Por Lic. Santiago Aguiar.- La llamativa convocatoria a la última sesión extraordinaria del día viernes, mostró nuevamente lo poco que le interesa a nuestro intendente el destino de las empresas de Junín y con ello, el destino de las familias que podrían perder sus empleos con sus caprichos.
La convocatoria a simple vista no encierra más que un trámite administrativo respecto de la autorización de contratación directa de una empresa que brinde el servicio de emergencia médica (hasta la fecha INTERMED), luego de dos licitaciones declaradas desiertas. Claro es el hecho que legalmente no podemos oponernos como legisladores a la aplicación rigurosa de la Ley Orgánica de Municipalidades, menos aún si la única empresa oferente propone un costo por encima de lo establecido en el pliego de bases y condiciones de la licitación (en este caso una diferencia de casi $400 mil pesos al año, equivalente al 0,1% del presupuesto). Pero la pregunta que surge inmediatamente es ¿es realmente el dinero lo que aleja las posiciones y vuelve imposible la continuidad? La respuesta claramente es negativa. INTERMED, a la que en lo personal he criticado muchas veces por la calidad del servicio, es una empresa de Junín vinculada hace más de 20 años con la Municipalidad, que atiende entre 1.800/2.000 accidente por año, con 6 móviles y más de 80 empleados de Junín destinados a la atención de las emergencias médicas en nuestra ciudad, parte integral de un sistema de salud local que lejos está de tener resuelta la emergentología. Esta nueva realidad estaría dejándola en principio sin el convenio con la comuna, lo que implica una merma directa de facturación de $200 mil pesos mensuales aproximadamente y solo con el servicio de emergencia contratado por sus abonados.
Ahora bien, esto solo establece en principio un ajuste profundo de la empresa. Pero supongamos por un momento que nuestro intendente no es tan irresponsable como para dejarnos de la noche a la mañana sin servicio de emergencia médica y decidiera contratar en forma directa los servicios de una empresa de tamaño nacional, como VITTAL o PARAMEDIC, entre otras tantas. Claro está que la estructura que destinarían a Junín sería infinitamente más chica que la actual INTERMED (o cualquier otra de nuestra ciudad) debido al aprovechamiento de los beneficios de escala de las estructuras más grandes, como call centers, etc. Pero no solo esto, estas empresa también tienen servicios prepagos de emergencia médica (de hecho ese es su gran negocio). Al fin del cuento, no pasaría mucho tiempo hasta que la empresa de Junín desaparezca y con ello muchos juninenses en la calle.
Pero de suposiciones no se puede vivir, así que a la preocupación que genera esta práctica burocrática solo le agrego la esperanza que nuestro intendente haya evaluado el alcance de sus decisiones y no tengamos que lamentar el cierre de otra empresa más de Junín.
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