Pascual manifestó además que “es un golpe duro para la comunidad de General Villegas. Hay culpas compartidas entre las políticas nacionales que determinaron que se deje de sembrar girasol y la decisión de la empresa. Tal vez, la empresa debería recapacitar y pensar en algunas medidas paliativas y trabajar para minimizar el impacto hasta que se haya un cambio de política que seguramente va a venir porque de verdad, en este país hay que apostar a la producción”.

Según el intendente, es un contrasentido porque mientras “el gobierno nacional habla de industrializar la ruralidad, las cosas siguen igual, se sigue produciendo soja, nos encaminamos hacia un monocultivo en el país y esto hace que las industrias sufran”.

“Vamos a trabajar para mantener las fuentes de trabajo acompañado a los trabajadores”, manifestó el Jefe Comunal, quien agregó que “Glencore es un grupo muy grande y tiene que actuar con responsabilidad para no dejar a tanta gente en la calle y esperar a que cambie el clima político y se genere un cambio de medidas. La empresa debe hacer un esfuerzo, por eso estamos en conversaciones con sus directivos. Hay muchas familias en juego. Esto debería ocuparnos a todos los villeguenses”.

El intendente de Villegas culminó resaltando que “sacarle la pata de encima al campo no es un hecho que debe darse para favorecer al campo sino al país, porque tiene que ver con el crecimiento. No se puede distribuir lo que no se tiene, esto es lo que hay que entender”.