosto del año pasado a dos años de prisión condicional y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos por negociaciones incompatibles con la función pública.

La causa por la que el dirigente del PRO fue elevado a juicio tiene que ver con una licitación pública para el traslado de piedra caliza por un monto superior a los 3 millones de pesos, en 2016, cuando el intendente se presentó con una empresa familiar que pertenecía a su esposa. Ante la denuncia realizada por los concejales, Lattanzi tomó la decisión de retirar a la empresa de la licitación, y luego lo utilizó como argumento para sostener su inocencia.

Sin embargo, la Justicia determinó la culpabilidad y estableció, además, que el intendente y su esposa deben realizar 80 horas de trabajo comunitario a favor del Estado o una institución de bien público fuera del horario laboral.

Pese a sus antecedentes judiciales, Lattanzi logró imponerse en las elecciones de octubre y continúa ejerciendo su cargo de intendente hasta tanto no quede firme la sentencia.

El mandatario apeló al fallo que ahora deberá ser revisado por la Cámara de Apelaciones de Venado Tuerto, y según esa resolución el trámite puede seguir en instancias superiores como la Corte Suprema de Santa Fe y de la Nación.